Un caluroso mes de julio de principios de siglo, con veintipocos años, una tienda de campaña, cámara analógica, subidos en nuestro nuevo “Skodita”, sin aire acondicionado, y con una tapicería de «ciertopelo» made in en la fría Chequia ☺ ; nos pusimos en marcha rumbo a París.
Desde la Costa de la Luz, a la Ciudad de la Luz, hicimos un roadtrip atravesando toda la Península, haciendo paradas en el País Vasco, Andorra, Carcassonne, dedicamos varios días a la ruta de los castillos del valle del Loira, hicimos senderismo en la volcánica zona de Auvernia y llegamos a París.
Fue un inolvidable viaje de juventud, muy completo y muy interesante, del que guardamos bonitos recuerdos. Los castillos del valle del Loira son una visita muy muy recomendable, tanto que algún día escribiré sobre ellos, rebuscaré mis notas y escanearé fotos viejunas como estas.
Nuestro paso por la mítica ciudad fue a modo de guinda fugaz. La conocimos radiante, pero no asfixiante, recuerdo turismo, pero no guiri marabuntas.
Fue una visita en la que hicimos lo típico que se puede hacer cuando a la capital se le dedican 48 horas injustas y mal contadas. Nos dejamos mucho por ver, pero saludamos a las gárgolas de Notredame, subimos a la famosa torre metálica, navegamos por el Sena, cruzamos cientos de puentes, visitamos el Arco del Triunfo,…compré postales de El Principito, paseamos por el jardín de Tullerías, vimos fachadas de palacios, … caminamos hasta el infinito,…
Fue un roadtrip de unos 4000 km, en modo carretera y manta ☺ verano sin aire acondicionado, sin wifi, sin móviles-smartphones, sin GPS, con mapas XL, con cabinas de teléfono, con carretes, con cassettes… Ahora puede parecer algo rústico, pero viajar antes de la era 2.0 tenía su mucho encanto.
Lo repetiría tal cual mañana mismo. Aunque confieso que aún tengo pesadillas con la llegada a París y su circunvalación ☺ jajaja. Ese momento buscando el albergue a las afueras, yo de copilota dando vueltas al mapa ortopédico, con mil carriles y mil coches con prisas… Recuerdo que fue nuestra primera discusión por culpa de un mapa ☺ ¿te acuerdas Maridín? A partir de ahí las discusiones causadas por mis muchas vueltas a los mapas se convirtieron en un clásico viajero. Ahora no discutimos por los mapas…pero de vez en cuando, discutimos por Jenny, la muchacha que vive dentro de nuestro práctico GPS del Pleistoceno ☺
Un recorrido bien chulo! Nosotros a París le dedicamos 11 días y le sacamos mucho provecho. Épocas en las que éramos ratas de ciudad y de museos 😀
El próximo post lo leo desde Noruega:D
Besitos llenos de luz!!
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La verdad que fue una ruta muy chula 🙂 los senderos y lagos de la zona de Auvernia y los castillos del Loira te molarían compañera 😀 Ya sabes que yo soy rata de campo o de sabana 😀 o medio bosquimana 😉 pero no me importaría pasar 11 días tomándole el pulso a una ciudad como París 😀 Ya sé a quien preguntarle si algún día volvemos 😉
Ahora sí que sí amiga 😀 ¡¡¡ya os queda muuuy poquito para pasear rodeados de fiordos !!! 😀 Que todo fluya y vaya genial, disfrutar mucho!! Os deseamos ¡¡buen viaje!! Te mando un abrazo viajero, enorme y luminoso!!
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La foto de la torre Eifell es espectacular. Seguro que incluso con discusión de mapa, horas conduciendo y aventuras varias, recordais el viaje con mucho cariño. Un beso.
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La foto de la torre es en papel, y de cuando no había perímetro de seguridad. Sí, ya te digo, es un roadtrip de juventud que recordamos con muuuucho cariño y que repetiríamos mañana mismo 😀 con rustic-mapa, o con «la Jenny» o guiándome por las estrellas 😀 jajajaa
Gracias por pasear por conmigo vecino, un abrazo grande.
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Gracias por compartir aquella aventura. Creo que hoy viajar sin AA sería imposible. Un besazo.
Por aquí a la Jenny la llamamos Marta, como la del marcapasos. Es algo mentirosa y mucho cabezona. Un beso.
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Gracias a ti querido Carlos por conducir conmigo hasta París 🙂 Quizás imposible es una palabra muy grande 🙂 lo mismo se puede, todo es proponérselo. A veces imagino la cara de don Colón, o de Magallanes, Orellana, Vasco de Gama… escuchando a nuestra Jenny o a vuestra Marta 😉 seguro que pensarían en demonios 😉 Ten cuidado con esa Marta cabezona y mentirosa… 😀 no te fíes mucho de ella. Un abrazo grande.
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