Siempre me han encantado las librerías y las papelerías, y cuando viajo me gusta mucho curiosear en ellas y catar sus aromas. Esa mezcla de olor a papel, a goma de borrar, a cartulinas, a tinta de la prensa,…es capaz de tele transportarme a cuando era pequeña y pasaba horas en la “Alhambra”, la diminuta papelería del barrio de mi niñez.
Desde siempre he viajado con al menos un pequeño cuaderno. En ellos tomo notas durante la aventura, suelo llevar escrito el planning viajero, sugerencias, un puñado de teléfonos y cientos de hojas en blanco. Confieso que disfruto comprando cuadernos y estrenándolos, es uno de esos placeres que todavía conservo de mi infancia.
Cuando viajo, me gusta escribir al final del día. En el alojamiento suelo tomar notas que me sirven de repaso de la jornada. A veces también escribo, o dibujo, en las esperas de los aeropuertos, o en el avión,…
Y por supuesto, soy de las que guarda entre sus páginas; algunas hojas, plumas, tickets, tarjetas, etiquetas…Quizás por eso, y por la mucha calidad del papel y de los cuadernos, me molan los de la marca Moleskine que traen un práctico bolsillo al final, perfecto para guardar esos pequeños tesoros o chuminadas.
Al regreso, uso mis notas, “chuminás”, mapas, folletos, …y escribo los relatos de nuestros viajes. Antes lo hacía en analógicos cuadernos como este, con una bonita portada collage que me curré allá por el Pleistoceno 😉
Es una super libreta llena de recuerdos de nuestros primeros viajes y escapadas. Contiene mucho de nosotros, algo de Historia, cuarto y mitad de curiosidades, algunos recortes pegados,… y la verdad es que la conservo con mucho cariño.
Luego me pasé al mundo digital. Después de los viajes, en fríos documentos Word escribía mis relatos, a veces insertaba algunas imágenes y hacía un pequeño Pdf. Luego comencé a compartir mis diarios por el cibermundo en el foro Los Viajeros…y ahora los comparto en este blog ☺ …que para mi tiene mucho de enooooorme cuaderno.
Pese al salto digital, por supuesto, continuo viajando con libretas como apoyo a mi memoria, y sigo coleccionando mis notas y mis infundios. De vez en cuando, también llevo trocitos de papel de algodón, un pincel de viaje y un par de colores para dibujar alguna acuarela, alguna garabata.
Como son muchos los tesoros, algunos los guardo en pequeñas cajas, otros los pego en bonitos cuadernos como este…
Precisamente hoy estuve pegando algunos recuerdos en él, y he viajado a Canadá, al desierto del Namib, a mi querida Sudáfrica… y a la infancia ☺ gracias al inolvidable olor tele transportador del pegamento Imedio ☺
¿Y tu? ¿viajas con cuaderno? ¿tomas notas mientras viajas? ¿escribes tus viajes?… Si no lo haces, te animo a hacerlo. Escribirlos sirve para saborearlos aún más y mejor… y el propio cuaderno se convertirá en un bonito recuerdo de tus recuerdos 😉
Hola, a mí también me gusta curiosear por papelerías y en los últimos viajes que he hecho me llevo un cuaderno para recordar mejor los detalles. Y ya como toque final, escribo y dibujo en una hoja de mi bullet journal un resumen del viaje, de lo visto, anécdotas y curiosidades. 🍀☺️
PD. Menos mal que reciclo, porque vaya gasto … Jejeje😅
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¡Hola Yai! Encantada de saludarte 🙂 Que bueno que tu también seas amante de las papelerías, de los cuadernos y de los journals 😀 precisamente sobre ellos tengo un post que publicaré en breve 😀 me encantan 😀 . En los viajes son muy útiles los cuadernos 😉 la memoria es taaaan frágil 😉 . Muchas gracias por pasar por aquí y quedarte cerquita, siéntete como en casa por favor 🙂 abre y cierra cajones, puertas, ventanas…Un abrazo y buen comienzo de semana.
