Te Cuento de Viajes

Creo que debe ser la silueta de volcán más conocida del mundo mundial… o al menos una de las más representadas, en billetes, kimonos, miles de obras pictóricas,… El simétrico Monte Fuji es sin duda todo un símbolo de Japón, es Patrimonio de la Humanidad… y para nosotros era uno de los destinos que más nos interesaba de todo el viaje.

Tenía muchísimas ganas de conocerlo, pero aún así, como siempre, había cuidado mis expectativas. Cuando se trata de la naturaleza…nunca se sabe, y el sagrado Monte parece que no lo pone fácil.

Pese a ser la montaña más alta del país, no siempre será visible. Por ello hay que afinar la puntería y cruzar los dedos para tener un poquito de suerte. En sus 3776m de altura es muy habitual que las nubes se enreden, se enganchen, se hagan jirones de niebla… y lleguen a ocultarlo en parte o por completo.

Al parecer en verano la mucha calima y las muchas nubes hacen que sea muy difícil verlo. En cambio, dicen que los cielos fríos del invierno, otoño y primavera, suelen ser más despejados y la probabilidad de verlo es mayor. Nuestro mes era noviembre, y yo tenía los dedos cruzados desde que compramos los billetes ☺

Se puede disfrutar de las vistas del volcán desde muchos lugares. Si está despejado es incluso visible desde algunos de los miradores de la ciudad de Tokio y sus alrededores. Se puede observar subido a un turístico barco pirata … haciendo un curioso recorrido en tren… o puedes sobrevolarlo en helicóptero…
Con suerte también puedes verlo desde el vuelo que te lleva al país o te trae a casa, o desde el tren bala que une Tokio con Kioto.

Si quieres puedes subir a su cima, pero entonces tendrás que visitarlo sí o sí en julio o agosto, que son los dos únicos meses en los que está permitido el ascenso. En teoría es una subida apta para todos, es una caminata relativamente fácil, puede subir cualquier persona con una condición física mínima-normal. Al parecer la duración de la subida es de 6-7h, y la bajada unas 4-5h. El cráter se puede bordear en una caminata de 2,5-3h.

Hay quien sube hasta la llamada “quinta estación” en bus o funicular y desde allí camina a la cima, otros hacen el ascenso completo, …y hay quienes prefieren dormir en los refugios de montaña para ver amanecer desde el cráter.

Aunque existe la opción de contratar guías locales, casi todos los turistas suben por libre. Es un ascenso asequible y gratuito, pero es muy importante no subestimar la alta montaña; las temperaturas son frescas incluso en verano, las condiciones meteorológicas pueden cambiar en cualquier momento, se puede sentir mal de altura,… Hay que ir abrigado, con calzado adecuado, controlar el peso de la mochila, llevar comida y bebida… Por si estáis interesados en el ascenso, os dejo este enlace con más información. 

La llamada región de los Cinco Lagos, se encuentra en la base Norte del Fuji y es uno de los mejores lugares para disfrutar de las vistas panorámicas del volcán, y una buena base para el ascenso.
En primavera, la región luce pletórica con los cerezos en flor. En otoño hay lugares desde donde contemplar la silueta del volcán y los colores de los arces. En invierno son sus pistas de esquí su principal atractivo.

De los cinco lagos que dan nombre a la zona; Kawaguchiko, Saiko, Yamanakako, Shojiko y Motosuko, es Kawaguchiko el que ofrece más infraestructuras para los turistas, y el más fácil para llegar y recorrer en transporte público.

Cuando preparábamos nuestra ruta la logística para ver el Fuji nos generó muchas dudas. Teníamos claro que nos apetecía recorrer la zona por libre, y por ello no recurriríamos a los muchos tours que se ofrecen.

Llegamos a plantearnos dormir en los alrededores para aumentar las probabilidades de ver el volcán al amanecer… Es un buen plan, porque permite dedicar más tiempo a la interesante zona, quizás hacer fotos nocturnas, matutinas… y de paso disfrutar de algunos de los muchos alojamientos con aguas termales …Pero al final decidimos dedicarle solo un día.

