Después de visitar la Alhambra, pasear por el granadino barrio del Albaicín y hacer alguna que otra foto… callejeamos hasta llegar al Palacio y jardines del Generalife.

Subimos al Palacio nazarí por la empinada Cuesta de los Chinos, por el camino nos acompañaba un agradable sol y sombra, verdes helechos, el tímido murmullo del minúsculo río Darro… y los muros y pilares del acueducto que forma parte de la llamada gran Acequia Real o Acequia del Sultán.

Llevar y distribuir el agua a todo el complejo de la Alhambra, a sus muchos huertos, fuentes y jardines, fue uno de los mayores retos al que se enfrentaron en la construcción de la ciudad palatina. Una presa, represa, un canal de 6 km de longitud y pendiente constante, aljibes, albercas, aliviaderos, un molino de agua… y una curiosa escalera… todo ello contribuye a que el agua siempre corra con orden y concierto por todo el recinto monumental.

Llevábamos impreso el ticket que incluía el Palacio del Generalife, sus jardines y la Alcazaba. Aquí os comenté que existen diferentes tipos de visitas; sencillas o combinadas, diurnas, nocturnas, … y aquí, en la web oficial del Patronato Municipal de la Alhambra, podéis ampliar la información y comprar las entradas. Recomiendo madrugar para escapar de las multitudes…y quizás en verano evitaría las horas centrales del día por el mucho calor, el nombre de la ladera sobre la que se asienta este Palacio Patrimonio de la Humanidad, ya da alguna pista;… cerro del Sol.

Nuestra idea era comenzar por la Alcazaba por disponer de menos sombras donde resguardarse, pero vimos muy tranquila y tentadora la entrada a los jardines y comenzamos por ellos la visita.

Todo el complejo del Generalife está formado por un atractivo conjunto de edificios, jardines y patios que fueron usados por los sultanes como finca de recreo y como explotación agrícola. Con un mucho de palacio, un poco de lujoso cortijo, y un mucho de oasis con vistas, el nombre de Generalife ha recibido distintas traducciones, siendo la más aceptada la de “jardín del arquitecto”.
Paseamos entre flores, ordenados mirtos, umbríos laureles, enormes magnolios,… fuentes,…cipreses testigos de amores prohibidos, miradores, …y bancos que invitan a tomarse con calma la visita y disfrutar de este sensorial recorrido.

Además de pasear por los jardines Altos y Bajos, visitamos el Patio de la Acequia, que se encuentra atravesado y presidido por la Doña Acequia Real, la principal arteria hidráulica del complejo. El murmullo suena a mantra y el baile sincronizado de sus chorros milimétricamente cruzados hipnotiza.

Otra parada obligada es la llamada Sala Regia, con su pórtico de cinco arcos decorado con yeserías, capiteles mocárabes y sus espectaculares vistas a la Alhambra.

Por el camino encontramos unos escalones que comunican el Palacio con el antiguo Oratorio. Rodeada de musgo y caótica laurisilva no es una escalera cualquiera, es la llamada Escalera del Agua y es una de las curiosas soluciones hidráulicas construida para salvar la diferencia de alturas y distribuir el agua por todo el recinto.

Los dos pasamanos son unos estrechos canales descubiertos por donde el agua corre y descansa en tres calculados remansos. Estas diminutas piletas ayudan a decantar los restos de cieno y arena, y de esta forma el agua del complejo es siempre limpia y clara.

Subiendo por ella se puede llegar al antiguo oratorio convertido en Mirador Romántico, un parche neogótico del siglo XIX cuyo interior es visitable puntualmente. Para saber que recintos están abiertos al público de forma excepcional recomiendo consultar el espacio del mes, y de paso echar un vistazo a la agenda cultural del museo y del Teatro donde se realizan conciertos, recitales, exposiciones…

Deambulamos entre el mucho verde, murmullos, sombras, vistas muy panorámicas… pero la mucha paz iba disminuyendo a medida que avanzaba la mañana. Poco a poco llegaban más turistas y abandonamos aquel oasis de jardines para poner rumbo a la imponente Alcazaba.

