Habíamos visitado Jasper N.P., conducido por la escénica Icefield Parkway, y ahora conoceríamos algunos de los atractivos de los Parques Nacionales de Yoho y Banff.
Teníamos previsto dedicar seis días a esta imperdible región de las Rocosas Canadienses… pero la previsión meteorológica hablaba de lluvia y nieve, y decidimos cambiar los planes sobre la marcha. Regresaríamos antes a Vancouver, así tendríamos algo más de tiempo para disfrutar de la cosmopolita ciudad.
El P.N. Banff está considerado Patrimonio de la Humanidad. Es el Parque más antiguo de Canadá, fundado en 1885, y es el tercero de Norteamérica después de Yellowstone y Mackinac. Aquí en España, el primer Parque Nacional declarado fueron los Picos de Europa allá por 1918.
Es un amplia región muy interesante para explorar, con más o menos profundidad, en función del número de días disponibles:
– Al oeste limita con el muy cercano P.N.Yoho, sin duda otro de los Parques imprescindibles para visitar.
– A unos 200 km aprox. se encuentra Glacier N.P., que si se dispone de tiempo también puede visitarse. Nosotros estuvimos muy tentados, debe molar.
– Al Sur se encuentra el P.N. Kottenay que también a veces suele incluirse en la ruta pero atención, sufrió importantes incendios en 2017 y quizás sería interesante conocer el estado del Parque antes de visitarlo. También al sur se encuentra Waterton Lakes N.P pero que también se vio afectado por el fuego. Ya sabéis que si hacéis clic en el nombre del Parque os llevo a la web oficial para obtener más información del estado, avisos, actividades, mapas…
Y si quieres darle un punto urbano, a 130 km tienes la gran Calgary.
La región tiene panorámicos tesoros y muchos encantos. Bosques, lagos, glaciares, fauna,…cañones, valles, praderas, senderos, aguas termales… Rincones tan escénicos, que hay que estar dispuestos a compartir con los demás… Es cierto que hay muchos turistas, pero es lo que tiene la belleza extrema, que nos gusta a todos…
El pequeño pueblo de Banff, es una localidad de unos casi nueve mil habitantes, perfecta para establecer la base y conocer los muchos atractivos de los alrededores. Nosotros nos quedamos en el Big Horn B&B, y no lo recomendaría, digamos que le faltaba “un mucho” de mantenimiento, pero puede servir para un apaño.
Por supuesto en el cómodo pueblo hay de todo lo que el turista pueda necesitar, cajeros, supermercados, restaurantes… franquicias tipo Mc Donald’s y Starbucks… un centro comercial,… algún pequeño museo y alguna galería de arte…
Y aunque no uso joyas, me llamó mucho la atención el alto número de joyerías. Al fijarme en algún escaparate con más detalle entendí porqué había tanto mercado. Allí se vende una rara gema orgánica y valiosa, muy exclusiva de la zona, llamada ammolita. Es junto con el ámbar y las perlas una de las tres gemas bio-génicas que existe y proviene de la concha de los amonites (moluscos extintos). No tenía ni idea de que existía… y en bruto o trabajada era realmente original y preciosa. Los intensos colores irisados me parecían pequeñas auroras boreales encerradas en colgantes, pendientes, anillos…

Mucha vida concentrada en una avenida y un par de calles. Confieso que a ratos me pareció demasiado guiri-concurrido. Pero por ser positiva, con tanto guiri-gentío me encontré cincuenta dólares en el suelo y conocimos a tres toledanas muy simpáticas y super viajeras.
Para no extenderme demasiado y cansar os haré un resumen de los atractivos de los Parques Nacionales de Banff y Yoho, de lo que nosotros hicimos aquellos cinco días por la zona.
