Curiosidades viajeras: Ginkgo, el árbol de la sabiduría y de la esperanza

Antes de los dinosaurios, antes de que existieran las flores y el hombre, hace más de 250 mil años, ya existía un árbol muy especial llamado Ginkgo biloba. Un árbol único en el mundo, un fósil viviente, sin primos ni hermanos que se le parezcan.

gynkgo en la isla de Miyajima Japón

Es también llamado nogal japonés, pero tiene muchos más nombres; árbol de las pagodas, árbol de los templos, albaricoque de plata, ojo blanco, ojo del espíritu, pie de pato, cabello de doncella, el árbol del abuelo y el nieto, el fósil viviente,…el árbol de la sabiduría… y el árbol de los 40 escudos, por ser ése el loco precio que pagó un aficionado parisino por la compra de cinco ginkgos.

kimonos en Japón

Es un árbol muuuy longevo, dicen que hay ejemplares que rondan los 2500 años.

Y hace más de 900 años que los monjes budistas conocen sus propiedades, sobre todo lo consideran como una especie de vacuna contra la senilidad y demencia,… ellos toman infusiones de ginkgo para memorizar los largos sutras. También dicen que protege de los ataques al corazón, gastritis, mejora la circulación… tiene muchos usos en la medicina tradicional oriental.

Otoño en Kanazawa noviembre

En Japón aprendí que su resistencia y fortaleza a las condiciones chungas son espectaculares, sobreviven en condiciones de poca luz, con pocos nutrientes y es super resistente a insectos, hongos, bacterias, fuego, rayos… y a la radiación de las bombas atómicas. Cuando la ciudad de Hiroshima fue arrasada, el ginkgo fue un superviviente. Al año de aquella terrible explosión, entre los escombros del templo Housenbou, rebrotó un ginkgo.

Aún hoy puede verse el ejemplar acompañado de un cartel donde pone ‘No más Hiroshima’. Los japoneses apodaron Hibakujumoku a los árboles que sobrevivieron a la bomba atómica, literalmente significa algo así como ‘árboles bombardeados’, y son considerados ‘portadores de esperanza’.

Ginkgo en Hiroshima

Su ADN es unas 3.5 veces más largo que el ADN humano, contiene más de 40mil genes, y muchos de ellos les sirven para protegerse de las amenazas exteriores, atacar a patógenos, crear sustancias, activar alarmas,… poseen un super sistema de defensa que lo hace casi inmortal. Los científicos estudian todo este arsenal bioquímico para las industrias farmacéuticas.

Ginkgos en Akihabara Japón

Su dispersión por el mundo se debe a su mucha resistencia y a la mano humana. Es un árbol cosmopolita, y hoy pueden verse algunos ejemplares en Madrid, Barcelona, Berlín, Valencia, Holanda, Argentina, Bélgica… El cultivo más extenso se encuentra en Carolina del Sur donde sus hojas son recolectadas para obtener su extracto, también hay pequeñas plantaciones en Francia, cerca de Bourdeux.

Pero para verlo en su hábitat, hay que ir a Oriente, al Sureste de China, donde es considerado un árbol sagrado y forma parte de su Patrimonio Cultural.

Avenida de los ginkgos Tokio

En nuestro viaje a Japón abrí los ojos para estar pendiente de ellos, llevaba anotada la llamada ‘Avenida de los ginkgos’ para acercarnos a la zona. Se encuentra en Tokio, en el distrito de Meiji, y para pillar los árboles amarillos pletóricos, hay que afinar la puntería y visitar el país en otoño, coincidiendo con el momiji. En la capital tokiota las mejores fechas para disfrutar de los colores otoñales son finales de noviembre y sobre todo principios de diciembre.

palacio imperial en otoño tokio

Cuenta la leyenda que sus hojas fueron mariposas, son bilobuladas y cambian de un bonito verde a un llamativo amarillo dorado. Me mola su color, su forma y su curiosa aerodinámica, se lanzan al vacío como elegantes bailarinas kamikazes, girando sobre sí mismas y dibujando largos tirabuzones.

