PASEANDO POR YELLOWSTONE NATIONAL PARK (USA)

Para nosotros, apasionados de los bichos, de la geología, de lo volcánico, de los paisajes y de la fotografía….Yellowstone era un destino perfecto, combinarlo con los paisajes del Grand Teton lo convirtió en un viaje inolvidable, espectacular.

DÍA 1: VUELOS Y LLEGADA

Prácticamente día perdido en vuelos. Recogemos el coche de alquiler en el aeropuerto de Bozeman (Álamo, Subaru outback). Fácil y sencillo. Aeropuerto pequeño. Es casi media noche cuando nos montamos en el coche y se pone a llover. Encendemos a Jenny que es como llamamos a la muchacha que vive dentro de nuestro GPS. Pero a Jenny se ve que le da pereza trabajar en una noche de perros y se queda carajota, no encuentra su satélite, se apaga….No se ve nada bajo una manta de agua….pero por suerte sabemos que el alojamiento debe estar cerca… con la ayuda de los luminosos, a ratos de Jenny y del azar encontramos el TLC Inn, nuestro primer alojamiento.

Del TLC Inn recuerdo poco, es de esos moteles para pasar esas noches en las que estás tan cansado que te da mas o menos igual con tal de que esté limpio y más o menos ok.
Recuerdo que vi un jacuzzi en el recibidor, estaba detrás de unas puertas de cristal, tenía muy mala pinta y unas espantosas vistas al hall…pelín cutre. Cama cómoda, tamaño XXL como casi todo en USA.

DÍA 2: DE BOZEMAN A WEST YELLOWSTONE: VISITANDO MAMMOTH Y NORRIS

Por la mañana desayunamos en el hotel y temprano nos ponemos en marcha. Al salir vimos que habíamos dormido junto a un verde, tranquilo y discreto cementerio. Nada grave.

A Jenny le cuesta ubicarse, no sabemos si está poseída por algún espíritu, se pone a hablar en lenguas raras, …se queda callada…resucita…intenta comunicarse con su más allá, se queda pensando, se recalcula…Bueno, no hay problema, vamos rumbo a la entrada del parque y no tiene perdida. Además estos americanos no gastan tanto dinero en señales como nosotros, que tenemos señales a ambos lados y cada cien metros,…ellos ponen pocas pero las ponen muy bien puestas.

Atravesamos Gardiner que se despereza. Hicimos una rápida parada en la tienda-centro de interpretación y entramos al parque. En la primera curva ya nos encontramos con los primeros animales. Algo con cuatro largas patas, con grandes orejas, tamaño casi coche…salta…cruza veloz, en plan suicida, la carretera… Por suerte íbamos despacio y ojipláticos, muy pendientes de todo… ¿No querías bichos?, pues toma bicho casi estampado en todo el salpicadero. Aquel fue el primer deer…de muchísimos.

Llegamos a Mammoth, y ya antes de aparcar vemos nuestros primeros bisontes. En el parking, junto a un arroyo, nos quedamos un rato disfrutando de los rupestres bichos.
Aquí, y en casi todas las principales áreas, ocurre que, de cuando en cuando, llegan oleadas de autobuses que se traducen en marabuntas de turistas que corriendo, cámara en mano, van veloces por las pasarelas para hacer “la foto” y volver asfixiados al autobús. Pero por suerte, tal y como aparecen, desaparecen. Es solo cuestión de un poquito de tiempo y paciencia.

Entramos a Mammoth. El cielo azul windows está salpicado de nubes y claros, el sol se cuela haciendo resplandecer todo; se esconde, y nuevos colores aparecen. El juego de luces y sombras hace que me parezcan dos lugares diferentes. La luz lo cambia todo, incluyendo las sensaciones. Duelen los blancos, rabian los ocres, reluce el negro de viejos troncos, brilla el agua…aparecen amarillos…Espectacular las lower terraces. Nos gustó mucho.

Sin prisas recorrimos todas las pasarelas, olimos por primera vez las aerofagias de la Tierra, y sentí por primera vez el efecto teletransportador del prehistórico paisaje,…sentí como me trasladaba al Pleistoceno superior…sentí como la niebla, la amplitud, los árboles muertos…me hacían viajar en el tiempo. Disfrutamos de las nuevas sensaciones y después de cientos de fotos circulamos por el pequeño loop que recorre las upper terraces.

