Gamificar un viaje, mi experiencia viajando y jugando en Japón

Cuando preparaba nuestra ruta por Japón os comenté que gamificaría nuestro viaje, y hoy comparto el resultado de esta juguetona experiencia. Gamificar es una palabra que existe desde 2008, deriva de game, y significa ‘convertir en un juego algo que en principio no lo es’. Se puede gamificar o ludificar todo, un paseo por tu barrio,… una visita a un museo, una excursión, una clase en un aula… la limpieza de la vitrocerámica,… y los viajes.  

Con la ayuda de mis Musas y vuestra colaboración 😉 , anoté en mi cuaderno viajero sencillas instrucciones lúdicas que me harían estar pendiente del país con otros ojos.

Hoy te cuento mi experiencia viajando y jugando por Japón, qué ‘misiones’ cumplí y cuáles se quedaron en el tintero…

gamificar viaje
Mi lista para gamificar Japón

1.- La ‘misión’ más delicada, personal y más importante… fue:

🙂 Dejar en cualquier lugar del país el ‘cuadro viajero de Nico‘ 🙂 Os conté en este post que tengo un hermano pintor y que, a modo de juego familiar, a veces viajo con un cuadro suyo y lo abandono a su suerte en el país que visito.

Esta vez la ciudad que elegí para dejar el cuadro de mi hermano fue Tokio, lo hice al comienzo del viaje y de noche. Buscaba un banco en un pequeño parque fluvial… cuando casualmente tropecé con una diminuta galería de arte.  Me gustó el lugar, los trenes pasando, las vistas de los rascacielos,…y allí dejé el cuadro en libertad frente a la orilla del río Sumida.

Añadí una nota porque temía que, con la mucha educación que tienen los japoneses, el cuadro acabara en una oficina de objetos perdidos.

Cuadro Nico Vazquez NVT

2.- Dejar una acuarela mía por ahí…

Lo hice. Regalé una pequeña acuarela a una desconocida que se me acercó en un parque, me sonrió, y sin decir nada me regaló dos grullas de origami. A cambio le di una acuarela,… (que por cierto me costó mogollón, porque al verme buscar en la mochila, ella creía que buscaba dinero para pagarle… se escandalizó, no hablaba inglés y no fue fácil). También le regalé un garabato al amable anfitrión de un alojamiento tradicional con mucho encanto.

Acuarela CVT

3.- Dibujar en el país:

Lo hice 🙂 esta era fácil. Además de mis ilustraciones en mi cuaderno, probé y jugué con sellos y tinta japonesa, diferentes papeles…

Tortuga CVT Mori Museum

4.- Digitalizar un dibujo en el Museo Mori Building Digital Art:

Sabía que en el museo había un par de salas donde se podía colorear un dibujo y digitalizar el resultado. Lo hice, y confieso que me lo pasé muy bien con los más pequeños. Los dibujos de los visitantes se escanean, se dotan de movimiento y pululan por algunas paredes y suelos. Es una visita muy recomendable, es un museo único en el mundo que está entre nuestros TOPS nipones

Sellos Japon

5.- Coleccionar en mi cuaderno viajero sellos de tinta/estampaciones:

Encontrarás tinta y sellos en casi ochenta estaciones de trenes y metros, pero también en algunos templos, santuarios, castillos,… edificios emblemáticos, miradores, … Perfectos para frikis, coleccionistas, turistas, … Me traje un buen puñadito 🙂       

De todos los sellos que me he traído, el más especial es este, por ser artesanal y por estamparlo su propia autora, con la que charlé un rato en el museo de Takayama. La estampación en tela y papel es una técnica muy usada en el arte japonés.

sellos y estampaciones en Japón

6.- Fotos temáticas: Coleccionar fotos de alcantarillas:

En Japón todo tiende a ser kawaii, que viene a significar algo así como tierno, lindo, … ‘mono’, ‘cuqui’. Desde las señales en obras, a carteles de prohibiciones,… hasta las alcantarillas de las ciudades.  No todas las alcantarillas son molonas, pero si abres los ojos tropezarás con muchas que sí. Ya te conté curiosidades sobre ellas en este otro post, así que no me enrollo.

bocas de incendio en Japon

7.- Buscar la señal vertical más raruna:

En Kioto encontré esta señal muy made in Japan; prohibido acosar, tocar… a las maikos y geishas. A ellas no les importan las fotografías,… pero siempre que haya educación y respeto.

señalizacion japon geishas kioto

8.- Buscar la máquina expendedora más raruna:

