En nuestro Patrimonial roadtrip a Oporto incluimos algunas paradas y desvíos interesantes, como Trujillo, Cáceres, La Alberca, Miranda del Castañar, Ciudad Rodrigo… y la pequeña localidad de Batalha, hasta allí nos acercamos para conocer su espectacular monasterio declarado Patrimonio de la Humanidad.
Quedan muy cerca de Batalha otras localidades molonas como Alcobaça, Constância,… Nazaré, Obidos, Leiria,… Castelo de Almourol, Ourém… todas perfectas para incluir en una ruta por el corazón de Portugal. Nosotros solo tuvimos tiempo de visitar el cercano Convento de Cristo en Tomar, también declarado Patrimonio de la Humanidad y una visita muy muy recomendable.

El enorme Monasterio de Batalha se llama oficialmente Monasterio de Santa Maria da Vitória, está considerado como una de las ‘Siete Maravillas de Portugal’, y a mi realmente me sorprendió. Por las dimensiones y por el mucho Manuelino en ocasiones llegó a recordarme al Monasterio de los Jerónimos en Lisboa.

Se tardó en construir dos siglos, del XIV al XVI, reinaron 7 monarcas, pasaron 15 arquitectos,… se utilizaron nuevas técnicas y nuevos estilos… Es un monasterio algo faraónico, es imponente pese a que el edificio nunca llegó a estar acabado.

Su Historia está ligada a la dinastía de los Avís, fue Joao I quien ordenó su construcción para conmemorar su victoria en la batalla de Aljubarrota frente a los castellanos. Le prometió a la virgen que si ganaban le construiría ‘lo más grande’ y cumplió su promesa.

Construyó este enorme monasterio gótico, repleto de capillas, arcos donde las luces juegan con las sombras,… tumbas, bóvedas, un par de claustros… todo decorado con un entretenido despliegue de quimeras, glifos, curiosas gárgolas…

No te pierdas el pórtico principal, con sus 78 esculturas relacionadas con el Antiguo Testamento, la imponente nave central de la Capilla Mayor con sus altas columnas, contrafuertes y enormes vidrieras, la Capilla del Fundador con la tumba de Juan I y su familia, incluida la de su famoso hijo Enrique ‘El Navegante’,…

Dicen que las coloreadas vidrieras de las capillas son la muestra más importante del medievo portugués. Y dicen que rebuscando podrás encontrar en los muros más de 800 marcas que los canteros dejaban a modo de firma, y algún curioso grafiti religioso pintado clandestinamente.

Mola mucho pasear por el par de coquetos claustros. El de Carlos V es más sencillo y pequeño, el principal es el llamado Claustro Real, está más ornamentado y posee mil detalles para recrearse, el rumor de una fuente, ordenados setos…

En uno de ellos coincidimos con la exposición de un cromático mural que conmemora la importancia del azulejo en Portugal. Sobre el mucho encanto de los azulejos y las fachadas lusas, ya te hablé en este otro post.

En la diáfana Sala del Capítulo, bajo su bóveda de estrella, se encuentra la tumba al ‘soldado desconocido’, está custodiada por dos colegas uniformados y firmes. Merodeábamos por allí cuando escuchamos un sonido raruno no identificado, un eco rotundo que se acercaba…y que resultaron ser los pasos secos y taconazos sincronizados de unas botas militares. De casualidad coincidimos con el sencillo y sobrio cambio de guardia.
En el antiguo refectorio y cocina hoy se encuentra un museo dedicado a los soldados desconocidos, allí se exponen desde cascos, a condecoraciones, trofeos de la I GM,… documentos.

De todos los rincones el que más me gustó es el conocido como las Capelas Imperfeitas o capillas imperfectas, que más bien deberían llamarse capillas inacabadas. El arquitecto murió, se agotaron los fondos… y el Panteón del Rey Duarte se quedó a medio construir.

Me resultó un lugar muy curioso, parecía una especie de rotonda funeraria a cielo abierto, me gustaba el verde de los culantrillos y del musgo que crecían en las piedras de las columnas, la luz… Para mi, la encantadora capilla inacabada fue lo más bonito y diferente de la visita.