Ya os comenté en el post de preparativos que Japón es un país diseñado para recorrer en tren pero, para pequeñas zonas, el coche puede ser una opción interesante a tener en cuenta. Antes era más complicado para el turista, hoy basta con el Carnet de Conducir Internacional (se obtiene, con una foto y pagando unos diez euros aprox. en tu oficina de la Dirección General de Tráfico más cercana). Nosotros llegamos a reservar un coche de alquiler con cancelación gratuita 48h, por si cambiaba la meteorología, o por si nosotros cambiábamos de opinión.

Nuestra idea inicial era explorar la zona a nuestro aire con el coche, acercarnos a algunos de los miradores y cotillear las proximidades del lago Saiko. Desde este lago quizás no se tienen las vistas más espectaculares del Fuji, pero allí están las cuevas del viento, la del hielo y la del murciélago.

Son tres pequeños jameos, o cuevas volcánicas, muy diferentes entre sí, y que pueden visitarse sin equipo, ni guías especiales. Aptas para los torpes turistas, solo hay que tener cuidado con algunos techos bajos y no resbalar en los escalones.

Al parecer, la cueva del viento es la más fácil y menos emocionante, se usó como almacén para mantener frescos productos como las bellotas y los capullos de seda; la del hielo se usó como nevero, tiene un recorrido circular breve, molón y algo resbaladizo, y la del murciélago, con 350m es la más larga, y tiene algunas cámaras y túneles para explorar.

El nuestro era un plan teórico muy interesante, recorríamos la zona, devolvíamos el coche de alquiler al final del día, y regresábamos en tren a Tokio usando el JRPass.

Pero al final cambiamos los planes sobre la marcha. Habíamos estado pendientes de la meteorología. Vimos que para el día que teníamos prevista la visita en coche tendríamos más nubes que sol, y que para el día anterior habría más sol que nubes…y decidimos cambiar los planes, cancelamos la reserva del coche. Un rabo de nube más o menos cuando se trata de ver al monte Fuji, importa.
Para afinar la puntería existen web cams que permiten ver en tiempo real el monte desde las distintas zonas.

No es una ciencia exacta, las condiciones son muy variables, dicen que incluso en días soleados puede no verse bien…pero había que intentarlo. Así que aquella radiante mañana, finalmente nos pusimos en marcha rumbo al Monte Fuji en transporte público y con los dedos cruzados. Combinando el metro y un par de trenes llegaríamos a la estación de Shimoyoshida, y en los alrededores del lago Kawaguchiko nos moveríamos en bus y caminando.

Leí que, desde mediados de marzo de 2019, hay una nueva línea de tren directa desde Tokio que cubrirá el trayecto en 1h y cincuenta minutos. Sale de la estación de Shinjuku y llega sin transbordos a la estación de Kawaguchiko, tiene dos viajes diarios entre semana, y tres los fines de semana.

También es posible ir a los alrededores de Fuji en bus desde Tokio, o contratar un tour que te llevará y te traerá. Aquí os dejo este enlace con información completa de cómo llegar, y de los bonos o Pases que existen para recorrer la zona y ahorrar unos euros.

Por el camino disfrutamos de un día azul, veo caquis en los árboles o ensartados en cuerdas secándose al sol, huertas y casas bajas, pequeños arrozales, algún cementerio… Un Japón mucho más rural, tanto que parece que acabamos de retroceder siglos y siglos… y me encanta.

Me saluda una anciana con una reverencia y un good morning, se sienta junto a mi. Con una sonrisa y un hilo de voz me pregunta de dónde somos…y charlamos. Ella es tokiota, y viene a caminar por los alrededores del volcán cuatro veces al año, una vez en cada estación. Ya no sube a la cima, pero ha subido en varias ocasiones. Me explicó que para ellos tiene un punto de peregrinación, y me contó que antiguamente las mujeres no podían subir al volcán por ser considerado un monte sagrado. Estuvo prohibido hasta finales del siglo XIX, pero se sabe que algunas subieron disfrazadas de hombres.

