Seguro que alguna vez has lanzado o has visto lanzar una moneda a una fuente, pozo, estanque,… al río de un portal de Belén… pero ¿por qué se hace?, de donde viene esta ¿costumbre? ¿moda? ¿tradición? ¿superstición?
Pues aunque su origen no está muy claro, parece ser que los romanos están detrás de este viejo ritual, para ellos era una forma de dar las gracias a los dioses. Al principio dejaban algunas ofrendas de comida, arrojaban flores,… pero con el tiempo, comenzaron a lanzar monedas, decían una pequeña oración y pedían salud.
Desde la antigüedad se conocen las propiedades curativas del agua, es por ello que muchas culturas primitivas sumergían a los recién nacidos en un lago, o en un río,… un ritual que aún se mantiene con el rito bautismal.
El agua es vida, puede ser medicinal, tiene un punto mágico,… se ha considerado un regalo divino, y son muchas las culturas que creen que en ella habitan espíritus, hadas,… guardianes de los dioses…
Los celtas arrojaban piedras, y observaban las burbujas y los sonidos que producían para así presagiar su fortuna. Y cuenta la Historia, que no siempre se lanzan piedras o monedas, en Inglaterra se arrojaban alfileres para protegerse de los embrujos y mal de ojo, también se tiraban botones, o pedacitos de telas,… para pedir salud.
El agua se relacionaba con los dioses, con la salud y la fertilidad, las monedas se relacionaban con la suerte, con el porvenir. Y su lanzamiento se convirtió en un supersticioso juego, si al lanzarla al agua salía cara, significaba que tu deseo se cumpliría, si salía cruz, no se cumpliría…
Han pasado siglos y siglos y el lanzamiento de monedas se sigue practicando, es una superstición y turistada con raíces milenarias, hay distintos rituales, que si con los ojos abiertos, ojos cerrados,… y un amplio catálogo de deseos.
En la emblemática Fontana di Trevi existen distintas versiones del ritual, la más conocida dice que si lanzas una moneda con la mano derecha, de espaldas a la fuente, y sobre el hombro izquierdo… regresarás a Roma. Otras versiones, impulsadas por el cine, dicen que si lanzas una segunda moneda te enamorarás de un italian@, y si lanzas una tercera te casarás en Roma.
Millones de turistas=millones de monedas ¿dónde va a parar todo este dineral de las fuentes del mundo? pues depende.
Cuando son pocas monedas, dicen que son los operarios de limpieza quienes se reparten el dinero, …pero cuando hablamos de grandes cantidades, hay otros destinos para la recaudación. Lo habitual es que sea invertido en el propio mantenimiento de la fuente, estanque,… o que sea donado a entidades benéficas sin ánimo de lucro.
Las cifras sorprenden, en algunas fuentes la recaudación puede ser brutal. En la romana Fontana di Trevi se recogen al día unos 3000 euros. En 2018 se recaudó, nada más y nada menos, que un millón y medio de euros. Desde 2001 a 2018 el dinero se destinaba a Cáritas, pero desde 2019 el Ayuntamiento lo gestiona, lo destina a mantenimiento y conservación del Patrimonio de la ciudad y a proyectos sociales.
En las famosas fuentes musicales del Hotel Bellagio en Las Vegas, se aspira literalmente unos 11 mil euros semanales que son donados a ONG locales que construyen viviendas. Los Parques Disney no proporcionan cifras pero dicen que donan todo lo recogido a entidades relacionadas con la infancia.
Se estima que la recaudación de todas las monedas del planeta puede superar los 10 millones de euros al año.
Y sí, a veces también se producen robos, como el que ocurrió en 2011 en un parque de atracciones en las afueras de Melbourne, donde robaron unos 30 mil euros recaudados en una década.
Hay sitios donde está permitido arrojar monedas, hay ‘pozos de los deseos’ en Toledo, en A Coruña, en Turquía,… en Almendralejo, en Japón,…
Pero atención que también hay muchos lugares donde está terminantemente prohibido. Pueden suponer un problema porque las fuentes no tienen mecanismos adaptados y se atascan, estropean… Y a veces también suponen un impacto medioambiental cuando son arrojadas a cauces naturales. Por un par de moneditas no pasaría nada,… pero somos tantos los humanos… y somos tan ‘monkey see, monkey do = culo veo, culo quiero’ , que acaba convirtiéndose en un serio problema.