Forman parte del paisaje nipón, al parecer hay 1 máquina de vending por cada 23 habitantes = a millones= a una barbaridad. Quizás la más original que me crucé fue una de papel higiénico en un santuario, vi alguna de helados, de ramen,… Dicen que las hay de paraguas, huevos, flores,… de mascarillas con bolsitas refrescantes para el verano… en el pasado las había de bragas usadas…

Maquina dispensadora papel higienico japon

9.- Traerme algo encontrado en el suelo:

Sí 🙂 a veces me gusta recoger objetos del suelo 🙂 Cosas del tipo; una canica solitaria, un naipe perdido o un dado o una ficha, una postal en blanco y pisada,… Esta vez me traje un paquete de pañuelos de papel y alguna moneda.

watsons

10.- Buscar alguna pareidolia y hacerle una foto:

Abrí los ojos para buscar este efecto óptico que aparece cuando y donde menos lo esperas. Me encontré con varias; un cuadro eléctrico con ojos de sorpresa, una alcantarilla que me sonreía,… y el castillo de Kanazawa que me miraba raruno…  

pareidolias japon

11.- Traerme alguna hoja prensada de arce y ginkgo:

Lo hice, me traje un pedacito de otoño. El colorido y espectacular momiji también está entre nuestros TOPS del viaje.

hojas de ginko

12.- Buscar el otoño en un bonsái:

No me fue fácil encontrar un bonsái en modo otoño, pero al final tropecé con este mini momiji 🙂 en una calle cualquiera en la rural Takayama.

13.- Recolectar tickets de trenes, etiquetas, entradas,…tapones…

Esto de recolectar recuerdos es un clásico viajero. En Japón hay muchas etiquetas curiosas, divertidas… y sobre todo molan mucho las entradas de templos, santuarios, castillos… también me traje una buena colección.

entradas templos Kioto

14.- Contar las escobillas de wáteres con las que nos cruzáramos:

‘Chalauras’ mías 🙂 Sabiendo que en Japón-Plutón me encontraría con muchos inodoros WC 2.0, los famosos ‘washlets’, quise saber si en el futuro existen aún las escobillas o se habrán extinguido. Creo que no se han extinguido porque hay compañeros viajeros que dan fe de que las han visto, pero personalmente no me crucé con ninguna. Resultado=0 escobillas.

acuarela toto

15.- Hacer fotocharcos:

Pues como no nos llovió, no pudimos jugar con los reflejos en los charcos. Sí que hicimos muchas fotos de reflejos en estanques, jardines, en fosos de castillos,…

templo dorado kioto

16.-Hacer una cata con una espada láser o katana de madera, ‘plasticuchi’…

Ya sabéis que tengo un punto tigre-dragón 😉 Las busqué, las encontré, pero no hice ninguna cata, ni payasada,…ni nada…

CVT Tai chi

17.- Buscar un geocaché en Japón:  

Aunque me llevé pequeños cachivaches para dejarlos allí… al final no lo hice, no hubo ‘búsqueda de tesoros’. No siempre teníamos wifi, el tiempo no sobraba… y buscar y dejar un geocaché se ha quedado en el tintero…. Si no conoces el divertido Geocaching, pásate por este post molón que escribí… Se puede practicar al lado de tu casa, de paseo, en el campo, en la ciudad…

geocaching

18.- Fotos temáticas: Coleccionar fotos de kimonos.

No imaginé que encontraría tantos 🙂 En Kioto es más habitual de lo que yo creía eso de que l@s turist@s alquilen kimonos para turistear por la ciudad y hacerse fotos. Alquilar no alquilé… pero sí fotografié unos cuantos.

boda kimono vistas al torii Miyajima Japon

19.- Comprar algún amuleto:

No he comprado pero sí que me he traído fotos de algunos. Hay cientos, el que me pareció más curioso se llama Daruma y es el amuleto de los propósitos. Cuando lo compras deberás hacerte a ti mismo uno o dos propósitos, y cuando los consigues podrás colorearle los ojos a tu amuleto.

Daruma Japon

20.- Probar algún refresco raruno:

Hay mogollones de refrescos de todos los sabores, algunos casi imposibles; de pulpo, chicle, curry, wasabi… frutas rarunas… El que más me moló fue una conocida soda local llamada ramune, aunque confieso que, más que el sabor, lo que me encantó fue la original y viejuna botella de cuello Codd sellada con una canica. Pagué 100Y=1€ en el restaurante para traérmela.

ramune bottle
Aquí también vi una pareidolia… parece la cara de un marciano 🙂

21.-Ranking gastronómico: Lo más molón y lo menos molón:

Lo que más nos ha gustado ha sido la sabrosa ternera de Hida, prima hermana de la famosa ternera de Kobe quizás más conocida.