Nos habíamos abrigado. Aquí las temperaturas bajan y se agradece la calefacción del vagón que nos calienta los pies. Queríamos llegar temprano…antes que las nubes y las hordas. Sabíamos que con suerte podíamos ver el Monte asomar por el camino… y cuando menos lo esperábamos, en alguna curva, de repente ; apareció.

El cono perfecto se movía con nosotros, acompañaba el movimiento relativo del tren, …Lo vimos unos minutos de perfil, de frente, …girar…y desaparecer…

Yo ya me sentía suertuda por haberlo visto desde el tren 🙂 . Ojalá esas nubes del pronóstico llegaran muy tarde,… ojalá la mañana continuara despejada…

Tras bajarnos en la pequeña y rústica estación de Shimoyoshida caminamos acompañados del hipnótico Monte.

Cruzamos vías y siguiendo la correcta señalización, en apenas diez minutos, llegamos a la base de las escaleras que suben a la pagoda Chūreitō, alías Churrito ☺.

Un clásico torii rojo nos da la bienvenida y nos recuerda que entramos en un lugar sagrado. Sonrío al ver un cartel que nos avisa de la posible presencia de osos… ojalá ☺ ya sabes lo que me gusta un bicho ☺… pero no hubo suerte.

Se puede subir a la pagoda y al mirador por una cuesta o por una escalera. Nosotros elegimos los peldaños de piedra y de vez en cuando nos detenemos, y nos giramos, para recrearnos con la bonita subida.

Pronto aparece la blanqui roja pagoda de cinco pisos y 26m, es parte del santuario Arakura Sengen y fue construida como Monumento a la Paz en 1963.

El interior de la pagoda Chūreitō no es visitable, pero sus vistas con el Monte Fuji son preciosas, inolvidables y muy fotogénicas.

Sospecho que debe ser una de las pagodas más fotografiadas del país. El volcán y ella sin duda forman una combinación perfecta 😉 no es extraño que sea ésta una de las imágenes más icónica de Japón.

A ratos sobre nuestras cabezas aparece el otoño rabioso en las muy japonesas hojas de arces. Es un rinconcito perfecto para disfrutar del momiji con vistas espectaculares.

A veces relucen los rojos y naranjas…

A veces los amarillos …

Las ramas grises y despeluchadas de los cerezos, me recuerdan que también es este un lugar típico para disfrutar en primavera de la floración, practicar el hanami aquí debe ser todo un espectáculo.

Desde el esmirriado mirador de madera disfrutamos de las vistas molonas ☺

Sí, efectivamente, hicimos mogollón de fotos ☺ estuvimos allí un rato largo disfrutando del lugar…hechizados.

Cuando bajábamos, tropecé con este pálido y bonito obi, que es como se llama el amplio cinturón, que a modo de fajín anuda el tradicional kimono japonés. Y tras un intercambio de sonrisas, reverencias y saludos, acabé “haciendo pandi” con su propietaria.

Cuando los niños cumplen 7, 5, 3 años se celebra el shichi-go-san, un festival en el que los padres llevan a sus hijos a los santuarios para dar las gracias a los dioses por crecer sanos. Se celebra en noviembre y es habitual encontrarse con pequeños vistiendo ropas tradicionales y celebrando esta especie de cumpleaños …armados de katanas, kimonos, regalos…

Me alejé a una prudente distancia para respetar un momento que creía de intimidad. Pero la madre con la mano y una sonrisa me invitaba a hacer fotos. Le di las gracias y sonreí a la pequeña, que se convirtió en mi amiga nipona fugaz.

