Aquella mañana decíamos adiós a los osos y a los salmones. Para salir del inolvidable valle de Bella Coola volvimos a tomar la única carretera existente, la Highway 20 alias “la pista del infierno”. Quizás por ser ya conocida esta vez nos pareció menos infernal, y sin prisas, ascendimos haciendo amplios zigzags y disfrutando de las vistas.
No tardamos mucho en alcanzar la cima y el borde de la meseta de Chilcotin donde recuperamos el firme asfalto. Deshicimos los 400 kilómetros del solitario camino que nos llevó hasta el valle. Hicimos algunas paradas fugaces, una compra de provisiones en la ya conocida localidad de Williams Lake, y continuamos hasta 100 Mile House por la Cariboo Hwy 97. Allí pasamos la noche de tránsito en el cutre Red Rock motel, que sin duda no recomiendo.
Al amanecer, pusimos rumbo a las Montañas Rocosas. Estábamos muy pendientes del estado de las carreteras porque nos comentaron que la Hwy 24 Lone Butte que íbamos a tomar estaba cerrada por el humo de un incendio. Por suerte no fue un inconveniente muy grande y tomamos el detour por la Horse Lake Road que era una alternativa cómoda y perfecta.
De la primera parte del camino recuerdo muchos ranchos, las vías del tren, algunos ciervos madrugadores, decorativos carromatos y tipis, la niebla sobre el río Fraser… A ratos la zona parecía un territorio algo más vaquero que me recordaba al oeste americano.
Enormes montañas, algún lago, puentes, diminutas y dispersas localidades,… y los infinitos pinos y abetos. Sin duda la industria maderera es uno de los principales motores económicos de Canadá, es el segundo país en exportaciones después de USA. Es frecuente cruzarse con enormes camiones y trenes que transportan madera en uno o en otro formato, gigantescos troncos, tablas, pulpa, papel…
Avanzábamos, poco a poco, abandonamos la British Columbia y entramos en la región de Alberta. Atención al reloj que existe cambio horario entre ambas provincias, en Alberta es una hora más.
La carretera pasa junto a los casi 4000 m de Mount Robson, la montaña más alta de las Rocosas canadienses. El nombre proviene de un tal Colin Roberston, pero los primeros habitantes de la zona la llamaban “la montaña del sendero en espiral”, y popularmente también se le conocer como “Montaña del sombrero de nube o del sombrero de nieve”.
Teníamos pensado parar más tiempo si hubiera estado algo más despejado pero las nubes comenzaban a llegar y se enredaban en las alturas. Hay un mirador, un centro de visitantes y si el tiempo acompaña se pueden explorar algunos de sus senderos. Es sin duda una parada o visita muy recomendada. Os dejo aquí la web del Parque Provincial por si es de utilidad. Recordar que siempre es interesante cotillear las páginas oficiales pues comunican eventos, incidencias, o descubres cosas interesantes como por ejemplo que en este Parque puedes alojarte gratis a cambio de trabajar unas cuantas horas como voluntario.
Continuamos rumbo a la localidad de Jasper donde teníamos reservado nuestro Bed & Breakfast. Se llamaba En-ska house, nos gustó mucho y sí lo recomendaría. Pese a ser un sótano está muy bien acondicionado, posee una pequeña cocina con microondas y menaje básico, baño, calefacción, wifi, tv… y una muy amplia habitación.
Esto de alquilar los sótanos acondicionados es algo muy habitual en el país… y con lo que vale pasar una noche… entran ganas de irse a Canadá a trabajar de bióloga o a montar un B&B.
Cuando reservamos allá por enero-febrero solo tenían disponibilidad para tres noches, no incluía desayuno y había que pagar en efectivo. Para esa cuarta noche que nos quedaba colgando reservamos Beckert’s chalets, ubicados a las afueras del pueblo junto al río Athabasca, algo caro pero también muy recomendable.