Poco a poco las nubes ganan a los claros…y comenzó a caer una lluvia fina. Llevábamos un par de trails en la recámara (Snowpass y Beaver Pods trail), pero no nos apetecía mojarnos y decidimos seguir hacia Norris.

Por el camino nos quedamos atascados por obras en la carretera, pero no nos importa, íbamos con tiempo y disfrutamos de la vista a los bisontes y del verde paisaje.
Cuando llegamos a Norris hicimos ambos loops, Porcelaine Basin y Back Basin, disfrutando nuevamente de la geología, de los colores y de las sensaciones teletransportadoras producidas por el atemporal paisaje.
Aquí vimos las primeras pools surrealistas, escuchamos verdaderos rugidos de las tripas de la Tierra, vimos vómitos de pestosas nieblas…. regueros de rabiosos colores…calderas…geiseres despiertos…
Ambas basin son diferentes y ambas nos molaron; Porcelaine con su blanca amplitud, salpicada de humo y de churretes de colores era la más prehistórica y el agradable paseo entre árboles y las pasarelas que lleva a Back basin también nos moló.

Después de la visita nos pusimos rumbo a West Yellowstone, esa noche tocaba dormir fuera del parque. Por el camino, de nuevo, nos quedamos atascados en la carretera junto a Terrace springs, pero esta vez por wild life on road… una manada de bisontes con sus crías cruzaban sin prisas y con pausas envueltos en vapores y en la especial luz de atardecer. Impresionante tenerlos tan tan tan cerca… nos encantó. Es frecuente verlos cruzar o parados en mitad del asfalto, a veces uno solitario, a veces un par, un trío, otras una manada… tuvimos más momentos similares… pero la novedad, la soledad, el bonito lugar y la misteriosa luz; lo convirtieron en único.

Al llegar a West Yellowstone hicimos las compras de avituallamiento en un supermercado (incluida la archifamosa y práctica nevera isotérmica del foro) y nos fuimos a hacer checking al alojamiento.

Nos quedamos en The Historic Madison Hotel. Y de este alojamiento sí que tengo más recuerdos y más que decir o contar. Diría que es pintoresco o mejor: algo kirsch. Tiene una recepción decorada con curiosos objetos antiguos que acaba mezclándose con una inmensa tienda llena de suvenires horterichis que camufla la recepción.

Pedimos nuestra habitación reservada, subimos las escaleras…Por el pasillo me llama la atención que las habitaciones que están desocupadas tienen las puertas abiertas…viendo tanta moqueta viejuna imagino que es para que esté aquello ventilado…la nuestra también está abierta. Me fijo también en las interesantes y muy curiosas fotografías que decoran las paredes, de lo mejor del histórico motel.
Entramos en la horterichi habitación, dejamos las maletas, voy al baño, …levanto la tapa y encuentro un señor mojón, sí sí has leído bien, un señor mojón o una señora mierda, que por el tamaño XL debía ser made in USA, atascaba el wáter. Fue la anécdota del día bajar yo con mi inglés macarrónico a decirle al de recepción que vaya mierda de wellcome nos habían dado. El americano me miraba atónito cuando yo le gritaba “yes yes one big shit, yes shit, shit, big, big, very big” … creo recordar que se puso algo rojo.
Con la clásica papa en la boca que hacía que me costara un mundo entenderle, me corroboró mi teoría de las puertas abiertas por el exceso de moqueta y prevenir malos olores…se justificó así y me dio la llave de otra habitación…
Lo primero fue revisar el baño….y esta vez solo había una blanca toalla manchada de, espero que fuera café, revoleada en el suelo….volví a buscar al americano que envió a alguien a buscar la toalla guarrindonga.

Por fin nos instalamos en la habitación y tras ubicarnos bajamos a cenar a un restaurante que estaba justo abajo. De la gringo gastronomía…bueno ya sabéis; Raciones XL por normal general, refill de bebidas por norma general,…hamburguesas a cascoporro, …socorridas pizzas…buenas carnes por norma general…
Después de cenar dimos un breve paseo por las calles de West Yellowstone que a esas horas ya tenía casi todo cerrado.