Justo en la entrada/salida del pueblo de Banff se encuentran Vermilion Lakes. Un conjunto de tres lagos ideales para el pajareo y para intentar capturar los reflejos del Mount Rundle. El extenso humedal de 11km es muy interesante para el avistamiento de aves acuáticas, limícolas y rapaces que nidifican en la zona. Antiguamente se cazaban bisontes en esta zona… hoy con un poco de suerte se pueden ver castores, ciervos,…
Muy cerca del pueblo de Banff se encuentra la Highway 1A conocida como Bow Valley Parkway: Una carretera escénica interesantísima para recorrerla muy despacio bicheando ☺ y a ser posible varias veces para darle alguna oportunidad a los osos 😉 Nosotros allí tuvimos varios avistamientos molones. En uno de ellos nos acompañaba una joven ranger que, para nuestra sorpresa, nos invitó a estar fuera del coche mientras observábamos a un oso comiendo bayas en una cercana ladera.
Nos encantó verlo comer, escarbar, caminar, …tan tan cerca, tan a su aire. La ranger vigilaba y respondía a los curiosos turistas que le preguntaban por el arma que llevaba en la mano. Era un pequeño fúsil de aire comprimido cargado con pequeñas canicas de plástico que, al ser disparadas contra el suelo, explotan y asustan al animal. Hizo allí mismo una demostración…que por suerte el oso ignoró y pudimos estar un buen rato disfrutando del momento… Hasta que el animal en su búsqueda bajó la ladera, todos de forma ordenada volvimos al coche y con un bocinazo la ranger lo asustó para retirarlo del asfalto… y desapareció.
En esta escénica carretera además de plantígrados ☺ pueden verse águilas, ciervos, coyotes…
También encontrarás un bonito paisaje, algunos miradores con aseos, zonas de picnic, algún lodge con pinta de carillo… Y por supuesto senderos que te acercan al histórico Castle Rock…
O el cercano sendero que lleva a Johnston Canyon, que nosotros recorrimos tempranito para no coincidir con mucha gente. Así que atención a los horarios que cuando regresábamos el cañón ya estaba un poco feria.
Es un sendero sin dificultad de unos 7 km totales, con algunas pasarelas volantes y estratégicos miradores para disfrutar de las vistas.
Por el camino se encuentran las Lower Falls…las primeras cascadas del camino a las que puedes asomarte desde un puente o desde una oquedad…
Y caminando un poco más se llega a las Upper Falls, que se disfrutan desde la seguridad de una plataforma. Las coloridas paredes amarillas de travertinos nos recuerdan la actividad geotérmica de la zona.
Si desde aquí se continua subiendo puede llegarse a un conjunto de pequeñas pozas geotermales llamadas Ink pots, pero nosotros preferimos regresar y acercarnos al cauce…
Y allí nos quedamos un ratillo haciendo algunas fotos…
En esta interesante Bow Valley Parway además de bichos, miradores, áreas de picnic…y más senderos que podéis consultar aquí… también están las fotogénicas vías del tren. Tan fotogénicas que hay una doble curva famosa con el nombre del fotógrafo que la inmortalizó. Pillar el tren en la conocida curva de Moran creo que es una cuestión de suerte, hay varios trenes al día pero aunque preguntamos no sabría decir un horario. Nosotros lo vimos de casualidad alguna tarde y una mañana, pero en modo «corre corre que no llegas».
No muy lejos de Banff se encuentran Johnson Lake, Two Jack Lake y el histórico Minnewanka Lake. Cada uno con sus encantos.
Minnewanka es el lago más grande del Parque Nacional de Banff, tiene 28km y 142m de profundidad. En él hay senderos, carriles bicis, un par de sillas rojas, excursiones en barco, áreas de picnic, algún restaurante… También se puede bucear y observar una pequeña aldea que quedó sumergida durante la Segunda Guerra Mundial cuando ampliaron la represa. Por lo visto, es una inmersión muy curiosa pues se conservan bastante bien un antiguo hotel, algunas viviendas, el pequeño muelle, algún puente, un pozo… Para los interesados dejo por aquí un par de enlaces de la web oficial de Parques sobre puntos de buceo y recomendaciones.