P.D. : Uy sí el reciclaje y la reutilización son importantes 😀 para no acabar en la ruina. Menos mal que nos ha dado por los cuadernos y no por los diamantes 😀 jajaja
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Pues con gusto espero leer pronto tu post sobre los bullet. Yo quizás me anime también. Y gracias por tan cálida acogida. Es muy grato encontrar blogs tan amenos y agradables. Un abrazo y te invito también a pasarte por mi casa/blog. 😉🍀
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Muchas gracias a ti por tus bonitas palabras 🙂 . Me alegra que te guste mi rinconcito 🙂 Voy volando a conocer el tuyo 🙂 Un abrazote. Nos leemos 😉
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Muy buena costumbre aunque el smartphone saque de apuros guardando fotos y recorridos, lo manuscrito lleva sensaciones. Me recuerda a los cuadernos de campo que usaba Félix Rodríguez de la Fuente.
Saludos 🖐️
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Uich 😮 si tengo que esperar a que mi Smartphone me saque de apuros… 😀 voy apañada 😀 jajaja tenías que ver mi mini Samsung del Pleistoceno Superior 😉 😀 jajaja no vale el pobre ni para hacer fotos 😀 está mayor jajaja pero me niego a cambiar de móvil mientras funcione 😉 Un cuaderno es otra dimensión, porque tal y como dices, esas sensaciones de lo manuscrito no se pueden comparar 🙂 tiene mucha más magia 😉 . Los cuadernos de campo de don Félix seguro que son un tesoro que alguien conserva con cariño 🙂 . Gracias por estar cerquita jm, un abrazo y buen comienzo de semana.
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Hola Cristina. Cuánta razón tienes con esto de los olores. No hay nada mejor que el olor a papel nuevo. A mí me encanta. Y creo que hace tiempo que no hago eso de ir por las librerías y oler el material. Han ido cerrando casi todas por aquí. Al menos las más chulas. También hace tiempo que no viajo por circunstancias de la vida y mira que nunca me ha dado por llevar cuadernos ni hacer anotaciones. Todo eso lo llevo en la memoria y ésa es muy traicionera. Hace poco poquito el comentario de un post me hizo recordar un detalle de esos guardados en mi disco duro… Si lo hubiera apuntado eso no me habría sucedido. Y mira que me gusta ver cómo otros hacen esos maravillosos cuadernos de viaje pero yo nunca los he hecho. Quizá la próxima vez…
Precioso post, como siempre. 😍😘😘
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Hola linda MJ 🙂 Dicen que esa memoria olfativa tiene que ver con nuestro cerebro más primitivo, el llamado reptiliano, 😀 a mi me encanta lo bien que trabaja mi cerebro rústico 😀 jejeje y por lo que leo a ti también 😀 . Por aquí también han ido cerrando casi todas 😦 parecen estar en peligro de extinción, da pena como los pequeños comercios/locales desaparecen de nuestros barrios. No me mola 😦 .
Yo siempre he tenido muy buena memoria, peroooo con los años ….cambia la cosa 😀 ajajaja se ve que tengo el disco duro más lleno y ya no me fío tanto de ella 😀 Ahora estoy incluso llegando a esa fase espantosa en la que comenzamos a patinar con nombres de actrices/actores/películas/series 😀 jajaja y yo me acuerdo mucho de mi padre/madre/abuela… 😀 jajaja:
— ¡Ay!! ¿cómo se llamaba este muchacho mmmm moreno,australiano … que salía en aquella película mmmm ¡sí mujer! que hacía un papelón con éste otro rubio mmm,….¿cómo se llamaba el rubio? síiii que el rubio salía en aquella película de barcos, y en la serie esa de mmm asesinatos… ¡Sí mujer! …. 😀 jajaja Son tantas películas ya en el disco duro mental 😀 jajaja.
Te animo a que en ese próximo viaje o escapada te lleves un oloroso y motivador cuaderno nuevo 🙂 ya verás que con el tiempo se convierte en un disco duro externo muy molón 🙂 vintage 😀 y en un pequeño tesoro 🙂 con nuevos olores 😉
Muchas gracias por estar cerquita 🙂 un abrazo grande y besitos de colores con olor a papel 🙂 Muak!
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Eso haré. Muaks coloridos y olorosos.