DÍA 3: DE WEST YELLOWSTONE A YELLOWSTONE CANYON. VISITANDO CANYON

Entramos tempranito al Parque. A Jenny le dimos el día de asuntos propios. La fotogénica niebla matinal que desprendía el río Madison, la cálida luz en los meandros repletos de garzas, ánades… en la otra orilla los deers….nos invitaban a parar y con esas estupendas vistas desayunamos. No olvidar los prismáticos!!….y las gafas de lejos puestas porque sino veréis muchos troncos con sospechosas zooformas…yo vi unos cuantos “troncosos” y grité más de un paraparaparapara jejeje. 😀

Nos ponemos en marcha rumbo a Artist paints pots , sin prisas, disfrutando del paisaje, de la fauna matutina, parando en Gibbon falls,…De esta pequeña área recuerdo los primeros lodos fotogénicos, el predominio del naranja, enormes raíces desnudas y las vistas panorámicas desde la hill.

Retomamos la marcha. Por el camino hicimos el loop de Virginia´s cascades y luego paramos a hacer parte del Wolve trail, nos desorientamos un poco y acabamos cogiendo un sendero que comunicaba con el Ice lake pero que estaba bastante inundado y nos animó a darnos la vuelta.

Continuamos hacia Canyon. El resto de la mañana nos dedicamos a asomarnos a los primeros miradores… espectacular el colorido cañón y sobrecogedoras las upper & lower falls. Naturaleza XL, imponente, aquí más que teletransportarme me encojo ante la asombrosa dimensión del cromático entorno.
Al ser los miradores muy accesibles estaban en algunos momentos, para mi gusto, demasiado concurridos. Pero no nos importaba porque dormiríamos allí y eso nos permitiría visitarlos de nuevo a primera hora.
Nos comimos nuestro picnic en el mirador desde el que se observa el ya famoso nido de águila que mencionan en el foro. Decidimos hacer un rápido checking y acercarnos a bichear a Hayden Valley.

La carretera atraviesa el húmedo valle y la vista se pierde en un horizonte verde primavera. Vemos algunas suaves lomas que aún tienen algo de nieve y nos ofrecen nuevas estampas con los bisontes caminado sobre ella.

Recorrimos el valle, parando mucho, pasamos largos ratos observando la fauna desde el coche en las oportunas zonas de parking que te encuentras por el camino. El número de coches, observadores y su comportamiento te dan pistas de si se ve algún animal interesante por la zona…si hay mucha gente…para y pregunta, quizás están viendo osos o lobos…

Un viento fuerte y frío comenzó a traer unas nubes muy oscuras que se acercaban cada vez más a nosotros, pero el coche es un observatorio cómodo. El verde violento del valle sobrevolado por las negras nubes apocalípticas junto con las manadas de bisontes en los parches de nieve me vuelven a trasladar en el tiempo…de nuevo viajo al pleistoceno y de nuevo me encanta la sensación.

Regresamos al Canyon para ver el atardecer. Esa noche la pasábamos en Canyon Lodge. Cenamos en nuestra habitación. Nos quedamos en una tipo Western Cabins. Ya habréis leído en el foro como funciona el tema de las reservas para dormir dentro del parque. Es cuestión de paciencia. Todos los alojamientos de la cadena fueron similares y bastante ok.
En casi todos los complejos hay algún supermercado, algún restaurante y/o selfservice y/o snackbar, tienda de recuerdos…

DÍA 4: YELLOWSTONE CANYON

Por la mañana, con el parque menos concurrido, repetimos y disfrutamos de nuevo de algunos de los miradores, más solitarios, más tranquilos. Después nos dedicamos a hacer uno de los trails que hay por la zona que bordea el cañón (Uncle Tom´s trail hacia Artist Point) y paramos a desayunar nuestro picnic con vistas. Uncle Tom´s, el de las escaleras y la cascada, no pudimos hacerlo porque estaba cerrado por desprendimientos.

Luego recorrimos Clear lake trail bajo una fina lluvia que le daba su puntito. Bueno, para los trails ya sabéis que se recomienda llevar spray antiosos, o colgar cascabeles XL en las mochilas…ir más de dos personas…Nosotros somos tan ¿osados?…que no llevábamos nada. Es una decisión muy personal, cada cual que haga lo que crea sensato o conveniente.