Debe de ser el lago con más misterios de todas las Rocosas 😀 mogollón. En sus alrededores aseguran haber visto nada más y nada menos que al mismísimo Don Yetti. Además para los Primeros Pobladores era y es, un lugar sagrado. En sus orillas se escuchan sonidos extraños, y en su interior dicen que existe una enorme sombra maligna tan grande como el propio lago. Para ellos Minnewanka significa agua de los espíritus y los europeos lo bautizaron como el lago de los demonios.
Yyyyy cuenta la historia que fue aquí donde aparecieron los restos momificados de un ser mitad hombre, mitad pez, al que llamaron mer-man. Hoy día los restos del muy sospechoso tritón acartonado se conservan y exponen en una vitrina de una histórica tienda de artesanía en el pueblo de Banff…Unos opinan que el primer dueño de la tienda compró el falso engendro en Japón, otros que lo crearon como un freak show para atraer clientes…

En los alrededores de la localidad puedes encontrar más senderos para todos los gustos y forma física, os dejo aquí el enlace para ampliar la info de los trails en el área de Banff.
Y para los amantes de las alturas… pueden subir en teleférico a Sulphure Mountain. Según fechas ofertan trayectos para ver amaneceres, atardeceres…o disfrutar de los cielos nocturnos. Os dejo por aquí el enlace de la góndola de Banff para consultar precios, horarios, actividades…
Y tras acabar un largo día, o como un plan B para un día de lluvia, o simplemente para relajarse un poco…puede molar un baño en alguna de las zonas termales de los alrededores de Banff. Los precios rondan 6-7$, hay taquillas, duchas…os dejo por aquí el enlace para ampliar la info de estas panorámicas piscinas-spas; Radium, Banff y Miette Hot Springs.
Dos de las super estrellas del Parque Nacional de Banff son los imperdibles; Moraine Lake y Lake Louise, dos diferentes lagos muy espectaculares…y concurridos. Aquí mucho me temo que es complicado escapar de la gente, pero madrugando, o visitándolos a última hora de la tarde, puede disfrutarse del lugar con algo de más tranquilidad.
Moraine Lake tiene una zona de aparcamientos pequeña, y a veces está tan concurrida que habilitan parkings adicionales y servicio de bus gratuito que te llevan hasta el lago. Nosotros visitamos la zona en un par de matutinas ocasiones. Una de las veces, aunque llegamos muy temprano, ya estaban desviando el tráfico al parking adicional y tuvimos que hacer cola y esperar el bus.
La segunda vez madrugamos aún más, porque queríamos fotografiar el amanecer, y sí pudimos aparcar en el ya casi abarrotado parking junto al lago.
Para disfrutar de las mejores vistas panorámicas hay un escalonado sendero, rock pile, que sube a varias rústicas terrazas-miradores. Desde esta pequeña altura la visión del lago, las morrenas, los glaciares… el valle de los 10 picos… te dejarán sin aliento.

Así que no es necesario trepar por las grandes morrenas que dan nombre al lago, …no hace falta hacer la cabra. Había muchos turistas tan acelerados, que bajaban del bus tan corriendo, que ni veían el camino de subida, y escalaban por las enormes piedras creyendo que era el acceso.
Aquí, además de disfrutar de las vistas desde los miradores, se puede alquilar un kayak, hacer escalada, tomar algo en el restaurante/cafetería, comprar recuerdos, dormir en un lodge…o explorar algunos de los senderos.
Nosotros caminamos por la orilla del turquesa lago, un paseo de unos 3 km sin ninguna dificultad.
Y también hicimos un par de trails por la zona. Nos acercamos a Consolation Lake, un coqueto lago entre glaciares, morrenas y un puñadito de las curiosas formaciones geológicas llamadas hoodoos. Son unos 6 km con poca dificultad, quizás el último tramo sobre las enormes piedras es algo más incómodo, pero apenas son unos metros.