Atención: Os recuerdo que hay que reservar con mucha antelación especialmente en los Parques Nacionales. Y os comento que para los B&B a veces es complicado encontrar sitio para una única noche, lo habitual es que pidan una reserva mínima de dos. En todos los demás alojamientos pudimos pagar con tarjeta, este fue la excepción.
El pueblo de Jasper originariamente se llamaba Fitzhugh y más tarde tomó el nombre de su fundador, tiene unos cuatro mil habitantes y está enclavado en el corazón de las Rocky Mountains.
La localidad vive por y para el turismo. Es en verano, y a principios de otoño, cuando recibe el mayor número de visitantes que venimos para disfrutar de los muchos atractivos de Jasper National Park. En invierno son las pistas de esquí su principal reclamo.
En el pequeño pueblo hay pizzerías, restaurantes varios,…algunas cadenas como Starbucks o JFK, tiendas de suvenires y de marcas, supermercados, bancos, cajeros automáticos, … pocos hoteles y un puñadito de Bed & Breakfast.
Aquí se detienen los caros y románticos trenes que atraviesan toda Canadá desde Montreal a Vancouver. Aunque la red ferroviaria está destinada principalmente al transporte de mercancías, también hay trenes de pasajeros.
La Canadian Pacific Railway, emblemática red ferroviaria orgullo canadiense, estuvo muy relacionada con la historia y el desarrollo del país; desde la complicada exploración de los terrenos, pasando por su compleja construcción atravesando las enormes Montañas, a la mucha mano de obra inmigrante que se necesitó, a los asentamientos que propiciaba,…
Jasper N.P. forma parte del conjunto natural denominado Parque de las Montañas Rocosas Canadienses que en 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este conjunto de Parques son los Parques Nacionales Banff, Jasper, Kootenay y Yoho y los Parques Provinciales Mount Robson, Mount Assiniboine y Hamber. J. Os recuerdo, lo que ya comenté en la etapa Preparativos , que para visitar los Parques Nacionales es necesario pagar una entrada o bien comprar el pase anual que sale rentable cuando se visitan varios Parques Nacionales.
Las actividades que se pueden realizar en Jasper N.P. van desde mil senderos por recorrer, a rafting, rutas en bicicleta, tours guiados, cruceros por lagos, alquiler de canoas, baños en aguas termales,… vuelos escénicos,… subir en teléferico para ver las vistas panorámicas del bonito pueblo rodeado de montañas …incluso jugar al golf…
En Jasper los cielos también están protegidos y se llevan a cabo actividades para los amantes de la astronomía. Hay un pequeño planetario móvil, excursiones guiadas. Por cierto, aquí es posible observar la aurora boreal, las mejores fechas son de finales de septiembre a mediados de mayo. Al parecer en octubre se celebra el festival Jasper Dark Sky.
Y por supuesto también buscamos fauna 😀 aquí se pueden encontrar ardillas, alces, caribús, renos, ciervos, puerco espín, castores, pycas, coyotes, cabras, zorros, marmotas, rapaces, gansos … lobos, linces, pumas y osos.
Para no cansar demasiado os haré un resumen de lo que visitamos y caminamos aquellos cuatro días en Jasper N.P :
Comenzamos recorriendo Maligne road. Una escénica carretera que merece la pena conducirla sin prisas y con los ojos bien abiertos, no solo por sus vistas sino por la posibilidad de encontrar fauna. Por el camino la carretera bordea Medicine Lake, un curioso lago que en verdad no es un lago, es el río Maligne que desaparece y aparece como el Guadiana convertido en río subterráneo. Tiene siete kilómetros, es muy poco profundo, y al parecer aquí abundan las truchas siendo un lugar muy interesante para la pesca.
La primera zona que visitamos fue Maligne canyon. Comimos nuestro picnic en la entrada, rodeados de ardillas sobrealimentadas por turistas, grrrr que manía con dar de comer a los animales grrrr, y nos pusimos en marcha. Recorrimos el sendero desde el sexto puente hasta el primero que es el sentido que recomiendan para cruzarse con menos visitantes.