Lo que menos me ha gustado son las típicas y famosas bolas de pulpo, Takoyakis. Ni la textura, ni el sabor… y mira que soy fan del pulpo y que creía que me molarían…

ternera de Hida restaurante Maruaki

22.- Buscar cabinas teléfonicas:

Aquí tampoco quedan muchas, pero algunas cabinas encontré. También tropecé con este ortopédico teléfono rosa en un santuario kiota.

23.- Fotos temáticas: Coleccionar fotos de dragones:

Esta fue fácil, los encontré en muchos lugares, en fuentes, lámparas, techos, puertas,…

Dragon en templo kioto

En mi cuaderno también llevaba anotadas vuestras recomendaciones viajeras y sugerencias lúdicas-juguetonas. Algunos lectores quisisteis jugar conmigo y este ha sido el resultado 🙂

24.- MJ T, alias Kio, me propuso buscar chocolatinas Kit Kat de sabores rarunos:

Y las encontré, es fácil, están en todas partes. Hay de sabor a sake, melocotón,… fresa, menta, té, café, caramelo, melón, manzana… Venden ediciones especiales, estacionales, para coleccionistas…

Kit kat japon

25.- Ella también me retó a buscar un parking de paraguas. Se usan mucho en edificios de oficinas, centros comerciales… Este era el de nuestro hotel en Kioto.

dispensador paraguas japon

26.- Mi Krugerfriend Xavi me recomendó entrar en un pachinko, buscar cosplays, geishas en Kioto y rockabillies en el parque Yoyogi de Tokio:

En las salas de juego pachinko me bastó con quedarme en la puerta, quedé paralizada por una onda sonora de tropecientos decibelios y por una nube de humo del tamaño de una borrasca.

Tradicionales geishas y actuales cosplays sí que vimos, pero con los conocidos rockabillies del parque tokiota no coincidimos, al parecer pululan por allí los domingos.

Maikos Kioto

27.- También Xavi me invitó a buscar una cueva algo escondida en un templo de la isla de Miyajima:

Encontramos dos 🙂 la que oficialmente llaman la cueva, y una oscura red de pasillos bajo un templo.

cueva sala Daisho in temple Miyajima Japon

28.- También él me retó a estar pendiente de los nipones perjudicados por el alcohol, sobre todo de los enchaquetados ‘salaryman’ que a la salida del trabajo se emborrachan.

Vimos algunos literalmente doblados,… revoleados y dormidos,…socializando,… dándolo todo en un concierto de idols armados con penlights y maletines…

Idols Tokio

29.- Mi blogvecina MJarquitectizada me recomendó una interesante tienda de pigmentos, y me retó a buscar el color más embriagador, el más raro,…y me retó a dibujar algo en ella:

Este reto me encantó 🙂 La tienda se llama Pigment y me gustó tanto que ya le dediqué este post 🙂 Encontré los colores, compré pinceles y papel de bambú que son mis preciados tesoros del viaje… dibujé en la mesa… y literalmente flipé en colores. Me hubiera quedado allí toda la mañana.

Para mi este fue el color más embriagador …

Pigment bottles

Este el más raruno…

Pigment botellas

Y esta soy yo dibujando…

30.- Mi blogvecina Lunapaniagua me retó a escuchar música callejera:

No abundaba la música callejera en directo, pero algo había. Un chico orquesta, unas señoras tocando la flauta junto al Domo de Hiroshima, una chica melancólica, idols vestidas de lolitas,… y un grupo andino tocando ‘el cóndor pasa’ en el tokiota parque de Ueno.

31.- Ella también me propuso escuchar conversaciones, ruido ambiental…

En los viajes siempre suelo prestar mucha atención al llamado paisaje sonoro o soundscape, cada rincón del mundo tiene sus sonidos, su huella acústica. Sobre los sonidos de Japón ya escribí este post molón que te dejo por aquí.  

El país suena a mundo tren, a voces de vendedores, a música de mega pantallas,… a campanas…  Pero para mi suena a silencio y a los ‘pirubirus’ de las estaciones… esas melodías que desde la década de los setenta diferencian las paradas, despiertan a pasajeros,… se llaman eki-melo y ya forman parte del paisaje nipón.

32.- También Luna me retó a visitar una librería y fotografiar un libro de haiku, ese breve poema tan made in Japón:

Entré en librerías y papelerías muy molonas, algunas asépticas e impolutas, y otras con mucha solera. Pero el haiku lo encontré y fotografié en un jardín de Kanazawa.