Recordar echar un vistazo a los carteles que suelen colocar al comienzo de algunos senderos informando del “estado de los osos” ☺ Dependiendo de las fechas, a veces el trail puede estar cerrado, o ser obligatorio o recomendado ir en grupo de 4 o 5 personas. Las multas por incumplimiento rondan los miles de dólares.
Nosotros lo encontramos abierto pero con recomendación, no obligación, de ir en grupo de cuatro. Comenzamos a caminar junto a una pareja de chinos…pero entre el escándalo de sus cascabeles antiosos, el paso algo torpón, la barrera del idioma…y viendo que en el sendero había ajetreo humano…confieso que acabamos desmarcándonos “sin querer queriendo”.
También exploramos el sendero que lleva al Larch Valley. No era primerísima hora, pero tampoco era demasiado tarde…y aquello me pareció una auténtica romería 😮 . Pese a que el sendero es de dificultad moderada -son 4km de subida y subida y más subida, con unos 535 m de desnivel, con pocas vistas y pocos atractivos- aquello estaba hasta arriba de chinos, locales con niños, abuelos,… un guía escandaloso… Y aunque muchos se daban la vuelta, otros continuaban. Aquí me cabreé… para mi gusto, tanto gentío, le quitaba mucho encanto al lugar.
El premio son las vistas panorámicas del valle molón, con los diez enormes picos alrededor y todo salpicado de los amarillentos larchs. Aquí aprendí que los larchs, los alerces, son una especie de conífera muy característica de los llamados bosques boreales, y sin duda el dorado de sus caducas agujas le daba mucho punto al lugar. No es habitual que las coníferas cambien de color y pierdan sus agujas, y es por ello que, desde mediados a finales de septiembre, el valle se convierte en un lugar de peregrinación para disfrutar de estos cambios cromáticos que dan la bienvenida al otoño. Nosotros no lo sabíamos…y yo no iba mentalizada para tanto peregrino.
Si se quiere evitar el momento romería y disfrutar de los amarillos árboles en más intimidad, la web de Parques te propone ocho senderos alternativos en otras zonas que puedes consultar aquí.
Llegamos hasta los pequeños lagos, Minnestima Lakes, que quedan a los pies de Sentinel Pass. Si se continua el sendero, y se sube el paso de montaña, se llega a Paradise Valley…un segundo premio que seguro que mola. Pero nosotros, al ver el reguero de turistas que subían el escarpado paso en fila india, ver como algunos volvían algo indispuestos por el mal de altura…, decidimos no continuar. Os dejo aquí el enlace a la web oficial donde podéis ampliar la info.
Moraine Lake es tan tan bonito que puede incluso merecer un par de visitas en distintos momentos, para recrearse con las distintas luces, con amaneceres y atardeceres que iluminan los picos…para disfrutar de sus psicodélicos reflejos…
A unos 54 km de Banff se encuentra Lake Louise, la otra estrella imperdible del Parque y uno de los lagos más visitado del mundo. Su fácil acceso, las vistas a los glaciares, lo espectacular del lugar… hicieron que a principio del siglo XX se convirtiera en un auténtico reclamo turístico.
Para cubrir las necesidades de los ricos viajeros, la Canadian Pacific Railway acabó construyendo un lujoso hotel. Un chateau que para muchos es horrendo y desentona… y para otros es precioso y decorativo. El clásico hotel Fairmont es visitable en algunas zonas, ofrece alojamiento, servicio de restauración y vistas panorámicas.

Sin duda el lugar sigue siendo una zona turística. Apenas a 5km del lago se encuentra la Villa de Lake Louise, con un supermercado, un centro de interpretación, algunos guiris-restaurantes y poco más. Por su estratégica ubicación es una base muy interesante, pero la oferta de alojamientos es limitada y algo cara. Por lo que sé, para autocaravanas y acampadas es una zona perfecta, pero atención que la demanda es muy alta y hay que reservar on line con bastante antelación, o allí intentar llegar temprano a los campings para reservar sitio.