El cañón es una formación kárstica, perfecta para recorrer recreándose en las caprichosas formas de las piedras calizas erosionadas por el agua del río Maligne. Vas caminando paralelo al cauce, a veces junto a la orilla, a veces a una altura de 50 m en las zonas más altas y angostas del cañón. Al parecer, en invierno el río y las cascadas se congelan y se pueden realizar excursiones guiadas sobre el hielo.
El nombre del río me sonaba curioso, Maligne, por lo que leí fue bautizado así por un jesuita que perdió sus caballos arrastrados por las fuertes corrientes del deshielo. El nombre del río se extendió a un paso de montaña, a un lago, y al glaciar.
Pequeñas cascadas, miradores, las clásicas formaciones geológicas llamadas potholes, algunos fósiles, algún panel interpretativo,…El lugar mola, pero si soy sincera para mi gusto había quizás demasiados turistas. A ratos, y según qué tramos, me pareció demasiado concurrido, sobre todo el primer y segundo puente.
No lejos de allí, a unos 44km de Jasper, se encuentra Maligne Lake. Este “lago maligno” es el de mayor tamaño del Parque; tiene casi 23 km de largo y una profundidad media de 35m aunque, al parecer, en algunas zonas alcanza los cien.
Se encuentra a unos 1600m. y desde su orilla se observan imponentes picos de tres mil metros y tres glaciares. Todo el entorno es una clase de geología; El valle glaciar tiene forma de U de manual, hay cordilleras aserradas como Coling Range, montañas hundidas por el peso de los glaciares,…
La zona, además de unas imponentes vistas panorámicas, también ofrece la posibilidad de realizar senderismo, paddle surf, alquilar kayaks en el histórico varadero de Curly Phillips, pescar truchas de record, visitar el centro de interpretación, comer en un restaurante, o contratar una excursión en un pequeño barco al, cercano y fotogénico, islote Spirit Island. Al parecer es un tour muy típico, creo que leí que dura unos noventa minutos, os dejo aquí un primer enlace para cotillear precio y horarios…
Nosotros elegimos recorrer algunos de los senderos de los alrededores. Comenzamos por el sencillo Mary Schäffer loop. En el inicio del trail, cerca de un área de picnic, encontramos una pareja de desgarbados alces que al parecer frecuentan la zona. Andaban a su aire ramoneando plantas acuáticas, nadando y buceando… No parecen nada hidrodinámicos pero son excelentes nadadores y capaces de bucear hasta los 6 m.
Vistos de cerca los bichos imponen. Son los cérvidos de mayor tamaño, su altura varía entre 1,5m y 2,15m y llegan a pesar media tonelada. Machos y hembras son de similar tamaño, pero ellas carecen de cuernos. Ellos además de la característica cornamenta palmeada, presentan unos colgajos peludos bajo la papada. Del pobre alce dijeron los escritores del XIX que era “un animal singularmente grotesco y poco elegante”.
No tienen buena vista, se guían principalmente por el oído y el olfato. Y aunque al parecer con los humanos pueden tener un comportamiento encantador, cariñoso y amistoso… siempre hay que respetar las distancias pues son animales salvajes y en celo, con crías o si se sienten incómodos, pueden ser agresivos.
Tras disfrutar de los alces continuamos el sendero. Es un trail fácil, circular, sin desnivel y con una duración de 3,2km. Por el camino encontramos algunos paneles que hablaban de la historia del lugar, de los primeros habitantes y de los aventureros y exploradores que navegaron y patearon esta zona. Como Mary Schäffer que fue la primera en hacerlo, allá por 1908, guiada por un rústico mapa que dibujó para ella un miembro de una tribu.
