Así conocí New York

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En una escala fugaz conocí un New York raro, atópico y atípico. La Gran Manzana nos recibía congelada, blanca y radiante como una histérica novia.

Aquella mañana de enero, la ciudad despertaba caótica bajo los efectos de una histórica ola de frío polar. Desde el aire, el velo de nieve lo cubría todo y un tul de hielo congelaba los meandros del río Hudson y las olas. El corazón de la manzana brillaba como un anillo.

Fueron apenas 24h locas, en una ciudad siempre adrenalínica, habitada de peatones acelerados sujetos a un vaso isotérmico. Y a la misma velocidad supersónica que ellos caminaban; subimos al Empire State para ver los casposos rascacielos, pateamos no sé cuantas avenidas, cotilleamos las rebajas de alguna tienda de fotografía y visitamos un Central Park irreconocible…con senderos invisibles, con huellas de esquís, de trineos…

El agua congelada sin duda lo cambiaba todo; los biorritmos, los juegos, el olor,… los reflejos, las luces, el caminar,… las sensaciones, los recuerdos…

Al caer la noche los neones colorearon la nieve y mis mangas se llenaron de perfectos copos de cristal. Nevó muy poco, de forma suave y delicada. Cenamos en un restaurante tailandés, se desplomó la temperatura, dormimos en un hotel enmoquetado con olores del siglo pasado… Y amaneció.

No sé si, más allá de las olas de frío, existen los tsunamis de frío… Pero la mañana de nuestro vuelo fue inolvidable. Los termómetros del aeropuerto marcaban -17ºC,… y el viento nos regalaba una novedosa sensación térmica de -25ºC a -35ºC… ¡toma ya ¡ Aay “omá” que frío!!. Luego supimos que fueron las temperaturas records  del año.

Y nunca olvidaré, que allí estábamos nosotros, en una puerta cualquiera del JFK, drogándonos con el último cigarro antes de entrar y rozando literalmente la hipotermia. Fue quizás el cigarrillo más engorroso, triste y didáctico de mi vida; me sentí más drogodependiente que nunca… No podía creer que enguantada, enfundada, encapuchada, y con las pestañas y la retina casi heladas, estuviera allí fumando frente aquel atípico skyline de Nueva York .

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9 respuestas a “Así conocí New York

  1. ¡Qué bueno! ¡Se parece tanto a mi primera visita a NY! En mi caso fue también en enero pero, aunque poco, tuve algo más de tiempo para ver la ciudad. Fue en un viaje por trabajo, una convención de la empresa a la que me invitaron. De los tres días que duró el evento solo tuvimos una tarde y dos noches de recreo. La gran diferencia respecto a tu experiencia fue que, contrariamente a lo que esperaba, no hizo mucho frío (2ºC), cuando esperaba ver y pisar nieve.
    Y lo del cigarrillo me ha hecho sonreír, pues por aquella época era fumador y también llegué a sentirme un paria, saliendo de los restaurantes a fumarme un pitillo en la calle y observando junto a mí a otros tantos adictos a la nicotina en fila y pateando la acera para entrar en calor.
    Algunos años después volví con la familia en pleno y en agosto. Qué calor!!!!
    Un abrazo.

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    1. Que bueno escuchar tu risa compañero 😀 No las tenía yo todas conmigo con este meteorológico post 😀 jajaja así que me alegra tenerte por aquí y haberte hecho sonreír y recordar.
      Tu al menos tuviste algo más de tiempo para saborear la manzana descongelada 🙂 Nosotros veníamos de un congreso en Savannah, iban a ser 48h de escala en NY pero por culpa de la ola de frío cerraron el JFK (cosa que al parecer casi nunca pasa 😮 ) y no pudimos volar hasta el día siguiente… así que perdimos 24h. Y 😦 lo del cigarrillo en aquella puerta,… de alguna forma me marcó 😦 me hizo sentir fatal de los fatales, peor que nunca… imagínate fumar en la tundra siberiana…pues debe ser igual 😮 😀 jajaj … me alegro que hayas empatizado 😉 Un abrazo Josep

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    1. 😀 jajaja pues sí compañera, bajo los efectos de la hipotermia la ciudad también tenía su punto. Siempre escuché que caminar por NY era como hacerlo por «escenarios de películas» … y es verdad, pero a mi todo me recordaba a la Navidad, a una Navidad rara, futurista y peliculera 😀 jajaja
      Ayy sí, ese cigarro fue antológico :s allí por aquella época ya estaba todo complicado para los fumadores… así que creo que fue además un cigarro medio clandestino porque no teníamos muy claro que pudiéramos fumar en la puerta 😮 Gracias por la empatía compañera, y por pasarte por aquí a dejarme, como siempre, tu linda huella. Besitos!!

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