Nosotros visitamos el lago en un par de ocasiones. Estuvimos una tarde con mucha gente y algo de nubes, y una fría mañana con menos gentío y más tiempo para recorrer algunos de los muchos senderos.
El pronóstico meteorológico anunciaba un poco de nieve a primera hora, pero por suerte luego la previsión mejoraba. Preparados para las inclemencias y con los planes flexibles por si había que darse la vuelta, comenzamos el sendero Plain of Six Glaciers. Un trail de dificultad moderada, de unos 10km ida y vuelta, con un desnivel suave y continuo.
Nos adentramos en el valle y pronto comenzaron a caer delicados copos amorfos. De repente todo tenía un puntito aún más canadiense, y sin duda, la subida me pareció más encantadora con aquella cómoda nieve que a ratos nos acompañaba.
Un poco antes de llegar al final del sendero, encontramos un primer mirador con algunos paneles que explican un poco de la geografía y la historia del lugar. Los nombres de los principales picos y de los seis glaciares, los primeros montañeros/as que exploraron la zona… También hay algunos bancos, aseos y una curiosa “Tea House”.
Estas casas del té, con alma suiza y maquillaje tibetano, también estaban pensadas para esos primeros turistas de comienzos de siglo. Los guías los traían hasta los pies de los glaciares y luego aquí les ofrecían un té.
También servían de refugio por si las condiciones del tiempo cambiaban… como nos ocurrió a nosotros. Comenzó de nuevo a nevar con algo de más ánimo y decidimos tomar algo caliente en el histórico lugar para hacer algo de tiempo.
Por suerte el blanco chaparrón duró poco y pudimos continuar el kilómetro mal contado que nos faltaba para llegar al final.
Dejamos atrás los árboles y comenzamos a caminar por una morrera lateral que nos acercaba a las vistas del glaciar Victoria y a lo poco que ya queda del glaciar Jefrey.
Desde el mirador vemos, las lejanas grietas en el hielo, las nubes que vienen y van, las imponentes cimas, el lago turquesa encogido desde las alturas… Dicen que a veces pueden oírse lejanas avalanchas… pero nosotros solo escuchamos el viento encañonado entre el valle y los glaciares.
El regreso lo hicimos desviándonos hacia Agnes Lake para cerrar un loop de unos 17km totales. Aquí hay una segunda casa del té, pero la encontramos tan concurrida que preferimos quedarnos en un banco a la orilla del lago.
Por el camino salió el sol, saludamos al pequeño Mirror Lake, vimos alguna blanca cabra remota,… y dejamos atrás el comienzo del trail que lleva al Beehive, el pico más alto de la zona.
Dicen que la subidita es dura-moderada y el super premio son las vistas panorámicas del Lake Louise… Nosotros nos conformamos con menos.
Por supuesto en el lago y en sus alrededores puedes alquilar un kayak, montar a caballo, buscar fauna, tropezar con más paneles de interpretación…
Son zonas tan turísticas que desde mediados de los 90 existe una gestión medioambiental aún más conservadora. Es por ello que es necesario solicitar permisos para visitar determinadas zonas como Sunshine meadows, en las proximidades de Banff, o el muy solicitado O’Hara Lake en el Parque Nacional de Yoho.
Para ir a Sunshine meadows basta con acercarse a la estación de esquí donde se toma un autobús que, por 20$ aprox., te llevará al comienzo del alpino sendero.
Para ir a O´Hara Lake y a Oesa Lake, en el cercano P.N. de Yoho, hay dos opciones. La más habitual es intentar obtener una plaza en el bus que por unos 24$ te lleva al inicio del sendero. Pero aquí es imprescindible reservar con tres meses de antelación a través de la web oficial o por teléfono. Al ser un trail muy demandado, es difícil conseguir plaza, pero no es imposible 😉 os dejo aquí el enlace a un Tip donde explican trucos y consejos muy útiles.