Posaba para el fotógrafo a veces seria, a ratos cabizbaja… a ratos harta y aburrida…Ahora junto a las hojas rojas del momiji, ahora junto al torii, …

…ahora junto a tu hermano, que no se está quieto, va armado con una katana, …y lleva un kimono muy molón…

Caminaba despacio con sus pies diminutos enfundados en calcetines blancos, hacía equilibrios subida en aquellas plataformas de madera lacada…

Me gustaba verla relajada, espontánea, …

Sus padres se mostraban orgullosos, a ratos posaban, cargaban cachivaches, recolocaban adornos… Volví a dar las gracias y con torpes reverencias me despedí de todos.

Las mejores vistas del monte Fuji se pueden disfrutar desde la orilla Norte del lago Kawaguchiko, y allá que nos fuimos. Entre casas bajas y maltratadas por el tiempo buscamos un supermercado para comprar nuestro picnic y caminamos hacia la parada de bus (Red Line).

Al bajarnos, dejamos atrás las calles del pequeño pueblo, la zona de restauración y un mercadillo que ignoramos …preferimos avanzar por si acaso aparecían las nubes y tapaban el volcán.

Sin prisas llegamos hasta un pequeño jardín con unos arbustos simétricos y fotogénicos. Hipnotizados por la silueta del volcán, nos fuimos acercando a él sin poder apartar la vista.

Caminamos a ratos por un sendero paralelo al lago, a ratos por un estrecho arcén junto a la carretera, …junto a casoplones empotrados en el corazón del otoño…

Nos sentíamos suertudos, la mañana seguía sin nubes, apenas había calima, la temperatura era muy agradable,… Durante todo el paseo nos acompañaba la vista del perfecto volcán, solitario, simétrico, imponente, …

En los alrededores del lago hay varios lugares para disfrutar de los colores del otoño. El túnel del momiji y el corredor del momiji son los dos lugares más escénicos. En ambos rinconcitos flipamos en colores, y pudimos hacer unas fotos molonas como esta.

En el breve túnel del momiji pasamos un rato grande. Las vistas eran espectaculares y en el lugar se estaba muy tranquilo. La carretera es estrecha y con curvas, no es fácil detenerse con el coche y aparcar, y quizás eso hace que esté mucho menos concurrido. El pequeño corredor, más cercano al pueblo, lo iluminan hasta las 22h y suele estar más abarrotado, sobre todo los fines de semana.

Sabía que el túnel era minúsculo, pero sus vistas son preciosas. El Fuji quedaba enmarcado por las puntiagudas hojas de los arces, … Y allí me senté, en la única minipiedra del lugar para disfrutar de aquellas vistas muy panorámicas.

Miraba el cono perfecto del estratovolcán catalogado como activo, silencioso desde 1707, y pensaba en las muchas leyendas, fábulas, …y fantasías que su grandiosa presencia ha generado a lo largo de los siglos. Leyendas que hablan de amor, de belleza, de elíxires de la vida eterna, de una princesa de la Luna…

Viendo las nieves perpetuas de la cima, recordé que en ella hay un pequeño santuario sintoísta donde se celebran bodas. Pese a que los novios y los invitados deben subir y bajar por su propio pie,… dicen que últimamente está muy de moda.

Desde el pequeño rincón la imagen es de postal, y sin duda los colores del otoño le sentaban muy bien. Además de momiji y cerezos en flor, la zona ofrece un par de coloridos festivales interesantes. Coincidiendo con el final de la temporada de escalada, el día 26 de agosto, se celebra el festival del fuego. Los locales suben por las laderas cargados con antorchas de tres metros con la intención de apaciguar al volcán y que continúe sin erupciones.

Y en abril-mayo, cuando el musgo rosa florece y el suelo se tiñe de fucsias y blancos, se celebra el Festival Fuji Shibazakura en los alrededores del lago Motosuko. Al ser un evento natural, el pico de la floración varía ligeramente de un año a otro. Dicen que para evitar multitudes es mejor madrugar y evitar la Semana Dorada, la semana de vacaciones del país. Este 2019 podrá disfrutarse desde el 13 de abril al 26 de mayo. Aquí te dejo más info para afinar la puntería

La zona del lago Kawaguchiko, ofrece las mejores vistas del volcán, senderismo, actividades acuáticas, aguas termales, un pequeño parque de atracciones llamado Fuji-Q Highland, que por lo visto tiene montañas rusas de records y decoración anime.

