Cuando visitamos Oporto, tropezamos con la negra silueta de un hombre envuelto en una capa, armado con un sombrero de ala ancha y una copa en la mano… Me resultaba una sombra muy familiar.
Tardé poco en ubicar el recuerdo. Bodegas. Jerez. Sandeman. Chim púm. Ahí acababa mi memoria y cultura. Sabía que era el emblema de la portuguesa bodega Sandeman, que me había cruzado con él por Jerez, pero ¿qué más sabía?…
No sabía que la lusa bodega Sandeman tiene más de dos siglos de literal solera y de historia, fue fundada en 1790 por dos hermanos escoceses y un préstamo de unas 300 libras. Además de los vinos de Oporto, también producen brandy, sherry y Madeira.
Fueron los primeros en marcar un barril, en registrar una marca, realizaban importantes exportaciones… al parecer sus archivos son una interesante y valiosa fuente de información histórica. Sandeman es un apellido y una bodega mayúscula, con raíces escocesas, portuguesas y jerezanas que ha sabido sobrevivir al tiempo.
Aún hoy pueden visitarse sus centenarias bodegas en la lusa Vila Nova de Gaia, que es como se llama la localidad que se encuentra frente a Oporto, o en la gaditana ciudad de Jerez.
La oferta enoturística es amplia y variada, se puede viajar al Alto Duero para disfrutar de los viñedos y de su paisaje declarado Patrimonio de la Humanidad, visitar algún museo para aprender más sobre esta Denominación de Origen, coincidir con las fiestas de la vendimia… hacer una cata en un crucero fluvial a bordo de un rabelo…
Del misterioso señor oscuro no sabía nada, desconocía que tiene nombre, al parecer se le conoce como “The Don” o “Don”, y nació en 1928. Hoy el enigmático caballero es una de las marcas en uso más antiguas del mundo.
Hay quien opina que se parece al Zorro, pero a mi esa mezcla de la capa portuguesa de los estudiantes universitarios, y el sombrero de ala ancha de los caballeros jerezanos, me recuerda un poco al Tío Pepe en modo invierno On o en versión chic. Dicen que quizás esa era la intención del autor, mezclar dos atuendos tradicionales, dos complementos típicos de sus Ibéricas raíces.
No entiendo de vinos, ni suelo beberlo, pero sí me gustan las historias que se esconden detrás de ellos, los viñedos, la arquitectura de las bodegas, sus olores y penumbras,… sus iconos. Escribí sobre el Tío Pepe y sobre el Toro de Osborne,… y hoy mi curiosidad me ha llevado a dedicarle estas letras a Don Don ☺
Te Cuento de Viajes 
Qué interesante! Le sacas provecho a todo, bendita curiosidad que tienes.
¿Cómo están tus musas estos días?
Un abrazo virtual (que de los otros ahora no se puede) muy fuerte.
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😀 como te comentaba en el «post alicatado» … la curiosidad me viene de serie 😉 me alegra que te haya parecido interesante.
Puesss la verdad, siendo sincera…estoy tan recién llegada de Kruger… que mis Musas están en shock 😮 … y yo con ellas… estamos «chocadas». Ayer cometí el error de leer prensa 😦 … y ha sido como aterrizar de golpe y porrazo… muy heavy 😦 Espero digerir pronto la convulsa realidad…tu abrazo reponedor me ayuda con la digestión 🙂 MIL GRACIAS por estar a mi lado siempre querida Salo. Te devuelvo el tele-abrazo, enorme y fuerte. Cuidarse mucho!
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Muy interesante, compañera. Al principio creí que era tu manera de contar las cosas. Siempre le pones el Don o Doña a todo el mundo. Hasta creo que me lo has pegado pues yo misma en el último post que he publicado me sorprendía llamando Doña a una refutada predictora. Y ello me hizo acordarme automáticamente de ti, querida amiga.
A mí el vino me gusta, aunque enseguida me siente mal. Debo tomarlo en pequeñas dosis porque si no el estómago y la subida de tensión, a veces pequeña taquicardia, no me dejan dormir. Pero una copita de vez en cuando me mola, sobre todo de vino dulce, que es mi favorito y el de Oporto para mí es la estrella.
He visitado las bodegas Calem en varias ocasiones ahí en Oporto y cada vez que iba de visita al país vecino, y fui unas cuantas veces, siempre lo degustaba. En Sandeman creo haber estado también pero nunca supe de la historia del señor de la capa portuguesa y del sombrero jerezano y me ha encantado que me la enseñaras. Un besote portuense, maifrén 😉
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😀 jajajaja que gracia me ha hecho leer que te he contagiado el Don-Doña 😀 jajaja
Si algún día bajas al sur del sur nos damos juntas una vueltecita por las bodegas sureñas 😉 y nos tomamos juntas un vinito dulce 😉 pero solo uno eennnhh 😉 que por lo que leo a ti te sienta regulín y a mi regulán 😀 jajaja
Me alegra que te haya molado conocer la historia de este icono algo misterioso 🙂 el mundo de la publicidad puede ser tan interesante como el del vino 😀 siempre me han molado mucho las tripas de la publi, la parte más psicológica 😉 (cómo intentan manipularnos/guiarnos/aborregarnos/»educar»/modelar/…vendernos la moto…incluso el olor de las nubes 😉 …. ) por eso quizás me fijo en estos infundios 😉
Mil gracias de nuevo amiga por tu tiempo, por sumar, por estar cerquita! Un abrazo enorme y un besito dulce con sabor a moscatel 😉
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Yo, el único «souvenir» que me traje de mi visita relámpago y por trabajo a Portugal fue una botella de Oporto, o Porto. Duró muy poco, je,je, Pero el recuerdo aún persiste.
Veo que vuelves a publicar semanalmente lo que ya debías tener programado, pues no das señales de vida real, solo virtual. ¿Acaso el coronavirus te ha pillado en tierras extrañas y estás confinada en alguna choza de la Amazonia?
Supe por facebook de tu cumpleaños y por ese mismo medio te felicité. Solo recibí el eco de mis teclas. Me tienes preocupado, chiquilla, ándate con cuidado.
Un abrazo.
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Bueno…lo mismo me equivoco…pero me da a mi que te trajiste la botellita de vino… ¡¡ y el gallo 😀 😉 !! jejeje.
Me alegra mucho que ya me conozcas 😉 y que sepas que si no contesto prontito a vuestros mensajes es porque ando de viaje. Aunque ya te he dado las gracias por la línea dos, Facebook, vuelvo a dártelas por aquí también 🙂 gracias por la felicitación y preocupación…y por estar siempre cerquita. Ahora ya sabes que este año he cumplido años entre leones, guepardos, elefantes, leopardos… en nuestro querido Kruger y hemos llegado de cabeza al caos… Ahora confinada en mi choza gaditana.
Cuidarse mucho… y cuidadín con esas goteras del paraguas 😉
Un abrazo enorme de corazón.
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