No mola arrojar monedas en cuevas, cenotes, … ni en las sensibles pozas de colores de Yellowstone National Park.
Allí tuvieron problemas con el lanzamiento de monedas en las delicadas y coloridas pozas geotermales y geiseres. Recuerdo que un cartel del Parque explicaba el cambio de color de la pool llamada Morning glory, que en los años cincuenta lucía azul matutino, y con las muchas monedas, se colapsó, bajó la temperatura, cambiaron los microorganismos que en ella habitan… y se alteró su coloración.
También recuerdo de la visita a los Jameos en Lanzarote, que las turísticas monedas pusieron en peligro el delicado ecosistema. Pese a los carteles que advierten en todos los idiomas… la prohibición no se respetaba, y tuvieron que recurrir a cámaras de vigilancia para poder sancionar a los turistas irresponsables.
A veces parece que la superstición y el culo veo culo quiero pesan más que el sentido común. Así que, antes de lanzar una moneda, asegúrate de que lo haces en el lugar correcto, nada de ignorar las prohibiciones,… ¡¡Ah!! y asegúrate de formular muy bien el deseo 😉 porque el orden de las palabras altera el producto.
Te Cuento de Viajes 
Puedo entender la ignorancia… Pero despues de estar aclarado con múltiples carteles, erre que erre….hay que ser muy palurdo…
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Así es amigo, la ignorancia se entiende, pero cuando hay prohibiciones con carteles… me da coraje que cada uno se crea el ombligo del mundo, que sea más chulo que un ocho… y que haga lo que le de la gana… Hay palurdos a cascoporro.
Gracias por la foto y la visita mi querido Chili 🙂 Un abrazote!!
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Vaya millonada con las monedas de las fuentes. En Trevi por más que tiramos, ya ves, ni hemos vuelto, ni boda a la italiana 🙂 Donde sí pareció funcionarnos fue en una pequeña fuente austriaca en Hallstatt, donde bebieron Francisco José y Sissí. Casi me ahogo de tanto que bebí, pero volvimos.
Un besote 😉
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Cuando busqué el dato de la recaudación y lo encontré… me quedé un poco ‘estupefactada’ 😀 parece una inversión chachi piruli 😀 jajaja se pone la fuente… y chimpún 😀 produce dinero sola 😀
Bueno… yo añadiría un por ahora no has vuelto a Roma 😉 quien sabe compañera viajera… alguna escala aprovechable,…algún concurso-ofertón… algún plan romántico… una escapada fugaz…
Gracias por la compañía linda Salo 🙂 un abrazote grande de wellcome 😉 me alegra que hayáis podido disfrutar del Norte. Tres besotes a repartir.
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Hola Cristina.
Buen trabajo divulgativo.
Hace unos años visité Roma.
No tiré monedas a la fuente, creo que la suerte o los deseos pueden venir sin tener que tirar el dinero al agua. Comprendo que a alguien le guste hacerse una foto lanzando la moneda y si se recoge el dinero con frecuencia, todos contentos, el turista tiene su foto y el ayuntamiento recauda una pasta.
Pero una cosa es una fuente y otra cosa es un cauce natural.
También visité hace unos años Lanzarote. Tampoco tiré monedas al agua. El impacto que causan los metales en el agua es tremendo. Como bien has dicho, siempre habrá el típico irresponsable que piense que por unas monedas no pasa nada. Si pasa. Se contamina el agua. El agua no necesita cobre, hierro, níquel ni cualquier otro metal.
Y no solo es el agua. Un amigo visitó hace un año las cataratas de Iguazú.
El guía no hacía más que rogar que no se tirara monedas al agua. Los peces ven caer al fondo objetos brillantes y se los tragan pensando que es una presa.
El año pasado se retiró de las cataratas 90 kilos de monedas y no solo monedas, también chatarra. Hay parejas que amarran un candado a las barandillas y luego tiran la llave por las cataratas.
A los costes de limpieza hay que sumar la peligrosidad que supone hacer ese trabajo.
https://www.clarin.com/sociedad/hallazgo-cataratas-recuperan-90-kilos-monedas-lecho-rio_0_MONKBby4.html
Si tu publicación cala en la mente de un solo turista irrespetuoso con la naturaleza me doy por contento.