También hay un puñadito de museos, como el del kimono, el museo de arte, el dedicado a instrumentos automáticos como cajas de música y órganos mecánicos, el museo de las piedras preciosas y cristales de cuarzo, …si te gusta la cosmética natural puedes visitar la tienda-invernadero Herbab Hall con aceites naturales, jabones,… Aquí puedes consultar todos los atractivos del lago. 

En la zona de los Cinco Lagos existe un enramado bosque llamado Aokigahara donde al parecer muchos locales se adentran en él para suicidarse, …y no me preguntes cómo o por qué pero el tétrico lugar se ha convertido en una morbosa parada turística. Lo llaman el bosque de los suicidios, el mar de árboles o el bosque maldito… y en él llegaron a abandonar a los ancianos en épocas de hambrunas… Parece que fue a partir de la década de los sesenta cuando la publicación de una novela incitó a que muchos fueran allí a suicidarse.

Son tantos los suicidios que las cifras no suelen ser reveladas y se han instalado junto a la entrada del bosque carteles con mensajes positivos como este; “Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo”. Dicen las estadísticas que el suicidio es la principal causa de muerte en el país en varones de 20 a 44 años ,…por encima de enfermedades como el cáncer, infartos…

Aunque Japón tiene un vínculo histórico con el suicidio relacionado con una cuestión de honor, solo hay que pensar en los kamikazes y en el harakiri que practicaban los samuráis,… los estudios indican que actualmente es una cuestión de desempleo, depresión y presiones sociales. Ya os comenté que los ancianos, poco reflejados en las estadísticas, son junto a los asalariados, algunas de las víctimas. Desde 2014 el Gobierno toma medidas como esta para disminuir la elevada tasa de suicidios del país.

Nosotros no visitamos esa zona, y fuimos regresando al pueblo buscando un lugar con vistas para sentarnos a comer. Atravesamos una especie de pequeña Reserva Natural con un sendero para bicis y peatones y nos encontramos con una playa diminuta y solitaria a la orilla del lago. Era el lugar perfecto para hacer nuestro picnic. Y allí sentada comiendo patatas fritas, una especie de salmón empanado, pollo teriyaki, croquetas rellena de misterio y un par de Coca colas… me sentí la mujer más feliz de Japón ☺ Un picnic aparentemente soso, pero que por el contexto fue una de las mejores comidas del viaje.

Sin prisas, con vistas panorámicas, mucho silencio y rodeados de naturaleza nipona … me sentía en mi salsa, en mi hábitat, en mi lugar, en mi sitio…y tener frente a nosotros a Don Fuji despejado me parecía todo un regalo ¿qué más se podía pedir? Nada ☺

Alrededor, había un dorado y solitario gynko, un par de entretenidas águilas pescadoras, anátidas varias…un islote… una tranquilidad absoluta y algún cartel indicando alguna zona militar cercana.

Al parecer, antiguamente los samuráis entrenaban por aquí. Y hoy día hay cierta presencia militar en los alrededores del monte Fuji. Hay Fuerzas del ejército japonés y un cuerpo de Marines. Recuerdo que leí que, durante la Segunda Guerra Mundial, los americanos quisieron colorear de rojo el monte Fuji para atacar psicológicamente al ejército nipón. Llegaron a planteárselo muy seriamente, hasta que hicieron los cálculos y vieron el dineral que costaba traer tanta pintura desde las Marianas.

Después de comer continuamos el regreso hacia el pueblo. Pasamos por una zona de barcas, de huertos, arrozales, tropezamos con el mini corredor de arces rojos… La tarde se desplomaba rápido.