Las pequeñas semillas son algo carnosas, comestibles, medicinales,… Las femeninas son ‘pestosísimas’ cuando se pudren y son pisadas, por ello se suelen elegir ejemplares masculinos para ornamentar las calles. 

banco con hojas en otoño

En China se comercializan las semillas y se regalan en bodas, en Tokio es considerado símbolo de la ciudad, ha inspirado postres y peinados de samuráis, de mujeres y de luchadores de sumo,… forma parte de la cultura.

mobiliario urbano Japón

El otoño en Japón es espectacular, ellos practican la llamada ‘caza de los colores del otoño’, momiji gari, toda una tradición milenaria que ha llegado a nuestros días y que a mi me fascinó. Sin duda, el otoño japonés está en nuestro top del viaje, si visitas el país en otoño, recuerda… abre tus ojos y mira hacia arriba.

otoño en Tokio

Me molan los árboles en su salsa, en su contexto, pero también me interesa el paisajismo urbano, me fijo en las especies que habitan en las calles y avenidas, en los parques y jardines… Ya os hablé donde ver curiosos baobabs y hoy le ha tocado al verde-dorado ginkgo, uno de los organismos más antiguos del planeta.

¿Y tu, le prestas atención a los árboles?  ¿conocías el ginkgo molón 🙂 ?

Hojas secas de ginkgo

20 respuestas a “Curiosidades viajeras: Ginkgo, el árbol de la sabiduría y de la esperanza

  1. Pues ni idea de este árbol, yo siempre había pensado que la mejor época para ir a Japón era en primavera para ver los cerezos e flor pero veo que otoño tampoco está nada mal, saludos viajeros.

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    1. Pues me alegra haberte presentado a este fósil viviente molón 🙂 Japón en primavera debe molar mucho mucho, pero el otoño nipón es también muy espectacular, y comparado con la efímera floración de los cerezos, el cambio de color de las hojas dura más y es digamos más fácil pillarlo/cazarlo 😉 Por si te animas alguna vez a visitar el país te dejo por aquí este post que escribir sobre ‘cuándo viajar a Japón’… Nosotros queremos volver para conocer su primavera 🙂 sin duda es un destino fascinante que suele dejar con ganas de más 🙂 https://tecuentodeviajes.com/2018/12/19/cuando-viajar-a-japon/
      Muchas gracias por la compañía 🙂 un saludo viajero.

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    1. Tu si que eres chuli amiga 🙂 me alegra que te haya molado y que hayas conocido un poquito más al curioso ginkgo.
      Habrá que seguir soñando un ratito más…gracias por soñar conmigo. Ayyy que rico ese abrazo, me viene genial, me enrosco y te mando besitos.

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  2. Nunca he viajado tan lejos 😟 Pero despues de tanto movernos por el campo … El otoño es la mejor epoca sin dudas… Por aki cerca tenemos los castaños que son viejos (no tanto) y dan un otoño espectacular !!!

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    1. Eso del lejos y cerca es relativo mi querido amigo 😉 Yo también soy muy fan del otoño 🙂 y también valoro lo que tenemos a la vuelta de nuestras esquinas 🙂 Por aquí castaños, un poco más arriba robledos, halledos… todos tienen sus encantos. A los castaños de Pujerra ya les dediqué este otro post, lo dejo por aquí por si hay más ganas de otoño. https://tecuentodeviajes.com/2018/10/03/momiji-a-la-vuelta-de-la-esquina-ver-colores-de-otono-en-andalucia/
      Gracias por sumar y por la compañía, dos abrazos grandes a repartir.

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  3. Hola, sin dudas que presto atención a los árboles y muchas veces me quedo contemplando algún paisaje arbolado donde las diferentes especies se mecen cada una de su modo particular con el mismo viento que los acaricia a todos.
    En el caso del maravilloso árbol del que nos hablas aquí, no he visto nunca uno (creo) pero sin lugar a dudas es el rey Supremo de los árboles chulos. Enhorabuena por esta entrada tan informativa.

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    1. Hola Alfredo, muchas gracias por acompañarme en este paseo otoñal 🙂 Me alegra mucho que te haya gustado el relato sobre este precioso fósil viviente. Sigue con los ojos abiertos, quizás algún día, en algún parque, jardín botánico, avenida,…viaje,… te lo cruces con su característica copa picuda meciéndose al viento.
      Muchas gracias por tu tiempo y por la compañía. Un saludito.