La segunda opción es subir caminando por una pista con pocos atractivos, 11km y un desnivel de 500m. Visitar los lagos y regresar también andando, porque la bajada en el bus no está garantizada aunque ese día vaya vacío.
Si la caminata hasta el lago del coronel O’Hara merece o no la pena dependerá de a quien le preguntemos. Había quien nos decía que sí sin dudarlo, y que la subida no era para tanto. Y había quien nos decía todo lo contrario; que la subida era dura, que vieron a personas afectadas por la altura y/o el esfuerzo, que esperaban más de los lagos, que con lluvia no molaba…
Nosotros intentamos reservar plaza desde casa a través de la web …pero llegamos un pelín tarde y no lo conseguimos. Decidimos que sobre la marcha veríamos si hacíamos el sendero en función de la meteorología, las ganas… Y como el día estaba algo regular, al final nos quedamos explorando otras zonas del Parque.
Muchas de las carreteras de la zona de Banff-Yoho fueron construidas por los presos eslavos de la Primera Guerra Mundial. Y desde la década de los noventa, se encuentran reformando, construyendo puentes y desdoblando algunos tramos de carreteras y es fácil encontrar obras. No está de más consultar la web para más información.
El Parque Nacional de Yoho es el más pequeño de las Rocosas y fue declarado en 1885. Al parecer su nombre proviene de una exclamación usada por los Primeros Pobladores ante una maravilla. Digamos que es parecido a nuestro ¡Oh!.
Para conocer esta zona elegimos como base la diminuta localidad de Field, yo diría que no es ni localidad… quizás ¿aldea o villa? Solo tiene unos 200 habitantes según la estadística, y según el nº de personas con el que nos cruzamos nosotros… diría que media docena tirando a lo alto.
Tres calles literales, un centro de interpretación, las vías del tren, …y una gasolinera con una tienda que parecía sacada de mi querida serie Doctor en Alaska. Recuerdo que allí me quedé fascinada al escuchar los muy extraños sonidos del idioma usado por los Primeros Pobladores… 😮
También hay un restaurante con excelente crítica en Tripadvisor y cuatro casas, una de ellas la vieja casa del médico, una estación del antiguo telégrafo, una iglesia cerrada…un par de Bed and Breakfast …y para de contar.
Somos amantes de los lugares tranquilos,…pero no recomendaría Field como base logística, como mucho para una noche puntual, o para un breve paseo. Todas las zonas de interés de Yoho quedan relativamente cerca de Banff y de la villa de Lake Louise.
Nuestro alojamiento estaba muy bien, una casa muy acogedora, con un desayuno de los ricos y elaborados, y una anfitriona a la que le molaba el vino… no sé si más de la cuenta. Se llamaba Coyote’s Den B&B y sí lo recomendaría.
Desde Field visitamos Emerald Lake, un coqueto y verde lago donde teníamos pensado alquilar un kayak. Sabíamos que era el lugar más barato para hacerlo, pero las nubes amenazantes, el chirimiri y la inoportuna búsqueda de la tapa perdida de la cámara,… nos cortaron el rollo náutico. Al final nos quedamos viendo unos alces y recorriendo el sendero que rodea el lago.
De camino a Emerald Lake se encuentra Natural Bridge, que sin ser nada del otro mundo puede merecer una paradita fugaz para ver los saltos de agua entre las grandes piedras.
También nos acercamos a Takakkaw Falls, la segunda cascada más alta del país, cuyo nombre significa algo así como “esto es magnífico”. Se accede por una retorcida carretera de 13Km que a nosotros nos tocó conducir bajo la nieve. Al llegar, estábamos tan rodeados de nubes y copos, que la canija cascada solo la escuchamos y la intuimos.
Para los amantes de la geología Yoho N.P. es un paraíso al poseer uno de los yacimientos de fósiles marinos más importantes del mundo. El estrato Burgess shale fue declarado Patrimonio de la Humanidad, y es tan interesante desde un punto de vista científico, que la localización exacta se mantiene en secreto.