También recorrimos el cercano Moose Lake trail, un fácil sendero circular, con una longitud de 2,7 km, 60m de desnivel y donde con suerte puedes ver algún alce. Al parecer, hasta aquí llegaron los derrubios de un gran deslizamiento de tierra ocurrido hace miles de años. Hoy las enormes piedras se han tapizado de musgo y se han convertido en diminutas colinas que decoran el camino.
Una tarde bajo una fina agua nieve nos acercamos a Lorraine y Mona Lake, dos lagos consecutivos en un sendero de 5,2km y apenas 80m de desnivel. Nos sigue llamando la atención el silencio sepulcral de los bosques… de vez en cuando cruje una vieja rama, suena el agua del río, chilla alguna pika…
Cerca del Parking comienzan también dos senderos algo más exigentes. Opal Hill de 8,2km y un desnivel de 460m y Bald Hill de 10,4km y una elevación de 500m. Estos no los recorrimos pues lo que aquí abajo era agua nieve, a esas alturas eran copos. Os dejo aquí la web oficial con más información, en ella puedes descargar un mapa pdf con los senderos de esta zona.
Fueron varias las veces que nos acercamos a Patricia Lake y Pyramid Lake. Ambos están muy cerca de la localidad de Jasper y quizás por ello ambos lagos se prestan para hacer fotos de amaneceres y atardeceres.
En uno u otro lago desayunábamos casi todas las mañanas, con vistas panorámicas y cada día con sensaciones diferentes. A veces con niebla, con luces cálidas, con más o menos nubes,…en algunos amaneceres hacía un fresquito curioso de -1ºC. Aquí empezamos a usar la ropa de abrigo, y recordé porque ya en USA me enamoré de los asientos calefactados del coche.
Preside el lugar los 2.766 m de Pyramid Mountain, el pico más elevado de la zona. Los bonitos colores rojizos, casi dorados, se deben a la mucha pirita que contiene. Al parecer a este mineral de hierro le llamaban el oro de los bobos, pues muchos lo confundían con el codiciado metal.
A sus pies abetos de colores, y un diminuto islote unido a tierra firme por un puente de madera con vistas muy panorámicas. Pyramid Island tiene un pequeño sendero y al parecer se alquila para eventos. Nos gustó especialmente una mañana en la que allí vimos nadar a una gran familia de ciervos que se quedaron luego berreando, mamando y correteando por la zona.
Recuerdo que junto al Patricia Lake leí un panel con información sobre un curioso, y rocambolesco, proyecto llamado Habbakuk llevado a cabo durante la II Guerra Mundial. Aquí los ingleses, inspirados por los icebergs y las islas, comenzaron a construir un portaviones insumergible usando hielo. En verdad crearon un nuevo material que llamaron Pykrete que consistía en una mezcla de hielo y de serrín que aumentaba la resistencia y durabilidad. Pese al interés y entusiasmo mostrado, incluso por el propio Churchill, el proyecto finalmente fue abandonado.
Nuestra amable anfitriona nos habló de algunos de los atractivos de la zona, y nos informó de que este año para hacer el sendero de Edith Cavell había que reservar hora en el centro de visitantes. Estaban realizando obras de ampliación del Parking y habían limitado el aforo de turistas, se espera que para 2018 esté acabado.
Hicimos cola en el centro de visitantes, localizado en el corazón del pueblo, y conseguimos nuestra autorización para recorrer el sendero. Edith Cavell es un trail sencillo hasta llegar al mirador del celeste Kettle Lake. Los primeros cientos de metros transcurren por un estrecho pavimento con un viejuno asfalto.
Las panorámicas vistas del Mount Edith y del lago lechoso, molan. Su color se debe a los muchos minerales disueltos, y los diminutos icebergs son bloques de hielos desprendidos de los glaciares, Angel, Cavell y Ghost, que cuelgan de las laderas.
Son glaciares en retroceso y llama la atención como la vegetación comienza a colonizar el lugar abriéndose paso entre las morrenas como si fuera un campo de lava.
Los nombres de Mount Edith Cavell y Angel glacier esconden una pequeña historia.