Un saludo.
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Hola vecino Elcuaz! 🙂 Me alegra que te haya gustado. Así es, por lanzar monedas en lugares permitidos no pasa nada… el problema está en los cauces naturales y en las fuentes no destinadas a este fin que acaban atascadas (por ej. en NY en la fuente del World Trade Center están teniendo problemas de atascos al no estar preparada para este fin). Se entienden estos atascos… parece que en la Fontana se recogen al año unas 6 toneladas de monedas.
El caso de Iguazú me recuerda en algo al caso que comento de Yellowstone, porque allí además de monedas también se encontró chatarra y basura variada…alguna ha salido lanzada por los aires por los géiseres y la exhiben en un museo del Parque para concienciar.
De los llamados ‘candados del amor’ hablé hace muy poquito, la semana anterior, https://tecuentodeviajes.com/2020/08/05/los-candados-del-amor-una-moda-fea/
Muchas gracias por la compañía, por sumar y por quedarte cerquita del blog. Un saludito!
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tus reflexiones viajeras mejoran el verano. te abrazo
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… y tu visita me alegra el día querida Note 🙂 Muchas gracias por pasar por aquí, te mando el abrazo complementario al tuyo y besitos dulces como las tartas de calabazas 😉
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Enhorabuena por un artículo diferente y muy curioso, confieso que yo también «caí» en la Fontana de Trevi. Saludos viajeros.
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Muchas gracias Raúl 🙂 me alegra que te haya parecido interesante 🙂 espero que vuelvas a Roma tras ese lanzamiento de moneda 😉 Gracias por pasar por aquí y sumar. Un saludito viajero!
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De vuelta de mis vacaciones en tiempo del coronavirus, me he encontrado con esta entrada tan interesante (todas las tuyas lo son, pero esta es especial pues toca un tema en el que no había reparado como debe ser). Creo qye mi mujer y yo también lanzamos hace muchos años una monedita en la Fontana de Trevi, como un turista más. Una de esas tonterías que uno hace porque todos lo hacen. Vamos, lo de monkey see, monkey do, ja,ja,ja. Y es que somos como monos de feria. Aparte de ese episodio romano, nunca más he hecho algo parecido y me parece una sandez. Como la de beber agua de la fuente de Canaletas en Barcelona, para así volver a la Ciudad Conal otra vez.
En los Jameso el agua no me percaté que nadie echara una moneda ni vi ninguna advertencia en contra, se guramente porque estaba mucho más atento a los cangrejos albinos y ciegos, je,je.
Lo
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¡Bienvenido querido Josep! espero que hayan cundido esas vacaciones y que no hayan sido muy covid-rarunas.
Me alegra que te haya parecido curiosa la entrada 😀 Jajaja todos en algún momento de nuestra vida hemos hecho algún ‘monkey see monkey do’ 😀 diferentes edades, contextos,… Además es una habilidad que tenemos en nuestros primitivos genes 🙂 nos viene de serie y nos ayuda a aprender 🙂 y a mimetizarnos. Si a esto le sumas la superstición, o las modas, o x… salen estas cosas absurdas-rarunas 😀
Precisamente en el cartel contaba como las monedas arrojadas perjudicaban al emblemático cangrejo 😦 ahora con la videovigilancia espero que a los lanzadores compulsivos se les corte el rollo.
Gracias por pasar por aquí compañero 🙂 te mando un abrazo enorme de bienvenida.
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No sé cómo, pero se me ha escapado la publicación de mi comentario sin darle a «Publicar comentario», je,je.
Quería terminar diciendo que sí recuerdo la prohibición de coger piecras volcánicas en el Teide y, sin embargo, ver cómo algunos turistas, después de observar que nadie les veía (o eso creían) se agachaban para recoger su propio souvenir.
Un abrazo.
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Cibercosas que pasan 😀 jaja. Uy sí lo de las piedras en el Teide y diría que ya casi en cualquier parte,… y coger arena de las playas del mundo a modo de recuerdo…o caracolas/conchitas… en el post ‘culo veo culo quiero’ hablaba de cómo perjudican estas prácticas… Hay modas muy dañinas 😦 …y mucho ‘monkeyseeduismo’ 😀 jajaja
Gracias por sumar compañero 🙂 Otro abrazo grande de bienvenida 🙂
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