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🖐️🙂👍
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Me encanta lo de los cuadernos..yo tambien compro muchas libretas pero luego no escribo nada..no tengo imaginación..
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🙂 Siempre hay algo que escribir en esas libretas… o dibujar 😉 Creo que todos tenemos imaginación, lo único… que se duerme si no la estimulamos 🙂 Un abrazo grande Marien
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No podía ser de otro modo. Tal profusión de datos e información solo puede ser posible tomando notas en un cuaderno de viaje, jeje. De hecho, recuerdo habértelo preguntado, pues me imaginaba que, aunque tuvieras una memoria prodigiosa, habían detalles que a cualquier mortal se le olvidarían.
Yo nunca he tenido esta buena costumbre y después pasa lo que pasa. Oye, ¿te acuerdas de aquel sitio donde desayunamos aquel pastel tan bueno¿ ¿Cómo se llamaba? ¿El lugar o el pastel? Ambas cosas. Pues ni idea. Tal cual, jajaja.
Esas libretas con cubierta tipo piel con gomas, le encantan a mi hija menor. A mí también, pero es ella la que hace uso de ellas y siempre le regalamos más y más. Se han convertido en sus diarios y poemarios.
Pronto tendrás tantas libretas que necesitarás un arcón para tenerlas a buen recaudo, jeje.
Un abrazo.
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😀 jajaja lo del momento pastel me suena mucho 😀 jajaja es fácil acabar perdiendo nombres, confundiendo unos con otros… la memoria es finita (los mocos creo que infinitos 😀 jajaja) . Preparar el viaje, escribir mientras se viaja, relatar las aventuras a la vuelta…todo ello estira en el tiempo el sabor del viaje 🙂 Tiene su encanto.
A tu hija mejor sigue regalándole cuadernos 🙂 será una colección muy bonita, muy personal y familiar 😉 seguro que esos cuadernos se convierten en un tesoro… y si hay que regalarle un arcón para atesorarlos 😉 pues se le regala 😀 yo tengo uno que me regalaron para mis pequeños tesoros familiares 😀 y me encanta. Mil gracias compañero por estar cerquita, te mando un abrazo enorme.
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Compartimos el gusto por los olores de las librerías, por estrenar cuadernos… Si hubiera elegido otro oficio, me hubiera gustado trabajar en una librería o floristería. Y sí, escribo cada final de día lo que hemos hecho, intentando guardar muchos detalles para que no se me vayan por el colador de la memoria, aunque los míos son meros apuntes … Al fin y al cabo, sigo siendo una ratilla de biblioteca, como cuando estudiaba 😀 Y también necesito materializarlo, ya sabes dónde, para dar por concluido el viaje. Y en esa etapa paso por miles de sensaciones: alegría, ganas de volver (a veces muy locas, de «lo necesito ya!!!!), tedio y ganas de acabarlo, tristeza por lo perdido… Un besote fuerte.
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🙂 Que bueno compartir gustos compañera 🙂 deberían embotellar el olor 😀 jejeje Ahora te imaginaré viajando con cuaderno 😉 nuevo a ser posible 🙂 y escribiendo cuando don Terremoto duerme 😉 . Sí que es cierto que se pasan por muchas emociones cuando se escribe el relato viajero 🙂 yo siempre acabo con la sensación de que necesito otra vida… siempre me quedo con ganas de repetir, de volver 😀 no me cabe la vida jajaja. Muchas gracias por estar cerquita mi linda ratilla 😉 Un abrazo grande, muak!!
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Yo admito ser una negada para ir tomando notas, siempre me lo propongo pero mientras viajo al final del día suelo acabar tan rendida que soy incapaz de aguantar ni siquiera el bolígrafo. Finalmente confío en mi memoria que me juega malas pasadas muy a menudo.
Un abrazo guapa
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😀 Hay jornadas viajeras duras, y a veces cuesta compañera 😀 incluso confieso que se me puede acumular la tarea… pero nunca más de un par de días 😉 que mi memoria ya no es tan supersónica como antes 😀 jaajaja. Después me alegro tanto de haber tomado esas notas, garabatos…que personalmente me compensa 🙂 . Gracias por estar siempre cerquita linda Gladys, un abrazote!
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