Después de almorzar nuestro picnic nos vamos a atravesar de nuevo Hayden Valley para visitar Mud vulcano area. De ella me gustaron los bisontes difuminados entre las nieblas de las calderas, borrosos y fotogénicos, y recuerdo como uno de ellos caminaba por la misma pasarela por la que transitamos los turistas. Se supone que en todo momento debe mantenerse una distancia de seguridad con la fauna…pero a veces es complicado…merodean las basin, los parkings, cruzan carreteras y se paran junto a tu coche…

Escapando de un inminente chaparrón llegamos a YL Lake. Recorrimos los alrededores e hicimos algunas fotitos del puente. Aquí teníamos un par de trails en la recámara (Pelican creek y Storn Point) pero la tarde estaba algo desapacible y decidimos tomar algo en el snackbar a ver si mejoraba.

El camarero que nos atiende nos escucha hablar en español y nos empieza a contar en inglés que el tiene familia cubana que una parte emigró a España y que tiene un primo que es payaso que vive aquí. Instantáneamente mi inglés macarrónico me hace dudar, me quedo callada pensando ¿payaso?…¿ha dicho clown verdad?… pues nosotros payasos lo que se dice payasos solo conocemos a Gabi, Fofo, Miliki, Milikito…que por cierto son cubanos…tiene que ser que yo no me estoy enterando bien de lo que está diciendo el muchacho. Pero sí, síííí que me estaba enterando!!! el camarero era primo de Emilio Aragón!!…y allí se puso a entonar el clásico “¿Cómo están ustedes? Bieeeennn”, nos estuvo contando anécdotas y nos reímos mucho con él.

Nos volvemos hacia canyon parando en Hardley rapids y en algunas lagunas del camino. Además de en los parkings, a un lado de la carretera también os podéis encontrar coches parados que vuelven a ser indicativos de que hay algo de fauna…tan fácil como parar y echar un vistazo. A veces el nombre de la fauna en inglés puede provocar situaciones graciosas como no tener ni idea de lo que hay o de lo que debes buscar. Así de repente alguien grita en gringo profundo: beaverbeaverbeaver… y claro tu escuchas bearbearbear y te pones a buscar osos como una loca ¡¡¡cuando lo que tienes que buscar es un castor!!!…y es que: oso, abeja, barba, cerveza…todo suena tan parecido que sospecho que con mi inglés más de una vez pregunté si estaban viendo cerveza jajajaja

Pues eso, por el camino te paras en ríos, meandros, charcas, …y observas, espera, buscas, echas un vistazo con los prismáticos y algo aparece; garzas, grullas, castores,…águilas pescadoras,…cérvidos varios, ….cisnes, gansos canadienses, ánsares, anátidas…y frenéticas littlesrats….pero no os dejéis engañar por el pequeño nombre porque esta ratita acuática yo no diría que es tamaño S …. para ser rata….yo diría que L o casi casi XL jejeje

Ese día entre los trails y miradores disfrutamos de las distintas vistas, ángulos y panorámicas del cañón, de los inolvidables arcoiris, de tierras coloreadas, de lodos, de muchos bichos…Vimos el rojo atardecer desde el cañón y cansados del completo día nos fuimos a cenar a la habitación y a dormir. Repetimos alojamiento.

DÍA 5: CANYON Y DE REGRESO A WEST YELLOWSTONE

Desayunamos en el restaurante buffet del alojamiento. Hicimos el checkout y bajamos a Red Rock para despedirnos del espectacular cañón.

Luego dimos un paseo hasta el antiguo puente. Visitamos un penúltimo mirador y desde él bajamos por un sendero hasta el lecho del río. Recuerdo que la vertiginosa velocidad, las profundas ondulaciones del cauce y el enorme caudal me hicieron sentir en el borde de la orilla un nuevo mareo que nunca había sentido. Era similar a un mareo de tierra pero multiplicado por mil.

Nos despedimos del cañón asomándonos a un último mirador, unas últimas fotos y nos ponemos en marcha rumbo a Madison. Hacemos breves paraditas para ver algunas formaciones coloridas que decoran los márgenes del río. Paramos en un área de picnic a comer y a ver si con un poco de suerte Yogui aparecía ante el olor de los emperadados …es en estas áreas donde más instrucciones y advertencias encuentras para evitar sorpresas con osos.