Hay otros yacimientos curiosos que se pueden visitar contratando caminatas para aprender más sobre estos fósiles, y conocer el trabajo del geólogo Burgess.
Según la web oficial los pateos son algo exigentes, solo hay doce plazas diarias y hay que reservar con antelación. Os dejo aquí el enlace para más enlace de las actividades.
Al parecer en el yacimiento Stanley Glacier, en el vecino Parque Nacional Kootenay, no tiene restringido el acceso y se puede visitar.
Y si como nosotros te conformas con menos, en Field, puedes darte una vuelta por el Centro de Interpretación del Parque y cotillear algunos fósiles marinos que tienen en exposición.
Y para los amantes de los trenes o de las curiosas obras de ingeniería, les puede interesar una parada en Spiral Tunnels. El nombre ya da pistas de que se trata.
Al parecer, la única manera de salvar el Paso de Kicking Horse fue construyendo dos túneles con una curva de 360º en su interior, casi un bucle.
Pillar al tren serpenteando en la barriga de las taladradas montañas, es una cuestión de suerte, de paciencia o de probabilidades. Se supone que pasan de unos veinticinco a treinta trenes al día sin horario fijo. Hay dos túneles y dos miradores.
Para más info de este histórico lugar, que tiene hasta algún pequeño sendero con sorpresa para los amantes del ferrocarril, os dejo aquí el enlace a la web oficial.
El día que abandonábamos las Rocosas hicimos una parada para asomarnos a las Wapta Falls que nos pillaban de camino. Están a unos 26km de la pequeña localidad de Field, y si se va dirección al pueblo de Golden hay que tener cuidado de no pasarse el desvío, y hacer la incorporación con precaución. Si te pasas la discreta entrada, está complicado dar la vuelta.
El sendero de unos 2 km que lleva a las amplias cascadas es un paseo, no tiene ninguna dificultad y sin duda la paradita mereció la pena. Al parecer wapta significa río, y desde arriba se obtiene una perspectiva diferente del amplio cauce y de los 30m de caída.
Para nuestro último día en las Rocosas la previsión del tiempo era de fuertes nevadas en la zona de Banff y Yoho…Teníamos reservadas tres noches en Field, y decidimos comentarlo con nuestra anfitriona para ver si era posible cambiar los planes. Por suerte aceptó y al final le dedicaríamos un día más a la cosmopolita ciudad de Vancouver.
Se nos quedaron en la recámara algunos atractivos como las aguas termales próximas a Banff…, senderos como Tunnel Mountain, los Hoodos en Yoho N.P. que tenían el acceso cortado por obras, el breve Stewart Canyon…
Por mucho que se quiera abarcar todo…no cunde la vida ☺ . Daba pena despedirse de las Rocky Mountains y volver a la civilización…pero le decíamos adiós muy satisfechos, repletos de lagos surrealistas, colores de otoño, osos …ríos, cascadas, valles… Sin duda, una naturaleza XL capaz de regalar mil postales 😉
Continuará…
¡Aupi!
¡Qué pasada de fotos! Casualidad que acabo de colgar una entrada de Banff 🙂 Pero mi viaje fue hace 11 años, y tu información es mucho más completa y detallada. Me ha encantado ver de nuevo esos increíbles paisajes. Que magníficos recuerdos… Me hubiera gustado tener más tiempo para explorarlas, pero como bien dices (y bien digo), si te entretienes en cada lago, no te mueves de allí, y hay tantas cosas que ver…
¡Un abrazo!
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¡¡¡Gracias compañero!!! 🙂 me alegra que te haya gustado y traerte recuerdos magníficos 😀 . Que rollo que tengamos tan poquito tiempo para explorar estos paisajes, rincones…
Por cierto compañero, Minnewanka es el lago perfecto para ti y tu blog 😉 😀 si te quedas sin misterios allí hay unos cuantos esperándote 😀 . Por supuesto me pasaré a pasear contigo, tengo muchas ganas de ver que misterios nos cuentas 😀 Muchas gracias por estar cerquita. ¡Un abrazo! ¡¡Buen fin de!!
