Cualquier momento es excelente para viajar a las mil y una noches, cualquier fecha es buena para visitar la siempre bella Estambul. Pero quizás el mes de abril es especial, la primavera otomana tiene un colorido encanto.
Durante ese mes, la milenaria ciudad celebra el Festival de su flor nacional, el tulipán. Esa flor, que tanto nos recuerda a Holanda, debería también recordarnos a Persia de donde es realmente originaria.
Los tulipanes forman parte de la decoración turca, del arte, están presentes en azulejos, vasos de té, cerámicas…y desde el siglo XI se cultivan en Anatolia como planta ornamental. Llegaron por primera vez a Europa de la mano de los musulmanes de Al- Ándalus, quienes trajeron bulbos para cultivarlos en los jardines de Andalucía.
Cuenta la Historia con mayúsculas, que en el siglo XVII en Europa, existió una auténtica fiebre del tulipán conocida con el nombre de «tulipomanía«. Se coleccionaban raros ejemplares, se pagaba en bulbos, se alcanzaban precios astronómicos, algunos valían más que toda una granja… Hasta que llegó un momento que, al ser mucho más alta la demanda que la oferta, se especuló con ellos, llegándose a provocar una burbuja económica y una auténtica crisis financiera en los Países Bajos.
Sin duda es una flor con muchas curiosidades; algunos de sus llamativos colores deben su origen a una infección vírica, sus bulbos comestibles salvaron la vida a miles de holandeses durante la II Guerra Mundial, existían cotizados pintores especializados en dibujar bodegones de tulipanes,… es la flor más cara de la Historia…
La antigua ciudad de Constantinopla no necesita de adornos, pero el color de veinte millones de tulipanes 😮 en parques, jardines, calles, plazas… formando dibujos, las mezquitas de fondo, el impacto cromático de la gran alfombra que instalan, la especial luz de la primavera, las suaves temperaturas… todo ello hace que sea un plus visitar la ciudad desde mediados de abril a principios de mayo, cuando se celebra el Istanbul Lale Festivali, cuando la bella Estambul luce en technicolor.
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Te Cuento de Viajes 
Qué maravilla lo que nos cuentas en este post. Asociaba los tulipanes con Holanda y había leído sobre la «burbuja» pero ni idea de sus orígenes árabes ni del equívoco que los bautizó de nuevo ni de los millones de flores que hay en Estambul. Lale, me gusta ese nombre.
Me ha encantado tu microrrelato y me ha dado ganas de ir a Turquía. Por algo Le Corbusier recalaba allí en du «Viaje a Oriente». Un besito.
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😀 Cuanto me alegra leer que te ha gustado 😀 me encanta compartir con vosotros curiosidades 🙂 . Toda Turquía sorprende y enamora, el país esconde rincones muy muy interesantes 🙂 seguro que te gustaría. El viaje de Le Corbusier tuvo que ser un Viaje con mayúsculas, además de formativo, tuvo que ser increíble a muchos niveles 😀 . ¿Te imaginas el cuaderno de viajes de tu colega? 😮 ohhh los bocetos, las notas,…dibujos…¿se conserva en alguna parte?, ¿visitó las casas cuevas de la Capadocia? ¿conoció las interesantes ciudades subterráneas?… tuvo que ser una Aventura 😀 .
Creo que el curioso Lale floripondio daría para una tesis, y sin duda, el cuaderno del arquitecto 🙂 también 😉 . Muchas gracias por estar cerquita MJ 🙂 un abrazo y besitos de colorines.
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Pues fíjate que hace mil años que leí el libro y ya no me acuerdo de casi ningún detalle. Tengo que conseguir un ejemplar y volver a leerlo. Y comentarlo en el blog. A ver si consigo uno. Queda en mi lista. Besiños a pincel.
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Me encantará leer ese viaje inspirador 😀 Apunta apunta en la lista… que la memoria nos patina 😀 yo tampoco me acuerdo de muchos de los libros leídos 😦 me temo que no cabe todo en el «disco duro»
😉 . Un abrazo viajero.
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Vaya con la etimología de la palabra y su filiaciòn flamenca, nos tenía engañados!
Un gusto leerte. Ya vi que tienes entrada de Turquía, con dos viajes muy seguiditos 😀
Los voy a paladear cuando tenga un rato.
Un besote enorme, gracias por iluminarme el día con tecnicolor.
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😀 Me alegra que te haya gustado compañera 😀 Gracias a un Congreso tortuguero tuve un primer contacto con el país, me enamoré 😀 y al poquito tiempo de llegar, cuadró para ir con maridín 😀 y volví. Pero aún me queda mucho por ver y regresaría encantada 😉 es un país con mucho que ofrecer. Gracias a ti linda Salodari por la visita, por tu tiempo, por estar cerquita. Un abrazo y besitos de colores 🙂
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Coincido en que Turquía es un país maravilloso, para volver unas cuantas veces, y que Estambul es uno de sus tesoros. Estuve hace muchos años en mayo y me perdí este acontecimiento, o ya se había acabado o no me enteré de su existencia… La pena es que cuando estuve en Holanda tampoco pude ver las flores porque acababan de cortarlas, estoy gafe con este asunto!!!
Un abrazo y feliz día del trabajo
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Pues es una colorida excusa para volver a ambos destinos compañera 😉 . Por lo que leí es hasta la primera semana de mayo. Yo en mi paso fugaz por Amsterdam no vi tulipanes 😉 así que también tengo coartada para volver 😀 jajaja
A mi no me importa repetir destino, 😀 que se lo pregunten «al Kruger» 😀 jajaja … pero es que cambian tanto los destinos según las estaciones, momentos,… 🙂 que repetir mola. Mil gracias por estar cerquita, un abrazo linda Gladys.
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Cierto es el refrán que dice «no te acostarás in saber una cosa más», en este caso el origen del tulipán, como planta y como nombre propio. Creo recordar que también se le atribuye un origen parecido al nombre del canguro. Se dice que cuando se le preguntó a un aborigen australiano el nombre del animal este le respondió Kan Ghu Ru, más o menos «no te entiendo». Después leí un artículo que desmentía este hecho, calificándolo de leyenda urbana. Tú que sabes mucho más que yo de «bichos», quizá conozcas la verdad, jeje.
Yo también tengo unos cuantos tulipanes en mi jardín. Son muy bonitos pero duran tan poco…
Un abrazo.
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😀 Ya sabes que me gusta compartir curiosidades para hacer algo más amena tanta letra 😉 . La curiosa etimología de canguro la conocía, lo que no sabía es si era realidad o leyenda 😮 . Asomándome a la wiki encuentro que : «La palabra canguro deriva de gangurru, una palabra de los Guugu Yimithirr (aborígenes australianos), que se refería al canguro gris. El nombre fue escrito por primera vez (en su versión inglesa kangaroo) por el explorador James Cook el 4 de agosto de 1770.
Una leyenda extendida afirma que el nombre canguro habría surgido al preguntar los occidentales el nombre de aquel animal y ser esto (Kan Ghu Ru) lo que respondían los aborígenes; su significado, según la leyenda, no era el nombre del animal, sino la frase «no le entiendo». Esta leyenda no tiene fundamento, pues el origen vernáculo de la palabra está perfectamente documentado.»
Yo tuve tulipanes alguna vez, y sí 😦 duran poquito… ¿sabías que al cortarlos, el tallo sigue creciendo? 😮 😉
Mil gracias por la visita compañero, no te pierdas el post de hoy que traigo una super aventura creativa 😀 Un abrazo XL!!
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