Después recorrimos Fire Hole canyon drive. Conduces por la loop-carretera y te vas parando en los lugares de interés, sin olvidar buscar bichos en sus islotes y sus orillas. Lo recuerdo breve, umbrío por la hora y quizás me supo a poco porque había habido desprendimientos recientes y en algunas zonas había más derrubios que vistas.

Tras el pequeño loop buscamos algún lugar para ver el atardecer. Nos gustó la bonita y tranquila zona de Fountain flats y allí nos quedamos rodeados de flores disfrutando de la fotogénica combinación de bisontes-pescadores-sunset.

Regresamos a West Yellowstone donde volveríamos a dormir. Compramos en el super y después nos vamos a hacer checking. Por cosas de la vida y de las reservas….volvimos a hacer noche en el mierda hotel histórico en WL…entre risas el recepcionista nos reconoce y nos dice que esta vez no tenemos ningún tipo de wellcome esperando. Menos mal…tuvimos suerte y no había ningún mojón histórico.

Cuando bajamos a cenar era un poco tarde y nos tocó un socorrido Mc Donalds. Y confieso que después acabamos haciendo la turistada de ir a la galería de tiro que era casi lo único que estaba ya abierto a esas horas.
Era mi primera vez. Yyyy…bueno no me gustó mucho porque yo quería estar sola a mi ritmo, a mi rollo…pero el instructor se quedó a mi lado después de darme las explicaciones. Quizás se me transparentaba demasiado la novatez en el asunto…o yo que se. No estaba cómoda del todo y encima disparé al rapidísimo ritmo que el instructor ladilla me indicaba con lo cual vacié mi cargador en un visto y no visto… me quedé con la sensación de un ¿ya está?¿cómo que ya está?…y encima no di ni una diana! Jeje.
Mi marido en cambio, estaba a su rollo, sin ladillas. No sabe muy bien como pero la verdad es que hizo diana en todos los disparos… yo creo que le sirvieron o le convalidaron las horas de BF3…;-)

DÍA 6: RUMBO A OLD FAITHFUL

Hicimos el checkout, sin olvidar coger el hielo para la nevera de “corchopan”. Siguiendo nuestra rutina, nos ponemos en marcha tempranito. Para desayunar elegimos hacer nuestro picnic en el sitio en el que vimos el atardecer el día anterior y que tanto nos moló, Fountain flats. Cientos de dorados bisontes entre las nieblas nacidas del agua y del fuego, miles de flores moradas y amarillas, un cisne exhibicionista, …estos desayunos no tienen precio.

Nos movemos, rumbo a OF. Comenzamos visitando Lower Geyser Basin; De aquí recuerdo el azul imposible de su espectacular pool, sus lodos rojos y grises, geiseres, la sensación de prehistórica amplitud y los fotogénicos cadáveres de árboles. Recorrimos las pasarelas con tranquilidad y luego con el coche circulamos por el Fire hole lake drive que me gustó más que el loop del canyon. Con tanto loop, la correcta señalización y tanta carretera en forma de simple ocho la verdad es que a Jenny la teníamos olvidada y ella a nosotros.

Continuamos rumbo a la sin palabras Grand Prismatic pool. Hoy sería un primer contacto, queríamos verla con distintas luces y perspectivas. Recorrimos las pasarelas, saludamos al Excelsior, vimos las pequeñas pools, muuucha gente por aquí y por allí…mogollón. Cuando haya mucho tráfico humano en las pasarelas tened cuidado donde ponéis el pie y cuidado con las gorras que los días de viento vuelan…y no me preguntéis por qué lo se 😉

…Seguimos paseando y por fin: la vemos!!!. Me resulta complicado encontrar palabras que describan las sensaciones del espectáculo cromático. Los principales colores de la pool se reflejaban en el vapor tiñéndolo de suaves naranjas, amarillo, verde, celeste. Era el momento de apreciar todos sus detalles, la profundidad, las texturas, relieves, huellas de bisontes, regueros, las diferentes algas,…su olor, su calor. El viento levanta, acaricia, tapa, destapa,… desgarra la misteriosa bruma desnudando los encantos de la incomparable pool.