Como buen recinto defensivo está compuesto por estratégicos recodos, gruesos muros, barbacanas, mazmorras, almenas… y torres. De todas las torres es la Torre de la Vela con sus casi 27 m, la más imponente y simbólica. Una atalaya de vigilancia que divisaba todo el reino de Granada, la vega, la ciudad, Sierra Nevada… Sin duda merece la pena asomarse a ella y disfrutar de sus preciosas vistas …

El sobrenombre de la Vela tiene un curioso origen y se debe a la discreta campana que la corona. Por la tarde, noche y madrugada se hacía sonar para indicar los turnos de regadío a los agricultores de la vega, y aquellos toques a intervalos regulares mantenían literalmente en vela a sus habitantes.

Además de indicar la apertura y cierre de las compuertas, por supuesto la campana también sirvió para llamar a los granadinos en caso de peligro, levantamientos, ordenanzas…

A sus pies se encuentra, la Torre de la Pólvora, que puntualmente abren como visita del mes, y las huellas del antiguo barrio castrense. Aquí vivían los soldados de élite que cuidaban del sultán y vigilaban la ciudad palatina. La sombra de viejas casas, almacenes, un subsuelo repleto de mazmorras y leyendas,… y un puñado de bolaños que se lanzaban usando las catapultas… nos recuerdan que todo este bello conjunto de palacios era un también un estratégico lugar ofensivo y defensivo… Más defensivo que ofensivo, pues dicen los historiadores que la Alhambra nació del miedo, del miedo a perder el último reducto nazarí, del miedo a perder el reino de Granada.