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Enhorabuena compañera. Bonito reportaje y espectaculares fotos. Genial!!!
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Muchísimas gracias compañero 🙂 me alegra leer que te ha gustado el paseo y las fotos. Un abrazo fuerte y buen comienzo de semana.
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muy bueno el artículo, te invito a mi blog http://www.mochilerofutbolero.com donde encontrarás todo lo referente a viajes de fútbol
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Gracias Eduardo, me alegro que te haya parecido bueno. Personalmente no me gusta el fútbol ni su mundo colateral…pero dejo por aquí tu cuña para los viajeros futboleros que pasen por aquí. Un saludo.
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Que pasada de post, esto es para verlo detenidamente con calma. Y que viaje tan maravilloso. Super documentado y con unas fotos tremendas. Excepcional. Lo dicho para verlo tranquilamente una tarde de domingo, por ejemplo hoy mismo jejeje. Un abrazo.
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😀 muchas gracias Carlos. Con los viajes disfruto mucho preparándolos, viviéndolos, recordándolos y escribiéndolos 😀 me alegra que se me transparente la pasión 😉 Espero que disfrutes del paseo por Canadá 😀 Yo pongo las letras, las fotos, los garabatos 🙂 la mantita y las jarritas 😉 😉 y tu pones los ojos, la voz y la compañía 😀 . Muchas gracias por tus bonitas palabras compañero de teclas, un placer tenerte por aquí. Un abrazo de oso canadiense 😉
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Pasada brutal de post, cúantas fotografías, te lo has currado un montón. A ver si me lo leo con calma un día, cuando tenga tiempo. Cúantos recuerdos… estuvimos en muchos de esos lugares. No vimos al grizzly bear, no es fácil verlo. ¿Cúando estuviste ahí, hace poco? La entrada es reciente y está calentita como el pan…
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Me alegro que te haya gustado 😉 y me mola traerte recuerdos viajeros 😀 . Ya para después de la mudanza me lees con más calma 😉 te recomiendo el post de Bella Coola para ver plantígrados en acción pescando salmones 😀 Estuvimos este pasado septiembre. Ya ando acabando el relato viajero, me queda Vancouver y algunos posts colaterales…ya sabes los infundios de mis Musas 😉 algún post resumen o con consejos 😉 … Efectivamente compañero de teclas, está casi recién sacado del horno 😉 Otro abrazo XL.
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Espectacular todo, el post, las fotos, la info tan detallada… uno de esos lugares que dan para pasar tranquilamente unas vacaciones enteras y no acabárselo, por un lado las posibilidades son casi infinitas pero la lástima es que siempre hay que cortar por algún lado porque todo no cabe!!
Un abrazo y feliz domingo
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Muchas gracias linda Gladys 😀 me alegro que te haya molado. Pues sí compañera, todo no cabe 😦 siempre se quedan cosas en el tintero, o ganas de más…o apetece repetir destino 😀 …vamos a tener que pedir una prórroga de vida… 🙂 😉 Buen domingo para ti también, un abrazo.
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¡Qué pasada de fotografías! Me teletransportas en el tiempo y en el espacio, en serio. ¿Para cuándo unas vacaciones así? O mejor dicho, ¿para cuándo una aventura así que no se acabe nunca?
Es un gustazo ver todo lo detallada que está la información, tomo nota de muchas cosas 😀 ¡Un abrazo muy grande, Cris!
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Muchísimas gracias linda Mar 🙂 Me alegro que las letras y las fotos te hagan viajar 😀 No te creas que me he olvidado de nuestra hucha viajera 😉 jajajaja . Muchas gracias por pasear conmigo. Un abrazo XL
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