Al parecer, a ella le llamaban “el ángel” pero su nombre era Edith Cavell. Fue una enfermera británica que durante la Primera Guerra Mundial salvó la vida de muchos soldados y ayudó a escapar a unos cuantos. Fue acusada de alta traición y pese a la oposición de muchos países, entre ellos España, los alemanes no le perdonaron la vida y acabó siendo fusilada. Hoy día en su honor hay estatuas en Londres, París, Bruselas… y desde 1916 esta bella montaña y el glaciar están dedicados a ella.
Si se quiere, según las condiciones físicas y meteorológicas, se puede tomar un desvío a la izquierda para recorrer el sendero de las Cavell meadows. Un trail algo más exigente por su desnivel de 500m aprox., pero menos concurrido. Os dejo aquí el enlace a la web oficial para más información
Cuando descendimos por la carretera de montaña vimos el comienzo del sendero de Tonquin Valley. Una travesía campo a través –backpacking- de unos 44km que se recorre en dos o tres días, bien practicando la acampada libre o usando algunos de los dos alojamientos. Las largas rutas son también un atractivo del país, una forma de conocer el lugar en profundidad y creo que una nueva fórmula para escapar de los muchos turistas. Os dejo aquí la web que informa de este trail.
No muy lejos se encuentra Marmot basin, un área de esquí que este año tenía el acceso cerrado por las obras del parking.
No olvidar que estamos en las Rocky Mountains. Es zona de alta montaña y es habitual que puedas tener en un mismo día un poco de las cuatro estaciones; soleado y despejado, nubes que vienen y van, a veces algo de lluvia… o incluso un poco de nieve. Interesante vestir modo cebolla ON, es decir, por capas. Lo mismo te apetece manga corta, larga, o puedes necesitar guantes y gorro.
También nos acercamos a Annete Lake y Edith Lake, dos lagos recreativos y muy cercanos al pueblo, con áreas de picnic, pescadores,…y un chaparrón que nos cortó el rollo. Volvimos al pueblo a callejear. Y creo que esa noche fue cuando probamos el poutine, un plato típico, a base de patatas fritas, queso fundido y una crema que se suponía de champiñones.
Y por supuesto hay que abrir bien los ojos para bichear. Un día a la salida del pueblo tuvimos un bonito regalo; una imponente osa…
…con sus tres cachorros 😀
Vimos a los peluches trepar, jugar, adormilarse, correr… 😀 fue un avistamiento tan tierno y divertido como inolvidable.
Y fueron varias las tardes y las mañanas que nos cruzábamos con los elks. Los ciervos machos son imponentes, y escuchar los sonidos de la berrea es una banda sonora perfecta.
También es cierto que a veces nos cabreamos porque vimos muchos turistas irresponsables y muy imprudentes, que no respetan las normas de seguridad…Una tarde me mosqueé mucho cuando vimos como acosaban a un deer, y me quedé alucinada con un padre que posaba a medio metro del animal con un niño pequeño en brazos.
El pronóstico del tiempo lo avisaba, bajarían las temperaturas y tendríamos algo de lluvia. Es quizás interesante tener alguna aplicación en el móvil que en tiempo real nos informe de hacia donde llueve o no, o hacia donde se desplazan las nubes.
Se nos quedaron algunos trails de la zona de Miette spring area donde hay unas económicas piscinas termales con vistas panorámicas y algunos senderos como Pocahontas trail, Jasper House trail… podéis consultar en este enlace.
Nos gustó mucho Jasper National Park. Una zona con muchos atractivos; cañones, lagos, glaciares, ríos,… y mil senderos para perderte o encontrarte 😉
Continua WILD WET WEST CANADA. Etapa IX ICEFIELD PARWAY: La carretera más bonita del mundo mundial.