El reino se perdió…y nuestro tiempo terminaba, debíamos regresar a comer con la familia. Atravesamos el patio de armas y bajamos por la verde y sombreada cuesta de Gomérez que nos llevó al corazón de la atractiva Granada. Una ciudad monumental que no deberías perderte si algún día visitas la heterogénea Andalucía…porque como dijo el gran Antonio Machado “Todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás”.
Qué paseo tan maravilloso mientras me tomo el café mañanero… Que algo tan bello y mágico haya surgido del miedo… Estuve allí en el viaje de fin de carrera, pero es un sitio al que quiero volver. Esta es una muy buena guía. Don Antonio siempre sabio 😀
Gracias por compartir!
Un besote mañanero.
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Buenos días linda Salodari! 🙂 me alegro que hayas disfrutado del paseo entre las flores y del mucho arte de Granada 🙂 a estas horas, y con este fresquito…con un café entre las manos mola 😀 Sí que es un lugar del tipo «para volver y volver» porque debe ser muy distinto según las estaciones… la nieve 🙂 el otoño…
Son muchas las obras humanas que nacen del miedo… Derinkuyu, castillos,…incluso cuadros…el miedo es tan poderoso 😉 que es capaz hasta de crear arte 😉 es una emoción muy visceral, intuitiva y creativa…que nos permite vivir, sobrevivir, perdurar…
Gracias a ti compañera por estar cerquita y tomarte conmigo ese café 🙂
Besitos matutinos y un abrazo grande y calentito 🙂
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Siempre resulta emocionante volver a un lugar en el que estuviste hace tiempo y que nunca olvidarás. En mi caso, he visitado el Generalife en tres ocasiones, de soltero, de casado sin hijos, y casado y padre de familia, jeje. Toda Granada es una joya. Mi hija menor estuvo viviendo unos meses allí y fuimos a visitarla, aprovechando un largo puente, con lo que tuvimos tiempo suficiente para recorrer con calma sus calles y barrios más emblemáticos y, cómo no, su catedral, la Alhambra y el palacio del Generalife. Una experiencia que repetiría sin dudarlo. Entretanto, tú has sido el artífuce de este cuarto viaje virtual del que tambián he disfrutado casi tanto como si estuviera en carne y hueso, jeje.
Un beso.
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Volver a un destino siempre es emocionante y curioso 🙂 a veces los lugares cambian un poco o un mucho (más o menos afluencia, más o menos acceso a salas, restricciones, estaciones…) pero a veces también cambian un poco o un mucho nuestros ojos y miradas 🙂 …y las compañías, los momentos vitales 😉
Me alegra que te haya gustado el paseo compañero de teclas, y me alegra removerte recuerdos 🙂 espero que tu hija guarde bonitos recuerdos de su paso vital por Granada 😉 seguro que echa de menos el tapeo 😉
Mil gracias por tu ciber-calorcito 🙂 Un abrazo y besitos a repartir.
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Como siempre una historia sutil y elegantemente escrita.
Un saludo.
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Muchísimas gracias joseshoto 🙂 me alegra leer que te ha gustado el paseo 🙂 ¡Un saludito!
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Wow! Qué gozada de recorrido entre agua, vegetación, torres, sombras, campanas, leyendas, sol y jardines… en el «jardín del arquitecto»… un gran artista sin duda. Cuánta historia dentro y fuera de esos muros…
Y esa manera de transportar el agua y decantar sus impurezas… no sabían nada los árabes…
La verdad es que Granada es una maravilla… hasta su leve río lo es. Me encantó cuando estuve allí y ahora en los recorridos guiados de tu mano a través de sus calles, sus palacios, sus jardines y sus atalayas… de noche y de día 😍
Sin duda un lugar al que volver una y otra vez para explorar todos y cada uno de sus hermosos rincones.
Un besote, compañera de teclas, me ha encantado regresar contigo a ese extraordinario lugar 😘
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Uich compañera 😀 me acordé mucho de ti escribiendo el post 😀 porque entre proporciones áureas, …sistemas hidráulicos… tendrías materia prima para mogollón de superposts 😀 wow 😀 cuanto ingenio 😀 El Darro es leve tirando a liliputiense 😀 pero su papel fue tan crucial, vital, que si no hubieran conseguido elevar el agua hasta allí… la ciudad palatina de la Alhambra no se hubiera podido poblar…habitar.
Granada es maravillosa y efectivamente, los árabes sabían mucho 😉 sísisisisí totalmente de acuerdo contigo 😉 Sin duda el lugar transmite aquella forma y filosofía de vida, es un bello micromundo, un oasis mágico plagado de verde, agua y paz.
Mil gracias por pasear conmigo compañera 🙂 me alegra remover recuerdos y sensaciones 🙂 Un abrazo largo y calentito como un día de julio 😉
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Pues tendré que investigar esos temas de proporciones áureas y de sistemas hidráulicos… Seguro que aprendemos todos un montón. Me lo apunto para un futuro que ya alguien me pidió que le hablara del número de oro y lo tengo presente. Un besote de Samaín pero sin susto 😉😘
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Apúntalo en tu cuaderno, o agenda, o en tu bullet journal 😉 … si viene un tiempo de sequía, da mucha alegría cruzarse con viejas ideas anotadas 😀 Besitos sin sustos mi linda celta 🙂
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Gracias por compartir esta experiencia que es toda una invitació. Ya le digo a mi chica que meta en la maleta la colección de sombreros. Un abrazo.
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Muchas gracias a ti Carlos 🙂 por tu compañía. Jajajaja 😀 pues sí, avísala porque parece ser que hay que llevar sombrero y/o parasol 😀 Yo no los uso…pero me resultan fotogénicos 😉 Un abrazo grande y calentito.
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Un bonito recorrido por este increíble lugar, yo lo visité después de la Alhambra, del tirón, y guardo un recuerdo maravilloso, del recinto y de toda la ciudad que me pareció fabulosa.
Un abrazo
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Así fue nuestra primera visita 🙂 del tirón. Esta vez ha sido algo diferente, desde la nocturnidad, al paseo por el Albaicín antes de entrar… Sin duda es tan maravilloso el recinto que aquí el orden de los factores no altera el producto 😀 jajaja
Me alegra leerte linda Gladys, otro abrazo grande de wellcome 😉
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