Haiku en Jardines de Kanazawa
«Los días difíciles son la brisa del otoño» Basho. 1689.

33.- Mi blogvecina Amaya me propuso entrar en una cafetería de gatos, buscar el más raruno y hacerme una foto con él:

Entrar no he entrado, porque no me molan los negocios que promueven la cautividad de animales, pero estuve pendiente de los locales con fauna con los que me crucé: He visto bares de gatos, de conejos, de búhos, de pequeños erizos, de serpientes, hurones, loros y cacatúas, …

Cat Cafe Tokio Coo & Riku

34.- Jesús J. me retó a cantar en un karaoke:

Reconozco que soy más de bailar que de cantar, pero entramos en uno. Aunque para ser sincera… más bien nos colamos sin saberlo 🙂 En uno de los hoteles había varias salas, estaban abiertas, entramos y tras los primeros gorgoritos… apareció un amable trabajador para explicarnos que había que reservar y pagar en recepción… y ahí se acabaron los gorgoritos y nos fuimos al tradicional baño, onsen 🙂

Doraimon

35.- Un compañero de trabajo de maridín, fan de los doriyakis y de Doraemon, le retó a traer alguna foto del famoso gato azul. Algunas hicimos…

donde cenar comer en Miyajima island Japon

Japón se presta a jugar, es un destino muy gamificable, pero todos los destinos lo son,… incluso el día a día puede tener un punto lúdico. En todas partes se pueden buscar objetos de determinados colores, o formas,… hacer una foto o un dibujo o escribir cada x minutos/horas,… disfrazarte, enviar a alguien una carta o una postal a ti mismo,… hacer una lista de sonidos,… hay muchas posibilidades… 🙂

Gamificar un viaje es una idea fantástica para entretener a los más pequeños,… pero os recuerdo que jugar no tiene edad. El juego nos permite ver y explorar el mundo con otros ojos, con otra mirada… ya lo dijo Albert Einstein: «Los juegos son la forma más elevada de la investigación» .

Muchísimas GRACIAS a todos los que me regalasteis vuestro tiempo leyendo mis letras y jugando conmigo 🙂 siento que de alguna forma me habéis acompañado a Japón 🙂

Para más info de nuestra ruta nipona, hoteles,…curiosidades,… haz clic aquí y te cuento de viajes.


10 respuestas a “Gamificar un viaje, mi experiencia viajando y jugando en Japón

  1. Es que lo que no se te ocurra a ti… Qué gracia, sobre todo, las máquinas de vending, las pareidolias y las cero escobillas.

    Me ha gustado ver nacer una acuarela tuya, qué delicadeza al hacerle los ojitos.

    Hay otro Japón antropológico 😀

    Besotes.

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    1. 😀 Este era un post pendiente que tenía muchas ganas de compartir con vosotros 😀 me alegra que te haya gustado 😉
      😀 Callacalla… que es un nacimiento raruno 😀 jajaja entre el pincel algo tieso, el papel rústico y el agua que teñía el papel … era todo raro jajaja.
      Te puedes animar y hacerle un cuaderno para gamificar el próximo destino a tu Terremoto 😉 Mil gracias por estar cerquita mi linda Salo, un abrazo inmenso.

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  2. Gamificaste mogollón, amiga. No te puedes quejar, ni aquellos que os retaron, je,je. Yo, a lo sumo, me he traido de un viaje los billetes de metro, de una entrada, etc., pero no más. Y, como recuerdo, el típico souvenir de algo típico del lugar. O sea, lo más normal, por no decir, vulgar, ja,ja,ja. Lo más improvisado que me he traido de un país extranjero ha sido unos paraguas, que compramos en la Torre de Londres, con el correspondente emblema, y porque nos pilló la lluvia.
    Así que máquinas de vending de bragas usadas???? Será para fetichistas, ¿no?
    Y luego me ha llamado la atención ese parking de paraguas, muchos de ellos sujetos por una especie de candado con combinación (o eso me ha parecido). Así que los nipones tampoco de fían de los roba-paraguas, je,je.
    Me ha encantado este surtido de juego-retos que llevasteis a cabo. Otro magnífico recuerdo de este viaje.
    Un abrazo.

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    1. 😀 jajaja sí que me cundió jejeje, y disfruté mucho preparando el juego con vosotros, jugando en el viaje y escribiendo este post que tenía muuuuchas ganas de compartir.