La temperatura bajaba, el sol caía,…buscamos un banco para disfrutar del atardecer. Por suerte estuvo todo el día despejado, y aunque faltaron los reflejos del Monte en el lago y el atardecer fue algo calimoso …seguían siendo unas vistas molonas, perfectas para acabar el día.

Nos despedimos con pena de la silueta del volcán… No me hubiera importado dormir en sus alrededores…y amanecer con sus vistas.

Regresamos caminando hasta la pequeña estación de tren. En el tejado de una casa vimos un mono comiendo algún fruto de un árbol. Nos miró y se fue. Fue nuestro único macaco del viaje. Al parecer son habituales en los alrededores de Fuji.

Cerca de la estación de Fujinomiya, se encuentra el muy nuevo Mt. Fuji World Heritage Center, un centro inaugurado a finales de 2017 y dedicado a la importancia del Monte como Patrimonio de la Humanidad. Al parecer desde el mirador y el torii de la entrada se tienen vistas molonas del Fuji. La entrada cuesta 300 yenes y cierra los lunes y cada tercer martes. Me quedé con ganas de echarle un vistazo al curioso edificio con forma de cono invertido, …pero nos pillaba lejos, nuestra estación era Kawaguchiko.

El Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu tiene mucho que ofrecer, se puede incluso realizar inmersiones de buceo en algunos de sus lagos… hacer cruceros que ofrecen diferentes perspectivas,… ver azufres y vapores en la garganta del “Gran Valle Ardiente”, disfrutar de los atractivos alojamientos tradicionales tipo ryokan…

La localidad balneario de Hakone es famosa por sus baños termales, onsens, y es una base frecuentemente usada por los turistas. Aunque sus vistas del Fuji no son las mejores, la proximidad del lago Ashinoko, la belleza del lugar y unos cuantos museos curiosos, hacen que sea la localidad con más oferta de alojamientos, restauración, compras, ocio y comunicaciones.

En la turística Hakone puedes visitar un museo con 700 esculturas al aire libre, con 200 obras de Picasso y un parque infantil ; un museo de cristal veneciano ; el Museo de Bellas Artes donde admirar antiguas cerámicas japonesas y pasear por un jardín de musgo y bambú; el Museo Pola con una interesante arquitectura y una rica colección privada con obras de Renoir, Picasso, Monet,…

También es posible encontrar un par de teleféricos para los amantes de las alturas, un viejo check point militar,…un pequeño templo, un restaurado castillo, incluso un centro comercial… Para conocer todos los atractivos de Hakone, te dejo este enlace. 

Para recorrer esta zona, es posible comprar un pase llamado “Fuji Hakone Pass” que, según lo mucho o poco que vayas a explorar y desde dónde…puede salir rentable. Incluye trenes, buses, barcos, teleférico… Aquí tienes más información de este Pase.

Sin duda la región merece más tiempo que nuestra fugaz visita, hoy creo que le hubiera dedicado un par de días…pero en un país con tanto por ver siempre toca hacer concesiones, sacrificios viajeros…

Acabamos aquel jueves buscando un lugar para cenar en la tokiota calle Omotesando, comiendo de postre unos clásicos crepes en Takeshita Street, viendo deambular cosplays con sus disfraces, …y con un baño reponedor en el super onsen de nuestro hotel.

Si cierro los ojos y pienso en Japón, la silueta del volcán con los colores del otoño, rápidamente aparecen en mi memoria… Fuji es nuestro número 2 en el top del viaje, allí fue el lugar donde más paz sentí… y el primer momento de la ruta en el que me sentí en mi lugar 😉 en mi hábitat.

Ya te conté aquí el que ocupa nuestro top 3 viajero ☺ …Nos falta el top 1 del viaje que pronto os contaré 😉 Mientras tanto, aquí en el blog, tenéis mucha más información para viajar a Japón por libre…curiosidades, ideas,… pequeñas historias.