Para leer más de nuestro viaje por Canadá pincha aquí
Te Cuento de Viajes 
¡Qué lugar más increíble! Por lo que veo, Canadá es una zona donde se puede disfrutar de la naturaleza en estado puro. Me ha llamado muchísimo la atención lo que has comentado acerca de los glaciares en retroceso y de cómo poco a poco la propia vegetación lo está reemplazando. ¡Qué maravilla de verdad! Los paisajes son de película y los secretos que esconde Canadá son dignos de investigar e ir a visitar, por no hablarte de ese regalo de los ositos al final del post… ¡Estas Navidades voy a pedirle una hucha que no se pueda abrir a los Reyes Magos para ir ahorrando!
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Pues sí compañera, Canadá es un país very wild 😀 perfecto para disfrutar de unos cuantos espectáculos naturales juntos 😀 y, sin duda, en el corazón de las Rockies es donde se concentran los tesoros más bellos del verde país 😀 Una zona imprescindible si se visita Canadá.
Todos los glaciares del país están en retroceso, y sí que me pareció curioso como entre las morrenas, poco a poco, ya comenzaban los mini abetos, y pequeñas plantas, a conquistar el nuevo espacio disponible :D. Lo había visto en los campos de lava canarios, o en las faldas del volcán Arenal en Costa Rica… pero nunca en los alrededores de un glaciar. A esto se le llama en biología «sucesión ecológica» 😉 ocurre tras los incendios, …inundaciones, erupciones… la vida de una u otra forma sigue su curso 😉 los ecosistemas se adaptan a las nuevas condiciones, evolucionan.
jajaja que gracia me ha hecho lo de la hucha «que NO se pueda abrir» 😀 jajaja estoy muy de acuerdo con esa idea de hacerte con una hucha viajera 😀 , tanto que si no te la traen los Reyes me avisas que yo te regalo una ;). Un super abrazo compañera linda. Muchísimas gracias por estar cerquita, por tu tiempo, por tu huella… y tus muchos facebook-ánimos.
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Espectacular siempre la naturaleza con estos regalos que nos ofrece, las fotos son alucinantes y dan ganas de ponerse a hacer las maletas ya mismo!!
No conozco demasiado la geografía canadiense porque nunca me he puesto a mirarla con detenimiento pero hasta yo conozco el parque Jasper, creo que es uno de los más concurridos y famosos y es obvio que da para quedarse unas vacaciones enteras pateándolo de arriba a abajo.
Lástima de turistas inconscientes, a mí tambien me da mucho coraje ver algunos comportamientos, no hace falta ser una lumbrera para darse cuenta de lo que no se debe hacer, con aplicar un poco de sentido común es suficiente.
Un abrazo y feliz martes
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Muy espectacular compañera 😀 la naturaleza es la mejor de las astistas 😀 sus obras son increíbles. Sin duda Las Rocosas son el plato fuerte, la guinda del pastel y un imprescindible cuando se visita Canadá. No me hables de turistas irresponsables…grrrr cada vez lo llevo peor 😦 . Y es que compañera, ese sentido común que mencionas ya sabemos que no siempre es tan común 😦 . Creo que con esto de los selfies y las RRSS a la gente se le va la cabeza…ya no solo con la fauna, si no con subirse/colocarse en lugares más vistosos/únicos …pero peligrosos. En uno de los ríos había un cartel y unas flores contando como fulanito de tal de veinti pocos años resbaló de una piedra y cayó a unas peligrosas cascadas mientras tomaba una foto…y justo al lado del cartel un abuelo 2.0 trepaba/escalaba para hacer la misma foto 😮 Sobre «turismo responsable» tengo desde hace tiempo un post a medio cocinar que tengo ganas de publicar… aunque mi sentido arácnido me dice que no será un post muy popular/visitado… y lo sabes 😉 Muchas gracias por estar cerquita linda Gladys. Un abrazo viajero.
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Impresionante, maravilloso, increíble y no sigo con más calificativos. Un viaje, desde luego, inolvidable, aunque, siendo tan viajeros, quizá tengáis otros recuerdos mejores, si ello es posible.