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  4. Uma belíssima árvore e de grande singularidade também nas folhas.
    Nunca esquecerei uma visita que fiz nesta altura do ano aos Kew Garden em Londres, e a imagem das enormes e maravilhosos Ginkgo Biloba totalmente amarelas. As árvores e o chão em seu redor. Inesquecível!
    Aconselho vivamente essa visita a esses jardins durante o mês de Novembro.

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  5. Por supuesto que le presto atención a los árboles, maifrén. Por suerte desde hace un tiempo se le da bastante importancia para vestir calles y plazas. Aquí en mi ciudad hay unos en una de las calles principales que se cubren de flores fucsia en la primavera y dan colorido y alegría a la calle en cuestión. Hasta se combinan con los colores de algunos escaparates. Es maravilloso verlos.
    El gingko me suena de cosméticos sobre todo y también me suena de alguna de tus ilustraciones, si no me falla la memoria. Tienen unas hojas con una forma preciosa, como abanicos, pero no conocía esas propiedades que dan casi inmortalidad y mucha longevidad, mejoran la circulación y la memoria, tendré que probarlo. Besotes virtuales otoñales.

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    1. De ti me lo esperaba maifrén 😉 of course 😀 A mi también me encanta verlos colorear las calles con sus hojas y flores. Por suerte en los últimos tiempos se le presta más importancia al paisajismo urbano, pero digamos que hasta ‘antes de ayer’ no era así … no se tenía muy-nada en cuenta el paisajismo en el diseño de las ciudades. Ahora ya tenemos incluso edificios que son jardines verticales, aeropuertos con selvas como el de Singapur… que te voy a contar yo a ti 😉
      Pues sí en herbolarios y mundo cosmética,…suele aparecer este fósil viviente. Y buena memoria maifrén 😉 en una ilustración, donde usé técnica mixta, empleé una hoja 🙂 y las que cierran el post también son algunas que me traje para hacer un marcapáginas, me dijo el anfitrión de un ryokan que como es un árbol tan resistente protege muy bien el papel, al parecer funciona genial para repeler insectos bibliófagos 😀
      Gracias por sumar y por la compañía amiga 🙂 un abrazo otoñal y besitos de colores.

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      1. 😮 Curioso lo que me cuentas de los emojis 😮 porque yo veo los míos y los vuestros, y los veo en el PC y en el móvil, ahora me quedo con la intriga tecnológica 😀 investigaré el tema a ver si ‘no sois vos, soy yo’ o viceversa 😀
        Me alegra enseñarte cositas nuevas de mi mundo bichuno 😉 Un abrazo maifrén.

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  6. Pues sí, conocía a mi amigo Ginkgo biloba y tengo una hoja en mi herbario. En el jardín que rodea el edificio de la Universidad Central de Barcelona hay un ejemplar enorme y siempre que me topaba con él me admiraba la forma de esas hojas en forma de abanico. Desconocía, sin embargo, su dotación genética, y casi me da miedo pensar que algún día llegue a evolucionar tanto que adquiera capacidades superiores a las humanas, ja,ja,ja.
    De momento, nos contentaremos con sus propiedades curativas que, por cierto, están muy controvertidas. A mi suegra, que sufre una fase inicial del Alzheimer, le han recetado un medicamento a base de un extracto de Ginkgo para mejorar su estado cognitivo, basándose en una supuesta actividad vasodilatadora cerebral. Ya te contaré.
    Un abrazo.

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    1. Que suerte haber tenido ese ejemplar cerquita 🙂 Pues esa hoja de tu herbolario que sepas que funciona como insecticida 😀 al menos eso me dijeron allí, que la hoja de gynkgo protege de los animales bibliófagos 😀
      Jajaja 😀 sí que parece que tiene casi super poderes… y sí que hay controversia en la industria bioquímica-farmacológica… Ojalá esa medicación ayude/frene/palie la enfermedad de tu suegra, ya me contarás.
      Gracias por sumar y por la compañía 🙂 Un abrazote grande y sabático.

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