Leí que el famoso terremoto de Lisboa de 1755 dañó el monasterio, pero que estos daños no fueron nada comparados con los incendios y saqueos que llevaron acabo las tropas napoleónicas. Con el tiempo llegó a estar abandonado y medio en ruinas, por suerte, fue restaurado en el siglo XIX y hoy podemos disfrutarlo.

En el pequeño pueblo nos cruzamos con alguna iglesia, una tienda de baratijas-antigüedades, algunas casitas blancas… Hay un pequeño museo donde conocer la importancia de la minería en la zona, y un Centro de Interpretación sobre la batalla de Aljubarrota.

A fecha de 2020 el precio de la entrada al monasterio es de 6 euros, niños menores de 12 años gratis. El horario de visitas es de 9 a 18h (16 octubre a 31 de marzo), de 9 a 18:30h ( 1 de abril a 15 de octubre). Cierra el 25 de diciembre, 1 de enero, Domingo de Pascua y 1 de mayo.
Existe un billete combinado, llamado Ruta del Patrimonio, que permite la entrada a Alcobaça, Batalha y al convento de Cristo de Tomar. Tiene un coste de 15 €. También puede usarse la Lisboa Card. Aquí podéis actualizar precios y horarios.

No se encuentran lejos el castillo de Leiria, el monasterio de Fátima y unas interesantes grutas kársticas, como la ‘gruta de las monedas’ o las ‘grutas de mira de aire’, estas últimas están declaradas Monumento Natural, son las más grandes de Portugal y pueden visitarse. Nosotros continuamos rumbo al Sur, 45km nos separaban de la cercana Tomar, su imponente castillo y convento de Cristo nos esperaba.

Sin duda un roadtrip por el país vecino es una idea viajera fantástica, es un destino perfecto para recorrerlo a pedacitos, …o en un viaje largo. Portugal tiene mucho que ofrecer, su corazón y su barriga, están plagados de tesoros.
Me gusta mucho Portugal. Lastima que sea el peor País que visité en adaptación. Este monasterio se había llevado un premio por ello y cuando llegamos allí no estaba preparado para nada. Nos comentaron que tienen ascensor pero que el sacerdote se llevaba la llave los fines de semana. Es un País con una historia y un encanto especial. Pero está a años luz del resto de Europa en adaptabilidad. Él monasterio una pasada en lo poco que pude ver…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Da rabia que se vaya tan despacio en cuestiones tan necesarias como es la accesibilidad y adaptación de los espacios. A ver si se ponen las pilas,… y a ver si alguien le hace una copia a la llave del sacerdote (grrrr leer como un gruñido).
Gracias por sumar amigo. Dos abrazos enormes a repartir.
Me gustaMe gusta
Vaya pedazo de monasterio, je,je. Enorme, por sus dimensiones, y grandioso por su espectacularidad. Uno queda sobrecogido y con la boca abierta al contemplar semejante obra de arte arquitectónica, sobre todo al pensar cuando fue construida y cuales eran los medios materiales utilizados, porque los económicos todos los conocemos: las arcas reales que se llenaban con los impuestos de los pobres (en el sentido literal de la palabra) y forzados contribuyentes. Pero todo eso que nos ha quedado como patrimonio de la humanidad. Ahí es ná.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues sí querido Josep 🙂 enorme y grandioso, Patrimonio de la Humanidad y una de las ‘7 maravillas de Portugal, un monasterio con poderío, ahí es ná 😉
Imaginar la construcción con los medios de la época también a mi me resulta fascinante…mira la Sagrada Familia con los medios actuales…
Pirámides, monasterios, catedrales…la Historia está repleta de trabajos forzados, financiaciones oscuras y sospechosas…y muchas de ellas en pro del ‘más allá’… pero sin pensar en el ‘más acá’…
Gracias por sumar y por la compañía 🙂 un abrazo.
Me gustaMe gusta