Dicen (o al menos eso creo recordar) que Finlandia es el país de los mil lagos, pero me da la impresión que Canadá no debe de quedarse muy atrás en el ranking, jeje.
Me imagino a los primeros exploradores de esas zonas salvajes. Gran mérito y valentía la suya. Pisar esas tierras inhóspitas y maravillas de la naturaleza por primera vez sin más ayuda que un rudimentario plano hecho por los nativos, o peor aun sin él, no es moco de pavo.
Y me ha sorprendido lo preparados que están allí para recibir un turismo de «aventura» (al menos lo es para mí, jeje), con todo tipo de ofertas y, sobre todo, de información para el visitante. Dudo que en España haya algo parecido cuando quieres visitar un Parques Nacional.
Seguiré con mucho interés vuestro periplo por esas tierras tan bellas.
Un abrazo.
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A mi a estas alturas de relato 😀 ya me faltan, desde hace rato, adjetivos calificativos y sinónimos para describir tantas bellezas juntas…menos mal que las imágenes me ayudan 😉 Sí que fue un viaje inolvidable compañero.
Desde la oferta de actividades a la señalización, mantenimiento, accesos, información…Una cosa curiosa que me llamó la atención es que precisamente allí sí tienen en cuenta a las mujeres de su historia. La verdad es que en pocos lugares se habla de nosotras, ya sabemos que la historia es especialista en ocultarnos… allí no, y por ahora es el único lugar donde me he cruzado con esa información. Todo un detalle que dice mucho del avanzado país.
Siempre me ha llamado la atención la vida viajera de los exploradores, sobre todo la de los Naturalistas como Darwin, el polifacético Humboldt,…Tengo en el horno un relato sobre ello… un post al que le tengo mucho cariño y que está pendiente de revisión.
La gestión de Parques en Canadá es muy buena, similar a la americana y a años luz de la nuestra
Efectivamente, Finlandia es el país de los mil lagos…en Canadá no sé cuántos lagos habrá 😀 … pero allí las mayúsculas Montañas lo cambian todo 😀 Gracias por tu tiempo compañero, por tu feed-back, por quedarte cerquita…te prometo más lugares bonitos 😉 . Un abrazo, buena semana y Felices Fiestas.
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¡Madre mía! Una entrada increíble.
Me ha impresionado muchísimo la imagen del lago lechoso y me han encantado las fotografías de los alces, ciervos y osos, así que verlos allí, en su hábitat, tiene que ser una auténtica pasada.
Mi marido siempre ha insistido en que viajemos a Canadá, pero, primero por el clima y segundo por considerar -quizá estoy equivocada- que el país es un destino caro, nunca me lo he llegado a plantear seriamente. En realidad prefiero el calor. Pero claro que, leyendo tu entrada, los esquemas mentales cambian.
Un saludo
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Muchas gracias, me alegra leer que te ha gustado la entrada 😀 No sabía como contar tanto sendero sin cansar o aburrir. Canadá es espectacular para los amantes de la naturaleza desbordante, muy preparada para el turismo y sí, algo caro
pero atención: menos que otros destinos como Islandia, Nueva Zelanda o Australia… 😉 En avanzada primavera-verano-comienzos de otoño el frío no es un problema, por esas fechas no se alcanzan temperaturas extremas, son manejables y te lo dice una friolera 😉 Incluso pasamos calor. Te estoy dejando sin excusas 😀 echa un vistazo al resto de las etapas del viaje y quédate cerquita… a ver si entre tu maridín y yo te convencemos 😉 A tu pequeña «ella» seguramente le molaría ver osos, alces, ciervos… 😀 vimos muchos niños disfrutando de la fauna, senderos… familias con autocaravanas… En Canadá hay mucho por hacer y descubrir 😀 . Muchas gracias por pasarte por aquí, por tu tiempo y por dejarme tu huella. Un abrazo.
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