      Pues los candados tienen pinta de ser, más que para evitar el robo, para evitar confusiones, a veces son parkings gigantes, con paraguas transparentes clónicos… y debe ser un tremendo lío. También vi algunos sin candados que son parking de paraguas para usar gratis y devolver… 🙂 Es la ciudad más segura del mundo, eso dicen las estadísticas de robos, crímenes y homicidios del país.

      Así es amigo, existieron máquinas de bragas usadas…para fetichistas. Ahora pueden verse unas máquinas de bolas que venden braguitas nuevas pero deshilachadas-lavadas-desgastadas, como los vaqueros que venden rotos,… Aparece una foto con una chica con el modelo de braguitas puestas, pero son nuevas. Las usadas ahora las comprarán a golpe de clic en el cibermundo.

      😀 Guardar tickets, entradas, comprar algún souvenir… esos pequeños objetos, al igual que las fotos, nos ayudan a recordar, revivir el viaje… son casi ‘pequeños rituales viajeros’ universales. Pero cuando buscamos, abrimos más y mejor los ojos 😉 no es lo mismo ver que mirar, oír, que escuchar,… Hay quien dice que ‘no dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar’ 😉 juguemos siempre.
      Me alegra que te haya gustado 🙂 muchas gracias por la compañía Josep, un abrazo enorme.

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    1. 🙂 Tenía muchísimas ganas de publicarlo compañera 🙂 este post me hacía especial ilusión, de alguna forma mágica-curiosa sentí que me acompañasteis a Japón 🙂 me acordé mucho de ti 🙂 con los sonidos, los haiku,…las especias… 🙂 Un placer jugar contigo linda Luna, me alegra mucho que te haya gustado el bonito haiku 😉 Un abrazo enorme.

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  3. Ay qué genial la gamificación de este viaje… aún tengo pendiente un post sobre esa isla de la fantástica tienda de pigmentos… es como si os hubiera acompañado a ti y a maridín en vuestra incursión nipona, por lo menos un poquito.

    Lo que me alucina es de dónde sacáis el tiempo para tantas y tantas cosas… yo creo que no sería capaz. Han sido cosas muy divertidas y muy artísticas casi todas pero lo que me ha hecho abrir los ojos como platos es la máquina expendedora de bragas usadas. Aunque viniendo de los japoneses-plutonianos y su extravagante relación con el sexo, no me extraña nada…

    En fin, compañera, que me ha encantado el post, los juegos, los recuerdos y tus dibujos y fotos. Todo de diez, como siempre. Me ha molado mucho, maifrén. Besotes de color embriagador 😉 mi querida amiga viajera y jugona.

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    1. 😀 ¡¡Cuanto me alegra que te haya gustado compañera 🙂 !!! ya estoy deseando leer tu post sobre el maravilloso continente. No te quepa duda de que estuviste con nosotros, y no un poquito, más bien fue un ‘muchito’ 🙂 me acordé muuucho de ti en la tienda, y sin ti creo que no la hubiera descubierto 😀 mil gracias de nuevo mi linda maifrén 🙂 fue un rincón MUY especial para mi, que ya sabes que me fascinó.

      Pues siempre hemos sido, y somos, de esos que ahora llaman ‘slowtravelleres’ 😀 viajamos despacio, pero para jugar no hace falta tanto tiempo, para la mayoría de los juegos solo se necesita abrir bien los ojos 🙂 …los que requerían más tiempo-logística como por ejemplo buscar el geocaché… se quedó en el tintero.

      jajaja me imagino tus ojos como platos si nunca habías escuchado lo de las máquinas expendedoras de braguitas jajaja, como le comentaba al compañero Josep, ahora solo las venden como los vaqueros rotos, deshilachados… como si fueran unas bragas trotadas 😀 jajaaja pero sin trotar 😀 jajaja a modo ‘usado’ pero sin usar, como los vaqueros rotos,… pero en versión braga 😀 jajaja. Debe de haber todo un negocio en la red… me pregunto ¿a cuánto se cotizará una braga usada? ¿dependerá del nº de usos? … 😀 jejeje seguro que el negocio mueve más $$$$ del que imaginamos.

      Mil gracias de nuevo por tu fantástica recomendación, y por estar siempre cerquita acompañándome en mis paseos y en mis infundios 😀 creativos. Espero alguna primavera poder volver a Japón…y no descarto pasarme por allí de nuevo, me traje pinceles y papel… pero me quedé con ganas de comprar algunos pigmentos embriagadores, metalizados rarunos 🙂 Seguramente se podrán comprar en la web… pero no es lo mismo 😉 Un beso juguetón y un abrazo en technicolor mi querida amiga. ¡Gracias de corazón! XXXXOOOO

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