Tras disfrutar del inolvidable espectáculo nos pusimos de nuevo en marcha. Decidimos no alejarnos mucho y comer cerca nuestro picnic. Elegimos un parking-mirador algo elevado y comimos disfrutando de la fantasmagórica niebla psicodélica.

Cuando pudimos salir del trance teletransportador continuamos rumbo a Black basin donde recorrimos las pasarelas e hicimos un pequeño trail que finalizó cuando el agua-nieve empezó a caernos encima…y a paso ligero nos hizo teletransportamos al coche.

Decidimos ir a hacer el checking en el alojamiento reservado en Old Faithful. Pasamos la noche en una cabin muy bien ubicada con baño compartido, lo cual no fue mucho problema porque las duchas y baños estaban bastante bien.

Tras ubicarnos y ponerme las tiritas mágicas en mis clásicas ampollas nos fuimos a recorrer los alrededores, las instalaciones y las pasarelas. No solo “el viejo fiel” es la atracción… hay espectaculares y surrealistas pools como la imperdible Morning glory que me recordó a un mini cenote y que debe ser una entrada del inframundo, geiseres a cascoporro e incluso momentos National Geographic con águilas pescadoras versus oportunistas cuervos. Vimos atardecer desde las mecedoras de una de las terrazas miradores y justo en ese momento de nuevo me teletransporté; las vistas al OF, el amplio horizonte salpicado de incontables y activos geiseres, las montañas muy a lo lejos, el anaranjado cielo… envuelto todo en el misterioso y gaseoso contraluz ,…una estampa paleolítica total.

Buscando un sitio para cenar visitamos algunas instalaciones del complejo como el original hall del OF Inn. Curiosas construcciones basadas en el uso de troncos, cortezas, retorcidas ramas… Cenamos en uno de los restaurantes.

La cabaña estaba relativamente cerca del geiser y mola salir por la noche a ver, escuchar y sentir a solas el viejo fiel….la oscuridad, nadie por las pasarelas,…. cielos estrellados sin contaminación lumínica….un escenario perfecto para fotografías nocturnas… incluso con un poco de suerte, alguien podía estar tocando su guitarra mientras esperas el último suspiro del Viejo Fiel…

DÍA 7: OLD FAITHFUL

Temprano, para evitar multitudes, nos fuimos a visitar de nuevo la multicromática Grand Prismatic pool. Después de recorrer muy a gusto las solitarias pasarelas y revivir sensaciones nos pusimos en marcha. Conocía gracias al foro la existencia de un sendero desde el que podía obtenerse esa vista panorámica de la pool que todos nosotros queremos llevarnos en nuestra memoria y que no se consigue a ras de suelo. Dejamos el coche en el parking, donde inicia el Fairy falls trail, y buscamos el camino que asciende entre los cadáveres de troncos tamaños S-M-L y XL…Te paras a la altura que para ti sea suficiente y que tenga buena visibilidad, y entonces; La ves.

OHHHH mayúsculo. Silencio total. Sientes como brillan tus ojos. Emocionante. Irreal. Surreal. Pero muy real, casi a nuestros pies. De nuevo sin palabras. Allí estuvimos mucho tiempo hechizados, hipnotizados, embrujados, atónitos, alucinados, flipados con nuestro picnic matinal, haciendo mil fotos y disfrutando de las inolvidables y exclusivas vistas en una mañana radiante. Imperdible.
A todo el que me lea: recomiendo encarecidamente subir. Desde la pasarela son detalles y sensaciones…Desde arriba será una panorámica visual inolvidable. Hay posts donde explican éste y otro camino alternativo con más detalle.

Nos acercamos a Keppler falls y alrededores buscando bichos sin mucho éxito, y en un área cercana a Spring Creek nos cominos nuestro picnic. Sin noticias de Yogui.
Volvimos a OF. Dedicamos el resto de la tarde a recorrer de nuevo las pasarelas y los alrededores y, cuando mis pies dijeron basta, nos sentamos en uno de los porches a disfrutar del atardecer y del viaje en el tiempo.

Cenamos algo rápido en el snack bar, vimos las exposiciones/venta de fotos…, nos despedimos del viejo fiel y de los millones de estrellas …nos vamos a dormir.

Si quieres leer la segunda parte del viaje visita PASEANDO POR GRAND TETON NATIONAL PARK (USA)


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